Mateo 15:9  La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

 

Discusión con algunos escribas y fariseos

 

 

15 Entonces se acercaron* a Jesús algunos escribas y fariseos de Jerusalén, diciendo:¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Pues no se lavan las manos cuando comen pan. Y respondiendo El, les dijo: ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios a causa de vuestra tradición? Porque Dios dijo: “Honra a tu padre y a tu madre,” y: “Quien hable mal de su padre o de su madre, que muera[a].”Pero vosotros decís: “Cualquiera que diga a su padre o a su madre: ‘Es ofrenda a Diostodo lo mío con que pudieras ser ayudado’, no necesitará más honrar[b] a su padre o a su madre[c].” Y así invalidasteis la palabra[d] de Dios por causa de vuestra tradición.¡Hipócritas! Bien profetizó Isaías de vosotros cuando dijo:

Este pueblo con los labios me honra,
pero su corazon esta muy lejos de mi.
Mas en vano me rinden culto,
enseñando como doctrinas preceptos de hombres.”

 

 

 

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

Jovenes Cristianos – CASTIGOS

 

 

Pasaje clave: Levítico 26:14 al 29.

 

¡No es pavada lo que acabas de leer!

 

¿Sabes por qué Dios castiga? Porque Él es justo.

 

Su justicia no es como la nuestra: “Si nos cae bien…”, “si es nuestro amigo…“, “si a cambio nos hace algunos favorcillos…“, entonces somos mas blanditos, pasamos por alto ciertas cosas y listo. En cambio si no lo soportamos, si nos trató mal, si estabamos esperando tener la oportunidad para vengarnos, entonces volcamos sobre esa persona toda nuestra ira. Pero Dios no es así.

Dios no administra justicia según las apariencias, ni lo hace por “amiguismo”. Su justicia no es ira descontrolada, ni bronca contenida que se libera con crudeza porque “no se la aguanta más”. Él no esta esperando tomarse revancha. Él es justo. Él le da a cada uno lo que cada uno merece según sus obras. Dios no pacta con la injusticia ni con el pecado. Dios no trata igual a los que le obedecen, le aman y le creen que a aquellos que lo tratan como si fuese un invento religioso o se dedican, deliberadamente, a ignorarlo.

Y si bien para Dios no hay “pecados grandes” ni “pecados chicos” (la mentirita piadosa no existe, es mentira y punto), Él emite justicia en función de la gravedad del pecado, de las consecuencias que produjo y de las intenciones con las que fue cometido.

La gravedad y las consecuencias del pecado.

No es lo mismo robarte 50 centavos que tener sexo con tu novia. Ambas son conductas pecaminosas pero la gravedad y las consecuencias son absolutamente distintas.

No es lo mismo copiarle el examen a tu compañero que robar a mano armada. Ambas son conductas pecaminosas pero la gravedad y las consecuencias son absolutamente distintas.

Las intenciones.

Por ejemplo: Le digo algo a alguien, sin embargo, esa persona lo toma mal (aunque no fue nada malo lo que le dije), se siente ofendida y dolida por mis palabras. Sin saberlo, pequé contra ella aunque no fue mi intención lastimarla.

En cambio cuando deliberadamente digo o hago cosas que lastiman a otros, no tengo excusas, porque tuve la intención pecaminosa de hacer lo que hice. Dios no juzga igual ambas conductas.

¡Un corazón muy, muy grande!

Así es el corazón de Dios. Él siempre te da nuevas oportunidades cuando tú estás dispuesto a reconocer tu pecado y a humillarte (26:40-45).

Extracto del libro: “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Éxodo/Levítico”

 

 

 

Por Edgardo Tosoni

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

 

 

¿Lo olvidará?

 

"Y nunca más me acordaré de sus pecados y transgresiones." Hebreos 10: 17.


Cuando el pecado está a la luz de Dios el primer instinto del hombre es temer a que sea imperdonable.Pues sabe en su interior que ha ofendido a Dios y que el pecado acarrea castigo, por esta razón nace la culpa en el corazón.

Cuando una persona que no puede pasar por alto fácilmente las ofensas cometidas por otros, llega a la determinación de que, así mismo, el Señor sencillamente no podrá perdona Ese pensamiento ayuda a profundizar la seguridad de que Dios no pasará por alto su falta; y en consecuencia, se encontrará desalentado y desesperanzado de alcanzar misericordia.

Lo cierto es que Dios perdona los pecados de una forma completa y, aunque muchos creen que Dios tiene guardado un gran castigo para ellos, debemos recordar Isaías 43:25 que dice: "Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados." Si dice su Palabra que borrará y se olvidará de nuestras rebeliones ¿por qué Dios prepararía un castigo para después?


¿Por qué olvida Dios nuestro pecado?

 

 Por el gran hecho de que Él mira a Su Hijo Jesús cargando con el pecado. Cuando el Padre vio a Su Unigénito sufriendo hasta la muerte, esto le causó una impresión tan tremenda, que Él recuerda el sufrimiento de Su Hijo en el lugar y posición de todos nosotros. Esto realizó una limpieza total en la eterna memoria de Dios de todos los pecados de aquellos por los que Cristo murió.

En realidad ningún ser humano hizo algún mérito para obtener el perdón de Dios, es algo que por gracia y amor se nos fue otorgado.

Por todo esto, acércate a Dios con humildad y pídele perdón con la seguridad que Él te perdonará, ten presente Job 33:27-28 “Él mira sobre los hombres; y al que dijere: Pequé, y pervertí lo recto,Y no me ha aprovechado,Dios redimirá su alma para que no pase al sepulcro,Y su vida se verá en luz.”

El tamaño de tu pecado no se compara con el gran amor que Dios tiene por ti así que confía, Él te perdonará.

“Perdonaré sus maldades y nunca más me acordaré de sus pecados” Hebreos 8:12 (NTV)

 

 

 

Soraida Fuentes
CVCLAVOZ