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Marcos 10: 29-30 La Biblia de las Américas (LBLA)

Peligro de las riquezas

 

 

23 Jesús, mirando en derredor, dijo* a sus discípulos: ¡Qué difícil será para los que tienen riquezas entrar en el reino de Dios! 24 Y los discípulos se asombraron de sus palabras. Pero Jesús respondiendo de nuevo, les dijo*: Hijos, ¡qué difícil es entrar en el reino de Dios[h]! 25 Es más fácil que un camello pase por el ojo de una[i]aguja, que el que un rico entre en el reino de Dios. 26 Ellos se asombraron aún más, diciendo entre sí[j]: ¿Y quién podrá salvarse?27 Mirándolos Jesús, dijo*: Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque todas las cosas son posibles para Dios.28 Entonces Pedro comenzó a decirle: He aquí, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido. 29 Jesús dijo: En verdad os digo: No hay nadie que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o madre, o padre, o hijos o tierras por causa de mí y por causa del evangelio, 30 que no reciba cien veces más ahora en este tiempo: casas, y hermanos, y hermanas, y madres, e hijos, y tierras junto con persecuciones; y en el siglo venidero, la vida eterna. 31 Pero muchos primeros serán últimos, y los últimos, primeros.

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

¿Cómo Tener Consuelo En La Tribulación? 5 Claves Bíblicas
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“DIOS LA AYUDARÁ AL CLAREAR LA MAÑANA”. (Salmo 46:5)
Cuando tu mundo se viene de repente abajo, recuerda: ¡los planes de Dios para tu vida no han sido anulados! Cuando te sientas atrapado, sin ver la salida por ninguna parte, recuerda lo siguiente:

1) Busca el río.
“Del río sus corrientes alegran la ciudad de Dios”. (Salmo 46:4). En el simbolismo del Antiguo Testamento, el río representa la provisión de Dios para cualquiera de tus necesidades. Cuando parezca que todas las fuentes de abastecimiento humanas se han secado, no temas, busca el río.

2) Busca la ciudad.
Dios ha plantado Su “ciudad de Dios, la santa habitación del Altísimo” (Salmo 46:4, NVI), en medio de tus circunstancias. La ciudad de Dios, el símbolo de Su presencia y poder, garantiza que Él sigue en control y que va a restaurar paz y orden a tu mundo descompuesto.
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3) Busca las señales de la presencia de Dios.
“Dios la ayudará al clarear la mañana” (Salmo 46:5). La aurora, el símbolo de un nuevo comienzo, te da confianza de que más allá de este tiempo de problemas y pruebas, se acerca un nuevo día. “Nunca decayeron sus misericordias; nuevas son cada mañana. ¡Grande es tu fidelidad!” (Lamentaciones 3:22-23).

4) “Venid, ved las obras del Señor” (Salmo 46:8).
Al recordar la lista de sus hechos poderosos, tu fe se edifica y te recuerda que Él es “el mismo, ayer, hoy y por los siglos” (Hebreos 13:8). Si en circunstancias pasadas, Él tuvo cuidado de ti, también lo hará ahora.

5) Mira a Dios y ten paz.
Basado en los cimientos probados y comprobados de Su poder y fidelidad, puedes vivir según este versículo: “Estad quietos y conoced que yo soy Dios” (Salmo 46:10).

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

REFLEXION

¡Nueva es cada mañana!

 

Es imprescindible que sepamos lo importante que es empezar de nuevo cada mañana. Imagina que hace una semana has trabajado intensamente en la limpieza de tu casa, la has pintado y te has ensuciado completamente, pero hasta ahora no te has cambiado de ropa, ni te has bañado ¿Cómo te sentirías? Personalmente incómoda, avergonzada, y sin ganas de salir afuera.

Muchas veces nos encontramos así delante de Dios, hemos pecado y le hemos pedido perdón por fallarle pero continuamos llevando la culpa en nuestra espalda, es decir, la misma ropa, por lo que nos da vergüenza acercarnos a Él, no podemos empezar de nuevo, ni emprender lo grande que tiene para nosotros.

Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad. Lamentaciones 3:22-23
¡Dios es tan bueno que su palabra dice que cada mañana es nueva! ¿Te imaginas si Él trajera cada día los errores que hemos cometido en el pasado? Nunca tendríamos paz. Es trascendental que comprendas que para Él no es importante tu pasado, sino lo que hagas este nuevo día que te dio, cómo lo utilizarás, que alcanzarás, avanzarás o retrocederás.

Este nuevo día te animo a cambiarte de ropa y dejar el pasado atrás. Te sugiero empezar haciendo que tus rodillas toquen primero el suelo antes que tus pies, pídele perdón de los pecados que has cometido, después cántale una canción y ¡empieza de nuevo! Acepta el perdón de Dios y comienza a luchar para alcanzar lo que te ha prometido.

También busca ser como Él porque como hijos debemos seguir sus pasos. La amargura y resentimiento no vienen de Dios, sino del enemigo porque a él no le gusta avanzar sino retroceder, así que si alguien te falló o estás enojado con alguien dale otra oportunidad. No mires su pasado, sino tu futuro, ¡no con tus ojos sino con los ojos de Dios!

 

 

 

Shirley Chambi 
CVCLAVOZ