http://unencuentroconlapalabra1.jimdo.com/

facebook un encuentro con la palabra

http://www.amigosporisrael.org/

 

2 Corintios 2 : 4 La Biblia de las Américas (LBLA)

Problemas en la iglesia de Corinto

 

 

 

Pero en mí mismo decidí esto: no ir otra vez a vosotros con tristeza. Porque si yo os causo tristeza, ¿quién será el que me alegre sino aquel a quien entristecí? Y esto mismo os escribí, para que cuando yo llegue no tenga tristeza de parte de los que debieran alegrarme, confiando en todos vosotrosde que mi gozo sea el mismo de todos vosotros. Pues por la mucha aflicción y angustia de corazón os escribí con muchas lágrimas, no para entristeceros, sino para que conozcáis el amor que tengo especialmente por vosotros.

Pero si alguno ha causado tristeza, no me la ha causado a mí, sino hasta cierto punto (para no exagerar[a]) a todos vosotros. Es suficiente para talpersona este castigo que le fue impuesto por la mayoría; así que, por el contrario, vosotros más bien deberíais perdonarlo y consolarlo, no sea que en alguna manera éste[b] sea abrumado por tanta[c] tristeza. Por lo cual os ruego que reafirméis vuestro amor hacia él. Pues también con este fin os escribí, para poneros a prueba[d] y ver si sois obedientes en todo. 10 Pero a quien perdonéis algo, yo también lo perdono; porque en verdad, lo que yo he perdonado, si algo he perdonado, lo hice por vosotros en presencia de Cristo,11 para que Satanás no tome ventaja sobre nosotros, pues no ignoramos sus ardides.

 

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

¿Que Dice La Biblia Del Coraje?
Publicado por: Pastor Carlos Vargas Valdez en Preguntas y Respuestas Cristianas, Respuestas Cristianas 0

 

 

 

“ESFORZAOS, PUES, Y MANOS A LA OBRA” (2 Crónicas 19:11b)

La palabra coraje tiene su origen en la palabra francesa coeur, que significa: corazón, y por eso decimos: “Arriba los corazones”. La verdad es que:

(1) Se necesita coraje para aceptar la verdad sobre nosotros mismos.
Jesús dijo: “…y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres” (Juan 8:32). Pero antes de que “…la verdad…” nos libere, normalmente nos hace pasarlo mal, ya que la verdad acerca de nosotros mismos no es algo que nos gusta oír.

(2) Se necesita coraje para cambiar cuando nos sentimos más cómodos quedándonos como estamos.
Si estás dispuesto a abandonar tu zona de seguridad, dar un paso en fe y seguir a Dios, vas a ser puesto a prueba. Pero también alcanzarás metas que pensabas que estaban fuera de tu alcance y llegarás más lejos que otros más talentosos que tú.

(3) Se necesita coraje para defender tus convicciones cuando sabes que las van a cuestionar.
Siempre que estés dispuesto a defender algo o a probar algo nuevo, va a haber alguien que te desafiará. Ralph Waldo Emerson escribió: “Para cualquier cosa que hagas, necesitas valor. Ante cualquier decisión que tomes, siempre habrá alguien que te diga que estás equivocado. A menudo surgirán dificultades que te tentarán a creer que los que te critican tienen razón. Para planificar un curso de acción y seguirlo hasta el final, se necesita el tipo de arroje que tiene un soldado. La paz obtiene victorias, pero se necesitan hombres valientes para lograrlas”. Cuando los enemigos de Nehemías le amenazaron, él dijo: “¿Un hombre como yo ha de huir?… No…” (Nehemías 6:11). Así que, reconstruyó los muros de Jerusalén en un tiempo récord de cincuenta y dos días y escribió el libro de la Biblia que lleva su nombre. ¡Eso es coraje!, ¿verdad?

“ESFORZAOS, PUES, Y MANOS A LA OBRA” (2 Crónicas 19:11b)

Cuando se trata de actuar con coraje, te darás cuenta de que:

(1) Normalmente, el coraje implica equivocarse antes de acertar.
Es fácil ser valiente donde eres fuerte; es mucho más difícil donde eres débil, porque es ahí cuando necesitas más coraje. El general Omar Bradley comentó: “El coraje es la capacidad de actuar correctamente, incluso cuando estás medio muerto de miedo”. Creemos equivocadamente que el aprendizaje es pasivo, que aprendemos leyendo un libro o escuchando a un orador. No, el proceso de aprendizaje se resume en estos cinco pasos:

(a) observar,

(b) actuar,

(c) evaluar,

(d) reajustar

y (e) volver al paso b:

(2) El coraje siempre toma el camino hacia arriba.
Jesús dijo: “…a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra…” (Mateo 5:39b). El Dr. James B. Mooneyham escribió: “Cuando llevamos la cuenta de los males que han cometido contra nosotros, estamos revelando una gran falta de madurez. Una vez, Theodore Roosevelt dijo: ‘El ingrediente más importante de la fórmula para el éxito es saber llevarte bien con la gente’. Los que no perdonan son personas que todavía no han aprendido esta verdad y, normalmente, son personas sin éxito. Si quieres mejorar esta área de tu vida, aquí tienes algunas cosas que deberían ayudarte: Primero, perdona; Segundo, piensa cosas buenas de esas personas; es difícil tener sentimientos hostiles hacia alguien a quien ves con buenos ojos; Finalmente, transmite a través de tus actos que eres capaz de perdonar y olvidar. Te ganarás su respeto. Recuerda esto: hacer daño a tu enemigo, te pone por de bajo de su nivel, vengarte, a su altura; no obstante, perdonar te coloca por encima de él”.

“ESFORZAOS, PUES, Y MANOS A LA OBRA” (2 Crónicas 19:11b)

Pablo escribió: “Todas estas cosas padecemos… para que… la acción de gracias sobreabunde para gloria de Dios. Por tanto, no desmayamos; antes, aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día, pues esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria…” (2 Corintios 4:15-17). Fíjate en las palabras: “…no desmayamos”… Siempre que queramos ir hacia delante, no nos van a faltar obstáculos en el camino, y la Palabra de Dios nos dice que no esperemos menos. H.G. Wells preguntó: “¿Qué haría un hombre consigo mismo si no tropezara con algo en el camino?”. ¿Por qué haría tal comentario? Porque la adversidad es nuestra “amiga”, aunque no lo parezca. Cada dificultad que superamos nos enseña sobre nuestras fortalezas y nuestras debilidades. Nos forma y nos hace más sabios y más seguros. La gente más destacada de la historia es la que afrontó con coraje los mayores desafíos y los superó.

Sin duda, esto es cierto en el caso de Winston Churchill. En su libro “El escándalo americano” (American Scandal), Pat Williams relató los últimos meses de la vida de Churchill, y cuenta que en 1.964, el Presidente Eisenhower fue a visitar al anterior Primer Ministro inglés. Eisenhower estaba sentado al lado de la cama del valiente líder y ninguno de los dos hablaba. Después de unos diez minutos, Churchill levantó la mano muy despacio y con detenimiento hizo la señal “V” de victoria que tantas veces había mostrado al pueblo británico durante la guerra. Eisenhower, conteniendo las lágrimas, echó su silla hacia atrás, se levantó, le saludó y abandonó la habitación. Ya en el pasillo, le dijo a su asistente: ‘Acabo de despedirme de Winston, pero uno nunca se debe despedir del coraje’”.

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

¿Y qué recibiré a cambio?

 

 

Es común observar que se realicen favores a cambio de otro favor o que se haga un sacrificio, esto solamente estando seguros que tendremos una recompensa; pero te has preguntado: ¿esta actitud será agradable a Dios?

La palabra de Dios menciona en más de doscientas veces que Él es “Misericordioso” por lo que para responder esta pregunta es preciso entender el significado de misericordia. Lo haremos a través de una parábola que compartió Jesús con sus discípulos:

“Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto. Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo. Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo.

Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia; y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él. Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese.
¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones? Él dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.” Lucas 10:30-37

El sacerdote y el levita, eran hombres religiosos que servían en el templo, por lo que se esperaba que ellos mostraran la actitud de Dios teniendo compasión de aquel viajero, sin embargo, fueron indiferentes a su necesidad. Por otro lado, el samaritano mostró misericordia y lo ayudó. Misericordia es tener compasión de alguien; ayudar por amor sin esperar algo a cambio.

El Señor nos ayuda porque es ¡grande en misericordia! Él nos ama y tiene compasión de nosotros, por esto nos ayuda aunque después no reciba nada de nuestra parte.

La palabra de Dios dice: “Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con Él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús” Efesios 2:4-6

Estábamos muertos en el pecado por tanto no teníamos nada que ofrecer a Dios, ¡todo lo contrario! Recibimos vida por medio de Cristo, quién pagó el precio de nuestro pecado en la cruz y gracias a este sacrificio fuimos rescatados.

Así como Dios muestra su misericordia por ti en todo momento, te pide que hagas lo mismo. Si tienes la posibilidad de ayudar a alguien en estos momentos ¡hazlo! Y si sabes que no podrá devolverte el favor ¡mucho mejor! Porque entonces estarás teniendo la actitud de Cristo.

¡No seas un religioso, sé cómo Jesús!

 

 

 

Shirley Chambi
CVCLAVOZ