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Mateo 12:16 La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

 

 

Jesús, el siervo escogido

 

 

15 Mas Jesús, sabiéndolo, se retiró de allí. Y muchos le siguieron, y los sanó a todos. 16 Y les advirtió que no revelaran quién era El[g]17 para que se cumpliera lo que fue dicho por medio del profeta Isaías, cuando dijo:

18 Mirad, mi Siervo[h]a quien he escogido[i];
mi amado en quien se agrada[j] mi alma;
sobre El pondre mi Espiritu,
y a las naciones[k] proclamara justicia[l].
19 No contendera, ni gritara,
ni habra quien en las calles oiga su voz.
20 No quebrara la caña cascada,
ni apagara la mecha que humea,
hasta que lleve[m] a la victoria la justicia[n].
21 en su nombre pondran las naciones[o] su esperanza.

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 · 

REFLEXION

Jovenes Cristianos – UN CORAZON AL DESCUBIERTO

 

 

Pasaje clave: Génesis 4:1-15.

 

 

Y Dios Miró.

¿Prestaste atención al versículo 5? ¿Qué es lo que Dios mira?

Aquí hay un doble mirar de Dios. Mira a Caín y mira su ofrenda.

En el versículo 4 también hubo un doble mirar de Dios: miró a Abel y miró su ofrenda.

¿Te das cuenta lo que significa esto?

Dios primeramente miró al hombre que ofrendaba y después miró su ofrenda. Y su mirada fue de agrado para Abel y de desagrado para Caín. No es posible separar la ofrenda del hombre. La ofrenda es una expresión de la persona. Para que te resulte más claro: todo lo que haces y lo que le das o no a Dios (tiempo, dinero, esfuerzo, talentos, capacidades, etc.) es un reflejo de tu corazón.

Dios hubiera aceptado la ofrenda de Caín si su corazón hubiera sido recto. Pero Dios miró su corazón y encontró allí cosas que no le agradaron. Dios no lo rechazó a Caín, pero sí rechazó su ofrenda, porque no había en él un corazón conforme a Dios.

Quiero que entiendas esto: Dios sabía cuánto se había sacrificado Caín (trabajar la tierra no es para flojos ni para perezosos), y sabía cuánto anhelaba Caín que su ofrenda fuese aceptada, pero para Dios pesa más lo de adentro. Lo de adentro revela exactamente cómo somos.

¿Qué fue lo que Dios miró en Caín?

Vuelve a leer el vs.5. Caín tiene dos actitudes que son el reflejo de su corazón: se enoja muchísimo y se deprime muchísimo.

Enojarse “en gran manera” es estar completamente fuera de control, con una locura enorme. Y a esto se le sumó su estado depresivo.

Al rechazar su ofrenda, Dios permitió que el corazón de Caín fuese descubierto y que todo aquello que había en él se manifestase.

Lee, ahora, los vs. 8 y 9. Dos actitudes más manifiestan también lo que había en su corazón: asesina a su hermano y le miente a Dios procurando ocultar su pecado.

Pero esto se produce después de la propuesta que Dios le hizo en los vs.6 y 7 y que Caín deliberadamente rechazo.

Dios se acerca a Caín. Dios busca el diálogo con él. Dios le ofrece arrepentimiento para ser enaltecido (levantado, puesto en alto). Dios le está hablando a Caín de restauración. Le estaba diciendo que podía volver a empezar si hacía bien las cosas. Pero está bastante claro, por lo que pasó después, que el rencor en el corazón de Caín fue mucho más fuerte que la gracia y la misericordia de Dios.

Y ahora sí, todo el corazón carnal de Caín fue completamente revelado: enojo, depresión, rencor, homicidio y engaño. ¿Entiendes, ahora, por qué Dios rechazó su ofrenda?

Piénsalo.

¿Cómo está tu corazón delante de Dios?

¿Qué cosas están muy escondidas allí que todavía no arreglaste seriamente con Dios?

¿Cómo reaccionas o qué expresas cuando algo tuyo no es aprobado o aceptado?

¿Cómo tratas a tus hermanos cuando sus ofrendas son aceptadas, cuando sus ministerios son reconocidos o cuando son elegidos en lugar tuyo?

¿Continuas amando a tu hermano o lo “asesinas” con tus palabras, tus indiferencias y tus críticas?

Extracto del libro: “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Génesis”

 

 

 

Por Edgardo Tosoni

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

 

Clamor

 

 

Hoy podrías haber despertado con una tristeza inusual, algo que te angustia o preocupa está dejando tu corazón inquieto.

Lo cierto es que cada persona tiene diferentes situaciones que tiene que afrontar y, muchas veces, consumen la paz.

El Rey David expresó su angustia cuando sus enemigos y Saúl lo perseguían, en el Salmo 18:4-5 dice: “Me rodearon ligaduras de muerte, Y torrentes de perversidad me atemorizaron. Ligaduras del Seol me rodearon, me tendieron lazos de muerte.”

El sentirte inseguro y frágil es normal cuando vemos el problema más grande que nuestras propias fuerzas, y verse impotente interrumpe nuestra fe. Sin embargo, lo importante es no quedarse en ese estado, pues mientras más tiempo nos quedamos en ese lugar nuestra angustia crecerá y podríamos terminar muy mal.
Versículos posteriores al Salmo 18:6 dice: “En mi angustia yo invoqué al Señor, y clamé a mi Dios. Mi clamor llegó hasta sus oídos y desde su Templo oyó mi voz. Desde lo alto su mano me tomó, y me rescató de las aguas profundas.”

“Clamar” significa grito de auxilio, pedir una cosa con pasión y desesperación. Cuando una persona está necesitada de socorro, cuando sufre un accidente, no le importa gritar lo más fuerte posible porque sabe que si no se deja escuchar nadie correrá a ayudarlo.

Cuando estés necesitado, no le pongas límite a tu súplica a Dios, búscalo de todo corazón y recibirás su mano de ayuda, así como David la recibió: “Extendió la mano desde lo alto y me tomó; me sacó de las muchas aguas. Me libró de mi poderoso enemigo, y de los que me aborrecían, pues eran más fuertes que yo. Se enfrentaron a mí el día de mi infortunio, mas el Señor fue mi sostén.” Salmos 18:16-18 (LBLA).

¡Alégrate! pon tu confianza en Aquél que todo lo puede y quien te escucha en todo tiempo.

 

 

 


Soraida Fuentes
CVCLAVOZ