http://unencuentroconlapalabra1.jimdo.com/

http://unencuentroconlapalbra.blogspot.com.co/

https://www.facebook.com/unencuentroconlapalbra

http://www.amigosporisrael.org/

https://montesioncolombia.org/

 

Daniel 8:9-12 La Biblia de las Américas

Visión del carnero y del macho cabrío

 

Y de uno de ellos salió un cuerno pequeño, que creció mucho hacia el sur, hacia el oriente y hacia la Tierra Hermosa[i]. 10 Creció hasta el ejército del cielo, e hizo caer a la tierra parte del ejército y de las estrellas, y las pisoteó. 11 Se engrandeció hasta igualarse con el Jefe[j] del ejército, le quitó su sacrificio continuo y fue derribado el lugar de su santuario. 12 Y el ejército será entregado al cuerno junto con el sacrificio continuo a causa de la transgresión; arrojará por tierra la verdad y hará su voluntad y prosperará. 13 Oí entonces hablar a un santo, y otro santo dijo al que hablaba: ¿Hasta cuándo durará la visión del sacrificio continuo, de la transgresión que espanta, y de que el lugar santo y el ejército sean pisoteados? 14 Y le[k] respondió: Por dos mil trescientas tardes y mañanas; entonces el lugar santo será restaurado[l].

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

 

REFLEXION

El fruto que Dios espera de ti

Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ

El fruto es el resultado evidente de quiénes somos y a quién tenemos en nuestro corazón. Por esta razón, en la parábola de la higuera estéril Jesús ilustra que Dios busca que demos fruto.

«Un hombre plantó una higuera en su jardín, y regresó varias veces para ver si había dado algún fruto, pero siempre quedaba decepcionado. Finalmente le dijo al jardinero: “Llevo tres años esperando, ¡y no ha producido ni un solo higo! Córtala, solo ocupa espacio en mi jardín”. El jardinero respondió: “Señor, dale otra oportunidad. Déjala un año más, y le daré un cuidado especial y mucho fertilizante. Si el año próximo da higos, bien. Si no, entonces puedes cortarla”».

Lucas 13:6-9 (NTV)

Antes de citar esta parábola, Jesús advierte que, si no hay arrepentimiento en nuestras vidas, moriremos en pecado. Y la manera de demostrar que hemos cambiado nuestra manera de vivir es dando fruto.

Dios espera que demos fruto

Todos aquellos que hemos aceptado a Jesús en nuestro corazón hemos entrado en el jardín de Dios y Él espera que demos fruto.

Dios es nuestro amo y Jesús es el Jardinero, y está a la derecha del Padre rogándole para que tengamos más tiempo de gracia si hasta hoy no hemos dado fruto y así no ser desechados como la higuera estéril.

¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.

Romanos 8:34 (RVR 1960)

Última oportunidad

El amo esperó tres años para que la higuera diera fruto y al ver que no hubía ninguno, pidió cortarla. Pero, el jardinero intercedió para que tuviera una última oportunidad, un año de gracia, y en caso de no dar fruto, el árbol sería retirado del jardín para siempre.

Dios es compasivo y está siempre dispuesto a perdonarnos, pero también nos muestra que todo tiene un límite. Por lo tanto, si hasta hoy no has dado el fruto que Dios espera de ti, es mejor que te arrepientas y aproveches este tiempo de gracia.

Jesús está intercediendo ante el Padre en este momento por tu vida, aprovecha esta ayuda de Jesús y deja que Él cambie tu vida. Reconócelo como tu Señor y Salvador. Seguidamente, vive en obediencia a su palabra y unido a Él.

Ciertamente, yo soy la vid; ustedes son las ramas. Los que permanecen en mí y yo en ellos producirán mucho fruto porque, separados de mí, no pueden hacer nada.

Juan 15:5 (NTV)

Diego Jora

CVCLAVOZ

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

 

REFLEXION

Tu palabra es la voz que necesito escuchar

Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ

Cuando enfrentamos situaciones difíciles o nos sentimos perdidos, buscamos ayuda en todas partes, lo curioso es que ponemos como última opción la voz de Dios.

Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.

Mateo 7:26-27 (RVR 1960)

Tu palabra es la voz que me salvó

Recuerdo la historia de una mujer que estaba a punto de divorciarse, su matrimonio enfrentaba una crisis después de veinte años. Para saciar su necesidad de amor ella consideró ser infiel a su esposo, pero justo cuando iba a asistir a una cita, prefirió escuchar la voz de Dios y fue a una iglesia.

Ella conoció el amor de Dios y decidió renunciar al pecado; pero, aún el tema de su matrimonio no estaba resuelto y un día, su esposo la vio danzando y alabando al Señor a solas, pensó que se había vuelto loca y procedió con los papeles del divorcio.

Un domingo el hombre regresó temprano a casa, lo que era muy raro, y se encontró con que su esposa había ido a la iglesia con sus hijos y, al no tener llaves para entrar a su casa, fue a buscarla.

Él cuenta que entró obligado a la reunión puesto que su esposa estaba sentada adelante. La sorpresa fue grande cuando al finalizar la enseñanza pasó al frente llorando y entregando su vida a Cristo. Su matrimonio fue restaurado porque ambos decidieron escuchar la voz de Dios.

Necesito escucharte

Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.

Mateo 7:24 (RVR 1960)

En los momentos difíciles debemos comprender que la Palabra de Dios es la voz que necesitamos escuchar, solamente por medio de ella recibiremos sabiduría, guía y dirección para nuestras vidas. Te animo a detenerte por un momento para oír la voz del Señor, estoy segura de que Él tiene algo importante que decirte.

Shirley Chambi

CVCLAVOZ