Hechos 17:23 La Biblia de las Américas (LBLA)
Pablo en Atenas
16 Mientras Pablo los esperaba en Atenas, su espíritu se enardecía[o] dentro de él al contemplar la ciudad llena de ídolos. 17 Así que discutía en la sinagoga con los judíos y con los gentiles temerosos de Dios, y diariamente en la plaza con los que estuvieran presentes. 18 También disputaban con él algunos de los filósofos epicúreos y estoicos. Y algunos decían: ¿Qué quiere decir este palabrero[p]? Y otros: Parece ser un predicador de divinidades extrañas[q] —porque les predicaba a[r] Jesús y la resurrección. 19 Lo tomaron y lo llevaron al[s] Areópago[t], diciendo: ¿Podemos saber qué es esta nueva enseñanza que proclamas[u]? 20 Porque te oímos decir[v] cosas extrañas; por tanto, queremos saber qué significan. 21 (Pues todos los atenienses y los extranjeros de visita allí, no pasaban el tiempo en otra cosa sino en decir o en oír algo nuevo.) 22 Entonces Pablo poniéndose en pie en medio del Areópago[w], dijo: Varones atenienses, percibo que sois muy religiosos[x]en todo sentido. 23 Porque mientras pasaba y observaba los objetos de vuestra adoración, hallé también un altar con esta inscripción: AL[y] DIOS DESCONOCIDO. Pues lo que vosotros adoráis sin conocer, eso os anuncio yo. 24 El Dios que hizo el mundo y todo lo que en él hay, puesto que es Señor del cielo y de la tierra, no mora en templos hechos por manos de hombres, 25 ni es servido por manos humanas, como si necesitara de algo, puesto que El da a todos vida y aliento y todas las cosas; 26 y de uno[z] hizo todas las naciones del mundo[aa] para que habitaran sobre toda la faz de la tierra, habiendo determinado sus tiempos señalados y los límites de su habitación, 27 para que buscaran a Dios, si de alguna manera, palpando, le hallen, aunque no está lejos de ninguno de nosotros; 28 porque en El vivimos, nos movemos y existimos[ab], así como algunos de vuestros mismos poetas han dicho: “Porque también nosotros somos linaje suyo.”29 Siendo, pues, linaje de Dios, no debemos pensar que la naturaleza divina sea semejante a oro, plata o piedra, esculpidos por el[ac] arte y el pensamiento humano. 30 Por tanto, habiendo pasado por alto los tiempos de ignorancia, Dios declara ahora a todos los hombres, en todas partes, que se arrepientan, 31 porque El ha establecido un día en el cual juzgará al mundo[ad] en justicia, por medio de un Hombre a quien ha designado, habiendo presentado pruebas a todos los hombres al resucitarle[ae] de entre los muertos.
32 Y cuando oyeron de la resurrección de los muertos, algunos se burlaban, pero otros dijeron: Te escucharemos otra[af] vez acerca de esto. 33 Entonces Pablo salió de entre ellos. 34 Pero algunos se unieron a él y creyeron, entre los cuales estaban[ag] Dionisio el areopagita, una mujer llamada Dámaris y otros con ellos.
REFLEXION
Jovenes Cristianos – PROPIEDAD EXCLUSIVA DE DIOS
Pasaje clave: Levítico 27.
Levíticos finaliza con un capítulo dedicado a las personas consagradas, los animales consagrados, las casas consagradas, las propiedades consagradas, los objetos y los diezmos consagrados a Dios. Cuando algo se consagra a Dios pertenece exclusivamente a Él. Es su propiedad. Y es declarado santo.
Si tú consagras tu vida completamente a Dios (haces un voto o una promesa de consagración), esto significa que en nada ni por nada puedes contaminarte, ensuciarte o mezclarte con cosas que deshonran a Dios. No significa que te vuelves “libre de todo pecado y nunca más pecarás”. Tampoco significa que pierdes la facultad de vivir, o pierdes la alegría y te encierras en la iglesia para olvidarte del mundo que te rodea y ser saaaaanto ¡No! Significa que tienes que cuidar y mantener tu santidad en el día a día. Mientras trabajas o estudias, mientras ves un partido de fútbol o escuchas música, estés en la iglesia o fuera de ella. Y si no te queda muy claro mira en los Evangelios el modelo de vida de Jesús, porque es el mismo modelo de consagración que tú y yo debemos seguir.
Si consagras a Dios, por ejemplo, tus ojos (miradas) diciéndole: “Señor, mis ojos y mis miradas de ahora en más están dedicadas a ti, para mirar lo que te honre y todo aquello que me edifique”; entonces ¡basta de pornografía! ¡Basta de películas o CD eróticos! ¡Basta de hentai o yaoi! ¡Basta de tener tus ojos pegados a la cola de todas las chicas (o de los chicos)!
Si tú consagras algún objeto (instrumento de trabajo, de música, TV, videograbadora, minicomponente, PC, auto, o lo que fuere) a Dios, ese objeto consagrado es para uso exclusivo de sus cosas santas, no lo mezcles con nada pecaminoso. Por ejemplo: Si consagras tu equipo de música y le dices a Dios: “Señor, este equipo de música que tú me permites tener, de ahora en más lo dedico a ti para un uso santo, para tú servicio”; no vuelvas a usarlo para escuchar música con contenidos que deshonran a Dios (“contenidos” dije, no estilos musicales), ni para grabar y vender CDs truchos. ¿Entiendes?
Si consagraste tu PC a Dios para usarla en distintos ministerios, (diseñando revistas, folletos, invitaciones, transcribiendo mensajes o estudios bíblicos, enviando e-mail, armando la pagina web de tu ministerio juvenil, etc.), entonces elimina del disco rígido los juegos satánicos que tengas (¿hace falta que te diga cuáles son?), no vuelvas a navegar por las páginas de sexo en Internet, deja de usar tu lectora o grabadora de CD para ver o reproducir contenidos sexuales, violentos o satánicos.
Piénsalo.
Si tu vida no está primeramente consagrada a Dios difícilmente puedas o quieras consagrar a Él otras cosas. No importa cuántas promesas o cuantas oraciones le hagas a Dios, sino te entregas real y completamente a Él todo lo que digas es sencillamente una mentira.
Extracto del libro: “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Éxodo/Levítico”
Por Edgardo Tosoni
REFLEXION
La Puerta
En una tierra en guerra, había un rey que causaba espanto. Siempre que hacía prisioneros, no los mataba, los llevaba a una sala donde había un grupo de arqueros de un lado y una inmensa puerta de hierro del otro, sobre la cual se veían grabadas figuras de calaveras cubiertas de sangre. En esta sala el rey les hacía formar un círculo y les decía entonces... "Ustedes pueden elegir entre morir atravesados por las flechas de mis arqueros o pasar por esa puerta misteriosa".
Todos elegían ser muertos por los arqueros. Al terminar la guerra, un soldado que por mucho tiempo sirvió al rey se dirigió al soberano y le dijo:
-"Señor, ¿puedo hacerle una pregunta?"
Y le responde el rey:
-"Dime soldado".
-"¿Qué había detrás de la horrorosa puerta?".
-"Ve y mira tú mismo", respondió el rey.
El soldado entonces, abrió temerosamente la puerta y, a medida que lo hacía, rayos de sol entraron y aclararon el ambiente... y, finalmente, descubrió sorprendido que la puerta se abrió sobre un camino que conducía a la libertad.
El soldado admirado sólo miro a su rey que le decía:
-"Yo daba a ellos la elección, pero preferían morir que arriesgarse a abrir esta puerta".
¿Cuántas puertas dejamos de abrir por temor?.
¿Cuántas veces perdemos la libertad y morimos por dentro, solamente por sentir miedo de abrir la puerta de nuestros sueños o nuestras metas?
Juan 10:9
"Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos."
Apocalipsis 3:8
"Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi
nombre."