http://unencuentroconlapalabra1.jimdo.com/

http://unencuentroconlapalabra.blogspot.com.co/

https://www.facebook.com/unencuentroconlapalbra

http://www.amigosporisrael.org/

 

 

Jeremías 20:13 La Biblia de las Américas (LBLA)

 

Lamento del profeta

 

 

Me persuadiste[e], oh Señor, y quedé persuadido[f];
fuiste más fuerte que yo y prevaleciste.
He sido el hazmerreír cada día;
todos se burlan de mí.
Porque cada vez que hablo, grito;
proclamo: ¡Violencia, destrucción!
Pues la palabra del Señor ha venido a ser para mí
oprobio y escarnio cada día.
Pero si digo: No le recordaré
ni hablaré más en su nombre,
esto se convierte dentro de mí[g] como fuego ardiente
encerrado en mis huesos;
hago esfuerzos por contenerlo,
y no puedo.
10 Porque he oído las murmuraciones de muchos:
¡Terror por todas partes!
¡Denunciadle, denunciémosle!
Todos mis amigos de confianza[h],
esperando mi caída, dicen:
Tal vez será persuadido[i], prevaleceremos contra él
y tomaremos de él nuestra venganza.
11 Pero el Señor está conmigo como campeón temible;
por tanto, mis perseguidores tropezarán y no prevalecerán.
Quedarán muy avergonzados, pues no han triunfado,
tendrán afrenta perpetua que nunca será olvidada.
12 Oh Señor de los ejércitos, que pruebas al justo,
que ves las entrañas[j] y el corazón,
vea yo tu venganza sobre[k] ellos,
pues a ti he encomendado mi causa.
13 Cantad al Señor, alabad al Señor,
porque ha librado el alma del pobre
de manos de los malvados.

14 Maldito el día en que nací;
el día en que me dio a luz mi madre no sea bendito.
15 Maldito el hombre que dio la noticia
a mi padre, diciendo:
¡Te ha nacido un hijo varón!,
haciéndolo muy feliz.
16 Sea ese hombre como las ciudades
que el Señor destruyó sin piedad[l];
oiga gritos de mañana
y alaridos[m] al mediodía,
17 porque no me mató en[n] el vientre
para que mi madre hubiera sido mi sepultura,
y su vientre embarazado para siempre.
18 ¿Por qué salí del vientre
para ver pena y aflicción,
y que acaben en vergüenza mis días?

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

Jesús Es El Único Camino
Publicado por: Devocionales en Devocional Diario 0


Jesús es el único camino la verdad y la vida
VENID A MÍ APRENDED DE MÍ (Mateo 11:28-29)

Imagínate que eres un niño estudiando astronomía. Lees acerca del primer viaje a la luna y le haces a tu profesor un montón de preguntas sobre los viajes espaciales. ¿Cómo es estar en la luna?.
El profesor responde: Bueno, me imagino o pienso que o posiblemente porque él nunca ha estado allí. Pero al día siguiente el astronauta Neil Amstrong llega a tu clase. Y el profesor dice: Hacedle todas las preguntas que tengáis, y Amstrong las responde con autoridad y certeza. Él conoce la luna, ha caminado por ella; no duda ni especula sino que habla con convicción.

También Jesús les enseñaba como quien tiene autoridad (Mateo 7:29). Jesús conoce las dimensiones del cielo, se sabe la letra de todas las canciones del coro de los ángeles, tiene un conocimiento incomparable de Dios. Y quiere compartir esos conocimientos contigo:

Nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni nadie conoce al Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar (Mateo 11:27).

Jesús El Camino La Verdad Y La Vida
Pero date cuenta de lo que Jesús dijo a continuación: Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados… aprended de mí y hallaréis descanso para vuestras almas (Mateo 11:28-29).

Subraya las palabras aprended de mí. Aprende de mí cómo manejar tu dinero, tu matrimonio y tus cambios de humor. Aprende de mí cómo vivir adecuadamente en la tierra y cómo ir al cielo cuando te mueras. ¡Y todos tenemos mucho que aprender!.

La llamada “era de la información” se ha convertido en la “era de la confusión”. Tenemos demasiada información de cómo hacer las cosas pero muy escasa de la razón de las mismas. Necesitamos respuestas y el único que las tiene es Jesús. ¿Pero puedo confiar en Él? ¡Sólo hay una manera de averiguarlo!.

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

REFLEXION

¿A quién sirven los que sirven?

 

 

“Más os ruego, hermanos, que os fijéis en los que causan divisiones y tropiezos en contra de la doctrina que vosotros habéis aprendido, y que os apartéis de ellos. Porque tales personas no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres, y con suaves palabras y lisonjas engañan los corazones de los ingenuos. Porque vuestra obediencia ha venido a ser notoria a todos, así que me gozo de vosotros; pero quiero que seáis sabios para el bien, e ingenuos para el mal.” Romanos 16: 17-19.

La simple lectura del capítulo 16 de Romanos nos muestra una lista de personas a la que el Apóstol Pablo quería saludar, quizás para nosotros como lectores sea simplemente eso, pero para él, seguramente eran personas muy importantes, ya sea porque él mismo les habría compartido la fe o bien porque eran valiosas para la expansión del Reino.

Pero en medio de esta lista de saludos, Pablo introduce una advertencia contra las personas que causan divisiones y tropiezos enseñando una doctrina equivocada. La recomendación es apartarse de tales personas porque son motivadas por fines personales o egoístas, ya que solo se sirven a sí mismos.

Sucedía que en las iglesias que el Apóstol plantaba estableciendo fundamentos sólidos, luego de su partida, falsos maestros se infiltraban tratando de predicar un Evangelio distinto, en muchos casos relacionados con el cumplimiento de las tradiciones judías.
Más allá de lo que pasaba puntualmente en la iglesia de Roma, podemos adoptar las mismas recomendaciones para el presente. Muchas veces hay infiltrados en las iglesias que deslumbran con sus dones o talentos, sin embargo al poco tiempo vemos con tristeza que los frutos que dejan, no son otros que divisiones para la iglesia y tropiezo para aquellos que los siguen. Bajo una apariencia de piedad sirven a sus propios intereses o necesidades de exposición.

Los cristianos de la iglesia de Roma se habían ganado un muy buen nombre entre los creyentes, ya que su obediencia era notoria a todos y esto era motivo de gran alegría para el Apóstol Pablo. Por lo tanto los exhorta a ser sabios para el bien, lo cual significa ser instruidos de la Palabra e ingenuos para el mal, lo que representa una advertencia para no mezclarse con lo malo. En relación a esto, Pablo en su primera carta a los Corintios dice: “Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en cuanto a la malicia, y maduros en cuanto al modo de pensar" (1 Corintios 14:20).

 

 


Daniel Zangaro
CVCLAVOZ