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1 Juan 3:2 La Biblia de las Américas (LBLA)

Los hijos de Dios

 

Mirad cuán gran amor[a] nos ha otorgado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; y eso somos. Por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a El. Amados, ahora somos hijos de Dios y aún no se ha manifestado lo que habremos de ser. Pero sabemos que cuando El se manifieste[b], seremos semejantes a El porque le veremos como El es.Y todo el que tiene esta esperanza puesta en El, se purifica, así como El es puro. Todo el que practica el pecado, practica también la infracción de la ley[c], pues[d] el pecado es infracción de la ley[e]. Y vosotros sabéis que El se manifestó a fin de quitar los[f] pecados, y en El no hay pecado.Todo el que permanece en El, no peca; todo el que peca, ni le ha visto ni le ha conocido. Hijos míos[g], que nadie os engañe; el que practica la justicia es justo, así como El es justo. El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo ha pecado[h] desde el principio. El Hijo de Dios se manifestó con este propósito: para destruir[i] las obras del diablo.Ninguno que es nacido[j] de Dios practica[k] el pecado, porque la simiente de Dios[l] permanece en él; y no puede pecar, porque es nacido[m] de Dios. 10 En esto se reconocen[n] los hijos de Dios y los hijos del diablo: todo aquel que no practica la justicia, no es de Dios; tampoco aquel que no ama a su hermano. 11 Porque este es el mensaje que habéis oído desde el principio: que nos amemos unos a otros; 12 no como Caín que era del maligno, y mató a su hermano. ¿Y por qué causa lo mató? Porque sus obras eran malas, y las de su hermano justas.

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

¿Cómo Examinar Tus Hábitos Según La Biblia?
Publicado por: Cristianos en Los Cristianos 0


TODAVÍA HOY HACEN COMO ANTES (2 Reyes 17:34)
Dios dijo: “Todavía hoy hacen como antes: no temen a Jehová ni guardan sus estatutos ni sus ordenanzas, ni hacen según la ley y los mandamientos que prescribió el Señor” (2 Reyes 17:34).

Entiende esto: Cuanto más alimentes un hábito, más se apoderará de tu vida. Si no lo crees, pregunta a alguien que se esté recuperando de alguna adicción; sólo estamos dispuestos a cambiar cuando tocamos fondo.

¿Cómo Examinar Tus Hábitos Según La Palabra de Dios?
Los hijos pródigos no vuelven a casa hasta que lo han perdido todo, aunque no tiene qué ser así contigo. Tu Padre celestial está esperando recibirte de nuevo. Eres hijo del Altísimo y la esclavitud no es parte de tu naturaleza. Sin embargo nunca vas a quedar libre hasta que odies tus cadenas. Ya sea que estés atado al abuso de sustancias, a una relación o a una vida desordenada, tus circunstancias no van a cambiar hasta que tu mente se deshaga de antiguos patrones de pensamiento y sea renovada por la Palabra de Dios (véase Romanos 12:2).

Comienza a desarrollar nuevos hábitos, porque lo que haces de forma regular, se convertirá en algo permanente. Comienza con el hábito de leer la Biblia. Que su lectura sea la primera actividad en tu lista de tareas diarias; si no lo haces así, nunca lo harás.

Las Palabras de Dios son vida para los que las hallan (Proverbios 4:22). Aparta un tiempo determinado para orar, o si no, todo lo demás acaparará tu tiempo y no te dejará ni un momento para hacerlo. En oración, Dios te dirá cómo se siente respecto a muchas cosas. ¿Puedes permitirte el lujo de vivir sin su consejo? Asiste a la iglesia con regularidad, apóyala con tus finanzas, ejercita tus dones espirituales y empieza a invertir tiempo y energía en relaciones que te desafíen y afirmen espiritualmente. Dios te dirá cosas en su casa que no te dirá en ningún otro lugar. Tus hábitos diarios están forjando un futuro irreversible. Si quieres saber adónde te diriges ¡examínalos!

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA
 
 

EFLEXION

Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ


Él no te abandonará.

En un paseo familiar cerca de un parque, nos encontramos con un niño que vendía helados, él llevaba en su hombro un recipiente térmico que se veía muy pesado para su edad. Nos acercamos para comprarle unos helados y al ver a otro hombre cerca que también ofrecía lo mismo le pregunté si era su papá y el niño me respondió: “No, el mío se fue con otra mujer”. Mi corazón se hizo añicos al escuchar esas palabras tan duras en un niño que no pasaba de los 10 años, porque ya sabía que su progenitor había preferido una aventura que a su familia.

¿Será que ese niño en el futuro podrá ser un buen esposo o padre, viendo el desamor de su propio progenitor? Es triste ver cómo tantos niños se crían sin su padre, ya sea por el abandono o porque las madres, por una u otra razón, no les permiten verlos. Lo terrible es el sufrimiento silencioso de estos inocentes que a su edad van formando malos paradigmas de su identidad y de su valor.

No obstante quienes se queden al cuidado de estos pequeños pueden sacarlos adelante, formando en ellos una identidad firme según Dios y no lo que creen los demás. El Rey David sabía que aún si existiera la posibilidad de que lo abandonaran sus padres, el Señor lo recogería. “Aunque mi padre y mi madre me abandonen, el Señor me recibirá en sus brazos” Salmos 27:10 (NVI)

Con Dios se puede formar vidas con valores que superen el mal ejemplo que recibieron de sus padres. Incluso las personas que estamos alrededor de ellos podemos sembrar amor, perdón, esfuerzo, dedicación, sana autoestima y cualquier cosa buena que les ayude a ser mejores.

Todos tenemos la oportunidad de tener ese amor paternal de Dios, Él es nuestro creador y no nos abandonará, al contrario a cada instante busca atraer a todos hacia su amor incondicional.

Cualquiera podrá abandonarte menos tu Creador porque eres importante para Él.

“Y a pesar de todo, oh Señor, eres nuestro Padre; nosotros somos el barro y tú, el alfarero. Todos somos formados por tu mano.” Isaías 64:8 (NTV)

 

 


Soraida Fuentes
CVCLAVOZ