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Lucas 18 : 11 La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

 

 

 

Parábola del fariseo y el publicano

 

 

 

Refirió también esta parábola a unos que confiaban en sí mismos como justos, y despreciaban a los demás: 10 Dos hombres subieron al templo a orar; uno era fariseo y el otro recaudador de impuestos[d]11 El fariseo puesto en pie, orabapara sí de esta manera: “Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: estafadores, injustos, adúlteros; ni aun como este recaudador de impuestos. 12 “Yo ayuno dos veces por semana; doy el diezmo de todo lo que gano.” 13 Pero el recaudador de impuestos, de pie y a cierta distancia, no quería ni siquiera alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: “Dios, ten piedad de[e] mí, pecador.” 14 Os digo que éste descendió a su casa justificado pero aquél no; porque todo el que se ensalza será humillado, pero el que se humilla será ensalzado.

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

 

 

Jovenes Cristianos – YO TE PERDONO

Pasaje clave: Génesis 42 al 44.

 

 

Y finalmente sucedió. José y sus hermanos se reencontraron después de 20 años, y aunque él los reconoció rápidamente, ellos no lo conocieron a él (¿tanto había cambiado?). Pero esta vez los roles se habían invertido. 20 años atrás, el poder para agarrar por la fuerza a José, tirarlo a un pozo y venderlo como esclavo, fue de sus hermanos. Pero ahora, el poder y la fuerza pertenecían a José y los humillados eran ellos.

¿Te das cuenta? Tarde o temprano todo cambia. Llegará el día en que, tal vez, aquellos que te lastimaron necesiten de ti. ¿Cuál será, entonces, tu actitud hacia ellos?

¿Cuáles fueron las actitudes de José hacia sus hermanos?

Mira las respuestas: 42:7, 9, 15-17, 19-20, 24-25. 43:16, 26-27, 29-31, 34. 44:1-4, 15-17.

Por momentos, José los trataba ásperamente, y por momentos los trataba cordialmente, ¿por qué piensas que actuaba así?

¿Era un falso delante de sus hermanos?
¿Los odiaba y trataba de hacerlos sentir muy mal?
¿O estaba preparando el terreno para darse a conocer?
Tal vez estés de acuerdo conmigo en que la tercera opción es la que identifica mejor a José.

Podría haberlos insultado o mandado a golpear. Y hasta podría haberlos matado si hubiera querido. Pero ¿hizo algo de todo eso? ¿Los trató como lo habían tratado a él 20 años atrás?

¿Por qué su actitud fue diferente?

Porque el corazón de José había cambiado. Y si el corazón de una persona cambia (sin importar que edad tenga), también cambian sus actitudes y conductas. Por fuera seguía siendo el mismo José, pero por dentro ya no era el mismo. Dios había tratado con su vida y él había aprendido humildad y paciencia. Aprendió a perdonar. No había rencor en José. Aprendió que en Dios siempre hay un presente y un futuro mejor, por más triste que haya sido el pasado.

¿Cómo está tu corazón hacia aquellas personas que en algún momento de tu vida te lastimaron? (con palabras, con actitudes, con golpes o sexualmente)

¿Crees que EN Cristo tu presente y tu futuro son mejores de lo que viviste en tu pasado?

¿Te presentaste delante de Dios para perdonar a los que te lastimaron, o piensas en vengarte, o en negar lo que te pasó?

Si aún no perdonaste, te invito a que lo hagas ahora, haciendo esta oración: “Papá del cielo, en el nombre del Señor Jesús, perdono a… (nombra a la persona que te lastimo) por lo que me hizo… (menciona específicamente lo que te hicieron, por ejemplo: me abusó, me lastimó, me pegó, me defraudó, me engañó, me abandonó, etc.). Renuncio al dolor que me causó, renuncio al odio y a la angustia que siento. Lo perdono y me desato de esta persona. Perdóname a mí por lo que he sentido hacia él/ella. Recibo tu perdón y me declaro libre en el nombre de Jesús”.

¿Estás dispuesto a reencontrarte, sin rencores y sin reproches, con aquellos que no te trataron bien o no lo hicieron como tú lo hubieras querido? (Especialmente si son tus padres o hermanos).

¿Sabes para qué? Para decirles que ya no les guardas rencor. Que los has perdonado en Cristo. Para demostrarles que no eres como ellos y decirles que haz encontraste un nuevo amor que no lastima, no abandona y no olvida. Ahora tienes un nuevo PAPÁ que siente un especial interés y amor por tu vida. Él siempre tiene tiempo para atenderte y para escucharte. Él nunca te abandonará.

¿Estás dispuesto a volver a empezar? Perdona y sé libre.

 

 

 

Extracto del libro: “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Génesis”

Por Edgardo Tosoni

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

 

 

He fallado demasiado...

 

 

Existen millones de creyentes en todo el mundo que nunca han conocido y nunca han creído que Dios realmente los ama, dicen: “Sé que Él murió por mí, yo lo amo, pero hay algunos pecados de mi vida pasada de los que no me puedo librar, algunos errores que me dan la sensación de que Él no se complace en mí.”

David Wilkerson dice: “Realmente puedes estar en el ministerio, ser fiel, amar al Señor, ser santo, justo y todavía no creer en el amor que Dios tiene para ti”.
¿Por qué gritas a causa de tu quebrantamiento? Incurable es tu dolor, porque por la grandeza de tu iniquidad y por tus muchos pecados te he hecho esto. Jeremías 30:15

Es posible que estés sufriendo porque le fallaste al Señor y dices “he caído muy bajo”. En ésta ocasión el pueblo de Dios estaba enfrentando las consecuencias de sus acciones, por lo que debes tener presente dos puntos: Si Él es un verdadero padre te va corregir y disciplinar por amor, te va doler, sin embargo, el desea restaurarte.

Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia. Aún te edificaré, y serás edificada, oh virgen de Israel; todavía serás adornada con tus panderos, y saldrás en alegres danzas. Aún plantarás viñas en los montes de Samaria; plantarán los que plantan, y disfrutarán de ellas. Jeremías 31:3-5

Dios habla a aquellos que le han fallado. Él dice que te ama y aún te va a edificar, todavía te usará, aún puedes dar buenos frutos. Solamente debes comprender la magnitud del amor de tu padre, que te ama y desea hacer grandes cosas contigo. Mientras no estés seguro de este amor, no tendrás alegría, paz, y tampoco victoria, no podrás entender quién eres en Cristo ni el gozo de su resurrección, porque no comprendes lo que hizo por ti.

Cuando un drogadicto se salva, viene a la iglesia muy feliz y se siente tan amado que es agradable verlo adorar. En lugar de venir así, muchos se apartan del camino porque se niegan a regresar al amor del padre y llevan una carga de pecado que no quieren soltar, no pueden aceptar que Dios es amor y perdón, siguen intentando hacer las paces con Él porque no pueden concebir que son amados y perdonados.

Si Dios nos pide que perdonemos a nuestros hermanos y hermanas cuánto más Él está dispuesto a perdonarnos. Es cuestión de “creer” en lo que Dios te dijo. Aquellas personas que han aceptado el amor de Dios, aunque sus heridas hayan parecido incurables, hoy están sanas y Dios sigue obrando grandemente en sus vidas porque permiten que el Espíritu Santo las redima de nuevo.

No importa que tan grave haya sido tu pecado, ¿Te acuerdas lo que hacías para Dios y cómo lo servías? Si estás ahora lejos del padre no digas que no puedes volver porque sí lo puedes hacer ¡Ese fue el propósito de la cruz, puedes volver a tu padre en cualquier momento; levantarte y correr a sus brazos! Además, la mayor arma contra la tentación y el pecado es conocer y caminar en el amor de Dios.

¡Somos amados y perdonados!

 


Shirley Chambi 
CVCLAVOZ