Números 5:12-31 La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

 

La ley sobre los celos

 

 

 

11 El Señor habló además a Moisés, diciendo: 12 Habla a los hijos de Israel, y diles: “Si la mujer de alguno se desvía y le es infiel, 13 teniendo alguno relaciones carnales con ella sin que su marido se dé cuenta[i], ni sea descubierta[j] (aunque ella se haya contaminado y no haya testigo contra ella, ni haya sido sorprendida en el acto mismo), 14 y un espíritu de celo viene sobre él y tiene celos de su mujer, habiéndose ella contaminado, o si viene un espíritu de celos sobre él y tiene celos de su mujer, no habiéndose ella contaminado, 15 el hombre llevará su mujer al sacerdote y llevará como ofrenda por ella un décimo de un efa[k] de harina de cebada; no derramará aceite sobre la ofrenda[l], ni pondrá sobre ella incienso, porque es una ofrenda de cereal, de celos, una ofrenda memorial de cereal, un recordatorio de iniquidad.

16 “Entonces el sacerdote hará que ella se acerque y la pondrá delante delSeñor17 y el sacerdote tomará agua santa en una vasija de barro; y[m] tomará del polvo que está sobre el piso del tabernáculo, y lo pondrá en el agua.18 “Luego el sacerdote hará que la mujer esté delante del Señor y descubrirá la cabeza de la mujer, y pondrá en sus manos[n] la ofrenda memorial de cereal, que es la ofrenda de celos, y en la mano del sacerdote estará el agua de amargura que trae maldición. 19 “Y el sacerdote hará que ella pronuncie juramento, y dirá a la mujer: ‘Si ningún hombre se ha acostado contigo, y si no te has desviado a la inmundicia, estando sujeta a tu marido, sé inmune a[o]esta agua de amargura que trae maldición; 20 pero si te has desviado, estandosujeta a tu marido, y te has corrompido, y otro hombre que no es tu marido se ha llegado a ti’, 21 (entonces el sacerdote hará que la mujer jure con el juramento de maldición, y el sacerdote dirá a la mujer): ‘El Señor te haga maldición y juramento entre tu pueblo, haciendo el Señor que tu muslo se enjute[p] y tu vientre se hinche; 22 y esta agua que trae maldición entrará en tus entrañas, y hará que tu vientre se hinche y tu muslo se enjute[q].’ Y la mujer dirá: ‘Amén, amén.’

23 “Entonces el sacerdote escribirá estas maldiciones en un rollo, y las lavará[r]en el agua de amargura. 24 “Después hará que la mujer beba el agua de amargura que trae maldición, para que el agua que trae maldición entre a ella para causar amargura. 25 “Y el sacerdote tomará la ofrenda de cereal de los celos de la mano de la mujer, y mecerá la ofrenda de cereal delante del Señor y la llevará al altar; 26 tomará el sacerdote un puñado de la ofrenda de cereal como su ofrenda memorial y la quemará en el altar, y después hará que la mujer beba el agua. 27 “Cuando le haya hecho beber el agua, sucederá que si ella se ha contaminado y ha sido infiel a su marido, el agua que trae maldición entrará en ella para producir amargura, y su vientre se hinchará, su muslo se enjutará[s] y la mujer vendrá a ser una maldición en medio de su pueblo.28 “Mas si la mujer no se ha contaminado y es limpia, quedará libre y concebirá hijos[t].

29 “Esta es la ley de los celos: cuando una mujer que esté sujeta a su marido, se desvíe y se contamine, 30 o cuando un espíritu de celos venga sobre alguno y esté celoso de su mujer, entonces hará que la mujer se presente delante delSeñor, y el sacerdote le aplicará a ella toda esta ley. 31 “Además, el marido quedará libre de culpa[u], pero la mujer llevará su culpa[v].”

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

 

 

Jovenes Cristianos – FORTALEZAS DE MENTIRAS

Pasaje clave: 2º Corintios 10:4 y 5.

 

 

La palabra bíblica FORTALEZAS es sinónimo de complejos o traumas.

Una fortaleza es un castillo o un fuerte de paredes anchas y sólidas, construida piedra por piedra a través de mucho tiempo. Satanás edifica fortalezas espirituales en nuestras mentes. La construye colocando mentiras tras mentiras en nuestras mentes ¡durante años!

Desde tu niñez, Satanás te viene “llenado de mentiras”. Metiendo en tu cabeza toda clase de pensamientos mentirosos. Y una vez que se instalan en tu mente vos mismo empezás a creer en ellos. Él es muy astuto y perverso. Utiliza a las personas que te rodean (padres, amigos, etc.) para gritarte o susurrarte al oído, sus mentiras. ¡Y las repite tantas veces y de tantas maneras diferentes que terminamos aceptando que él tiene razón! ¡Durante años nos hemos tragado sus mentiras!

No valgo para nada porque todo lo que hago está mal.
Siento que no me quieren.
Todo me sale mal.
Lo que hice está horrible, no sé hacer nada bien.
¿Seré importante para alguien?
Siento que no me comprenden.
Soy un desastre en mi casa.
Todo lo que pensamos, de nosotros mismos, de la vida, de Dios, de otros, puede ser verdad o mentira. Creer la mentira nos ata y nos destruye. Creer la verdad nos libera y nos edifica. Dios jamás va a susurrar mentiras en tu mente y ni en tus sentimientos porque El es el generador de la verdad (Juan. 14:6).

Nuestro sentido de inferioridad, de incapacidad, de desamor o de no aceptación se agranda cuando nos comparamos con otros y pensamos que ellos sí tienen y reciben todo lo que a nosotros nos falta. Pero esto no es verdad. Si estuviéramos en la vida de ellos nos daríamos cuenta que además de sus cosas buenas, también tienen sus propios problemas no resueltos, sus historias, sus momentos desagradables, sus complejos. El problema es que sólo miramos en los demás lo que nos conviene.

Muchas veces nuestros propios padres nos dicen cosas exageradas que Satanás las usa para engañarnos:

“Cuando yo tenia tu edad no era como vos. Yo sabia hacer esto y aquello, pero vos en cambio, no sabés lavar ni un plato”.
“Parecés una criatura. ¡Cuándo vas a madurar! Sos un infantil”.
“Sos un vago y un irresponsable. Cuando yo tenia tu edad ya trabajaba”.
“¡Inútil! Cuando harás algo bien. Siempre haciendo líos”.
“Sos una marimacho. Tendrías que haber nacido varón”.
“Cállate la boca. Vos no sos nadie para dar tu opinión en esta casa”.
¡Exageraciones! ¡Mentiras! que Satanás aprovecha para construir fortalezas en tu interior y alterar tu conducta. Entonces te comportás como un inútil, como un rebelde, como un infantil, o como un vago. Y los demás que te observan (en tu casa, en el colegio, en el barrio, en la iglesia) al ver tus conductas, lo confirman diciendo:

“¡Pobre chica! ¡Realmente es una inútil, no sirve para nada!”
“Mirálo al flaco cómo se comporta, es un infantil. Siempre tratando de llamar la atención”.
Pero, ¿por qué es un inútil o un infantil, o un vago o un rebelde? ¿Por qué se siente no amada, no valorada o dejada a un lado? Porque viven atados a una mentira. Porque creen que es así.

Si pensás que no servís, entonces no servís. Si pensás que no te quieren, entonces haces todo lo posible para que no te quieran (no lo haces a propósito, pero te sale natural). Si pensas que sos rebelde, te comportas como un rebelde, etc. Lo repetis tantas veces en tu mente que terminas completamente convencido que sos así. Pero ¡no es verdad! Es una gran mentira que no te permite disfrutar de la nueva vida que Jesús te dio y de las verdades de Dios que sanan tu corazón.

Eres alguien para Dios. Eres amado, aceptado, bendecido, capaz, inteligente, hermoso. Eres Su hijo y jamás te abandonará ni te dejará.

 

 

Extracto del libro: “Verdades Que Sanan”. (Editorial Logos).

Por Edgardo Tosoni

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

 

 

Guerrillas

 

 

Es una táctica llamada también guerra de guerrillas que consiste en enviar pequeños grupos de soldados armados con el fin de hostigar al enemigo en el propio terreno, espiar todo tipo de movimientos y tratar de confundir a un batallón con todo tipo de ataques dispersos.

Una de las características fundamentales de estos pequeños grupos es la destreza para alcanzar objetivos sin ser detectados, interceptar un convoy de soldados que escolta a un individuo clave, infiltrarse en edificios o en el mismo ejercito enemigo para conseguir todo tipo de información, etc.

Muchos grandes ejércitos a lo largo de la historia han sido derrotados por la intervención de pequeños grupos que lograron lastimarlos y vencerlos. España usó ese método contra la invasión Romana, Vietnam contra Estados Unidos, de hecho el ejército Judío conquistó Canaán usando esa misma táctica.

La efectividad de una guerra de guerrillas es letal debido a que actúa de forma dispersa y continua, provocando desgaste paulatino, consumiendo poco a poco las fuerzas de un ejército mayor.

La vida cotidiana de una persona podría estar rodeada de seguridad financiera, salud y hasta tener planes de bien a un mediano o corto plazo. Sin embargo, en más de una ocasión se ha visto el desmoronamiento de todo lo que se creía estable, muchas veces sin saber qué es lo que pudo haber ocurrido.

Por ejemplo: La salud pudo haberse desgastado por años de comer inadecuadamente, poco a poco los platillos que son suculentos desgastaron una salud fortalecida. Una relación puede venirse abajo por pequeños y constantes pleitos sin resolver. Un ministerio puede terminarse por aparentes pequeños escapes al internet para consumir pornografía. El mínimo resentimiento puede golpear constantemente en los recuerdos, logrando terminar con la amistad más grande.

De esta manera podría continuar innumerables páginas relatando cómo pequeños ataques de cosas que parecen no tener importancia, pueden llegar a golpear tan fuerte con el tiempo hasta lograr derribar algo que parece fuerte y firme.
Hebreos 12:15, puede darnos un ejemplo claro. El pasaje bíblico habla del brote de una raíz de amargura, algo pequeño al principio, pero que con el tiempo puede llegar a contaminar al hombre y desviarlo de la gracia de Dios.

En una guerra, las guerrillas parecen insignificantes, pero pueden provocar un gran daño a su adversario. En la vida, las pequeñas actitudes pasan como detalles menores y las malas costumbres parece que no dañarán a nadie, pero con el tiempo pueden ser letales.

“Atrapen las zorras, las zorras pequeñas que arruinan nuestros viñedos, nuestros viñedos en flor.” Cantares 2:15 Versión Dios Habla Hoy.
Las pequeñas zorras, los pequeños grupos armados y las pequeñas actitudes nocivas, tienen un sólo fin, destruir. Nunca las descuides y dejes que se propaguen.

 

 


Héctor Colque
CVCLAVOZ