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Isaías 63La Biblia de las Américas (LBLA)

Recuento de las misericordias del Señor

 

 

Las misericordias del Señor recordaré, las alabanzas del Señor,
conforme a todo lo que nos ha otorgado el Señor,
y la gran bondad hacia la casa de Israel,
que les ha otorgado conforme a su compasión,
y conforme a la multitud de sus misericordias.
Porque El dijo: Ciertamente, ellos son mi pueblo,
hijos que no engañarán.
Y El fue su Salvador.
En todas sus angustias El fue afligido[f],
y el ángel de su presencia los salvó;
en su amor y en su compasión los redimió,
los levantó y los sostuvo todos los días de antaño.
10 Mas ellos se rebelaron
y contristaron su santo Espíritu;
por lo cual El se convirtió en su enemigo
y peleó contra ellos.
11 Entonces su pueblo se acordó de los días antiguos, de Moisés.
¿Dónde está el que los sacó del mar con los pastores[g] de su rebaño?
¿Dónde está el que puso su santo Espíritu en medio de ellos[h],
12 el que hizo que su glorioso brazo fuera a la diestra de Moisés,
el que dividió las aguas delante de ellos para hacerse un nombre eterno,
13 el que los condujo por los abismos?
Como un caballo en el desierto, no tropezaron;
14 como a ganado que desciende al valle,
el Espíritu del Señor les[i] dio descanso.
Así guiaste a tu pueblo,
para hacerte un nombre glorioso.

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

Confiando En Dios en Las Tinieblas
Publicado por: Devocionales en Devocional Diario 0

“…SI EL SEÑOR ESTÁ CON NOSOTROS, ¿POR QUÉ NOS HA SOBREVENIDO TODO ESTO? (Jueces 6:13)

 

 

 

Hace unos cien años, algunas fábricas alemanas exclusivas de textiles tenían salas especiales dedicadas a la confección de los mejores encajes del mundo. Esas salas estaban a oscuras; solamente tenían unas pequeñas ventanas situadas encima de las mesas en las que los tejedores trabajaban. Todo estaba así porque la hermosura del encaje se aprecia mucho mejor cuando el tejedor esté trabajando en la oscuridad y su obra se expone a la luz. Normalmente, los propósitos de Dios son revelados y su poder es manifestado en nuestras experiencias más tenebrosas, cuando preguntamos, como Gedeón: “…si el Señor está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? (Jueces 6:13). Cuando parece que las cosas no tienen “ni pies ni cabeza”, la promesa de Dios es: “Te daré los tesoros escondidos y los secretos muy guardados, para que sepas que Yo soy el Señor… que te pongo nombre” (Isaías 45:3).

Cualquiera puede ser fiel en los buenos momentos, pero estar “…en la casa del Señor… por las noches” (Salmo 134:1b) requiere un verdadero compromiso. El escritor de himnos George Matheson escribió:

¿Permaneceré en la casa del Señor por las noches… amándole por quién es Él… sabiendo que no deseo el regalo sino el Dador? Cuando pueda quedarme… en la oscuridad de la noche para alabarle…, entonces, le habré aceptado solamente por quien es Él. La Biblia dice que cuando los israelitas afrontaron su mayor desafío, el Mar Rojo, el Señor hizo “…que el mar se retirara… toda aquella noche” (Éxodo 14:21b). Anímate, pues, porque Dios está trabajando aun cuando no eres capaz de verle.


Después de todo, ¿cómo puede el Señor darnos “…cánticos en la noche…” (Job 34:10 Versión: La Biblia de las Américas) si el “sol” siempre está brillando? Jesús afirmó: “Lo que os digo en tinieblas, decidlo a plena luz…” (Mateo 10:27). Es en los momentos oscuros de la vida cuando Dios te trasmite cosas que te fortalecerán y alentarán a los que te rodean.

LO QUE YO HAGO, TÚ NO LO COMPRENDES AHORA, PERO LO ENTENDERÁS DESPUÉS (Juan 13:7)

Marta y María estaban perturbadas porque Jesús no vino antes de que su hermano Lázaro muriese: “Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto” (Juan 11:21,32b). Pero en vez de darles motivos, Jesús dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? (el versículo 40).

Cuando Dios pidió a Abraham que sacrificara a su hijo Isaac, él no lo entendió, pero más tarde fue testigo de lu fidelidad del Señor cuando Isaac le fue devuelto. Moisés no sacó en claro por qué debía pasar cuarenta años en el desierto, pero luego, cuando Dios lo llamó a guiar a Israel hacia la libertad, lo comprendió. José no sabía por qué sus hermanos le maltrataban o por qué había sido encarcelado injustamente, pero más adelante vio la mano del Señor en todo lo ocurrido. Su padre se preguntaba por qué José le había sido arrebatado de su lado, pero posteriormente, mirando a la cara del hombre que había sido nombrado gobernador y que había salvado la vida de toda la nación, apreció los propósitos de Dios.

Así como nuestros hijos no siempre piensan que nuestras decisiones tienen sentido, nosotros no siempre comprendemos los caminos del Señor. Por eso, Jesús dijo a Pedro: “Lo que Yo hago, tú no lo comprendes ahora, pero lo entenderás después” (Juan 13:7). Dios no espera que lo comprendas, pero sí que confíes en Él. A pesar del picor horrible, la bancarrota y su luto, Job dijo: “…si me prueba, saldré…” (Job 23:10b). ¿Te está el Señor poniendo a prueba en la situación en la que te encuentres ahora? Si es así, ¿qué estás aprendiendo de ella? ¿Te está volviendo esta experiencia peor o mejor, motivándote a que te acerques más a Él?

 

 

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

Somos obra de sus manos

 

 

Así que hice lo que me dijo y encontré al alfarero trabajando en el torno; pero la vasija que estaba formando no resultó como él esperaba, así que la aplastó y comenzó de nuevo. Después el Señor me dio este mensaje: “¡Oh, Israel! ¿No puedo hacer contigo lo mismo que hizo el alfarero con el barro? De la misma manera que el barro está en manos del alfarero, así estás en mis manos”. Jeremías 18:3-6 (NTV)

Formar una vasija no es una tarea sencilla, es un oficio que lleva tiempo, dedicación y paciencia porque algunas veces el alfarero tiene que quebrar y deshacer la obra de sus manos para dar nuevamente forma al barro y de esa manera obtener una pieza perfecta.

¿Alguna vez te preguntaste por qué la mayoría de las personas no están conformes con lo que son y tienen? Siempre existe una razón, tal vez pasó algo inesperado o alguien dañó su identidad y autoestima con palabras y actitudes que les causaron mucho dolor, frustración, rencor, venganza y odio; llevándolos a reprocharle a Dios el haber nacido.

Amigo mío, tú no eres nadie para cuestionar las decisiones de Dios. La olla de barro no puede quejarse con el que la hizo, de haberle dado esa forma. El alfarero puede hacer con el barro lo que quiera. Romanos 9:20-21a (TLA)
Si tú también lo hiciste, te animo a que este momento le pidas perdón a nuestro Señor porque si hoy estás con vida es solo por su amor, misericordia y bondad, porque aún tienes que cumplir el propósito con el que fuiste creado(a). No naciste por error, Dios te formó con sus propias manos a su imagen y semejanza porque tiene un plan con tu vida.
No creas lo que otros dicen de ti, más bien pídele a tu Hacedor que te enseñe a amarte y valorarte tal y como eres, y aceptar tu situación actual porque la misma también obrará para tu bien. Pídele que borre de tu mente y corazón aquellas palabras que alguien te dijo con la intención de lastimarte, a perdonarlos y a creer solamente lo que Él dice de ti en su Palabra. Si nunca leíste la Biblia, empieza hacerlo ahora y si ya la conoces, vuélvela a leer, pero ésta vez entendiendo cuán importante eres para tu Creador, que no escatimó dar la vida de su único hijo Jesucristo, para que fueras salvo(a). Ante sus ojos eres de gran estima, no tienes que hacer nada para que te ame más o menos porque su amor por ti es incondicional, solo tienes que aceptarlo.

Pues yo sé los planes que tengo para ustedes -dice el Señor-. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza. Jeremías 29:11 (NTV)

Si Dios permite que pases algunas pruebas es porque te ama, porque sabe lo que hace, porque sabe lo que es mejor para ti y porque tiene un propósito con tu vida.

Nuestro Alfarero aún no terminó contigo, sigue dándote forma para que llegues a ser una de las maravillosas obras de sus manos. ¡No impidas que termine lo que empezó en ti!

 

 

 

 

 

 

Brisna Bustamante
CVCLAVOZ