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Jonás 4:3  La Biblia de las Américas (LBLA)

Queja de Jonás y respuesta de Dios

 

Pero esto desagradó a Jonás en gran manera, y se enojó. Y oró al Señor, y dijo: ¡Ah Señor! ¿No era esto lo que yo decía[a] cuando aún estaba en mi tierra? Por eso me anticipé a huir a Tarsis, porque sabía yo que tú eres un Dios clemente y compasivo lento para la ira y rico en misericordia, y que te arrepientes del mal con que amenazas. Y ahora, oh Señor, te ruego que me quites la vida[b], porque mejor me es la muerte que la vida. Y el Señor dijo: ¿Tienes acaso razón para enojarte?

Entonces salió Jonás de la ciudad y se sentó al oriente de la misma[c]. Allí se hizo un cobertizo y se sentó bajo él a la sombra, hasta ver qué sucedería en la ciudad. Y el Señor Dios dispuso que una planta[d]creciera sobre Jonás para que hiciera sombra sobre su cabeza y lo librara de su incomodidad. Y Jonás se alegró grandemente por la planta[e].Pero Dios dispuso que un gusano al rayar el alba del día siguiente atacara la planta, y ésta se secó. Y sucedió que al salir el sol, dispuso Dios un sofocante viento solano, y el sol hirió la cabeza de Jonás y él desfallecía, y deseaba con toda su alma morir, diciendo: Mejor me es la muerte que la vida.

Entonces dijo Dios a Jonás: ¿Tienes acaso razón para enojarte por causa de la planta? Y él respondió: Tengo razón para enojarme hasta la muerte. 10 Y dijo el Señor: Tú te apiadaste de la planta por la que no trabajaste ni hiciste crecer, que nació[f] en una noche[g] y en una noche[h]pereció, 11 ¿y no he de apiadarme yo de Nínive, la gran ciudad, en la que hay más de ciento veinte mil personas que no saben distinguir entre su derecha y su izquierda, y también muchos animales?

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro? Salmos 121:1
Publicado por: Pastor Carlos Vargas Valdez en Devocional Diario 0


Salmos 121:1 Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro?
¿Alguna vez has estado en un lugar donde realmente necesitas que alguien te ayude? Puede haber sido en un momento muy malo como cuando tu auto se averiara en el tráfico y alguien se detiene para ayudar. O tal vez una necesidad menor como quedarse sin dinero en la caja y alguien entrega justo con lo que usted necesita para los comestibles.

Algunos de nosotros hemos necesitado la ayuda espiritual o emocional de otros con oración y/o un abrazo.

Y sin embargo… ¿no nos hemos preguntado todos en algún momento: ¿Dónde está Dios cuando más lo necesitaba? A veces miramos a los montes por nuestra ayuda y no vemos absolutamente nada. Claramente esto puede ser una prueba de nuestra fe en Dios.

Cuando el sirviente de Eliseo levantó la vista y vio que el ejército del rey sirio había rodeado su ciudad, perdió toda esperanza. Pero Eliseo oró: “Oh Jehová, abre sus ojos para que vea”.”Entonces Jehová abrió los ojos del joven, y vió, y he aquí que el monte estaba lleno de caballos y carros de fuego alrededor de Eliseo”. (2 Reyes 6:17)

No tenemos que ver literalmente la ayuda del Señor. En cambio, podemos confiar por la fe, confiando en que Dios responderá a nuestros llamados de socorro. Él puede abrir nuestros ojos espirituales para ver Su ayuda cuando la necesitamos. Como resultado, podemos experimentar el gozo y el consuelo de Dios ayudándonos en nuestros momentos de mayor necesidad.

Nuestro Señor promete que nunca nos dejará y no nos abandonará. Como resultado, sabemos que Él es consciente de nuestras necesidades todo el tiempo. Nuestra ayuda en todo lo que necesitamos viene de Dios cuando si lo buscamos primero.

Oración
Amado Señor, sé que Tú eres un Dios todopoderoso y omnisciente. Te pido me ayudes. En el nombre de Jesús, amén.

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ


Donde tú vayas, yo iré…

Respondió Rut: “No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque adondequiera que tú vayas, iré́ yo, y dondequiera que vivas, viviré́. Tu pueblo será́ mi pueblo, y tu Dios, mi Dios” Rut 1:16 (RVR).

Esta fue la declaración leal de una joven viuda a su suegra, quien diez años atrás enviudó y ahora había perdido también a sus dos hijos a quienes tanto amaba. Por supuesto que no fue fácil asimilar todo esto, lo que la llevó a envolverse en un manto de tristeza y amargura, que terminó en una despedida.

Cuando nos hallamos en pruebas difíciles de sobrellevar, muchos optamos por la soledad, y puede que Noemí haya elegido esto en su desgracia, pero Rut (una de sus nueras) decidió quedarse con ella, no sólo para acompañarla en su dolor sino también porque vio algo en Noemí que la hizo abandonar su religión, sus costumbres, su casa y sus comodidades para vivir en una tierra que no era la suya. Tal vez fue una decisión descabellada, pero digna de ser imitada por el propósito que alcanzó.

Nunca podremos estar seguros de lo que la vida nos puede presentar en el camino, muchos la pensaríamos dos veces antes de arriesgarnos, y puede que otros simplemente no lo haríamos, pero si Rut dijo “lo dejo todo por seguirte” es porque la presencia de Dios moraba en la vida de su suegra. Jamás pensó interesadamente en ella para tomar esta decisión, seguro que ni se le pasó por la mente el volver a contraer matrimonio, simplemente ella se dejó guiar hacia la voluntad que Dios tenía para ella.

Como dice el dicho: “Dime con quién andas y te diré quién eres”. Es totalmente cierto, sabiendo que las amistades pueden llevarte tanto hacia Dios como a separarte de Él, ¿De quienes estás rodeado? ¿Puedes decir las mismas declaraciones que Rut hizo? Quizás tengas que buscar “nuevas personas” que te animen a crecer en Jesús.

Noemí fue una gran influencia en la vida de su nuera, no sólo la llevó a conocer a su creador, sino que por su entrega a Dios, Él pensó en Rut para que de su linaje llegara el Salvador a este mundo.

Debes tomar en cuenta la influencia que tus amistades tienen en relación a tu compromiso con Jesús. Ten cuidado si pasas demasiado tiempo con amistades que no comparten tu fe y más aún si ellos influyen más en ti que tú en ellos, seguro vas a enfrentarte con serios problemas porque terminarás siendo el reflejo de lo que ellos son.

Rut tuvo que arriesgarse para experimentar nuevos cambios en su vida, lo cual puedes hacer tú también, sabiendo que ese cambio beneficiará tu crecimiento espiritual. Busca todo lo que estimule a tu crecimiento en el Señor y si a ti te toca ser la persona que influencie a los demás, muestra a un salvador que está dispuesto a llenar todo vacío y al igual que Rut alguien te dirá: “No me ruegues que te deje…”.

“Camina con sabios y te harás sabio; júntate con necios y te meterás en dificultades.” Proverbios 13:20 (NTV)


Ruth Mamani
CVCLAVOZ