Hechos 8 :7
La Biblia de las Américas (LBLA)
Predicación de Felipe en Samaria
4 Así que los que habían sido esparcidos iban predicando[c] la palabra. 5 Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo[d]. 6 Y las multitudes unánimes prestaban atención a lo que Felipe decía, al oír y ver las señales[e] que hacía. 7 Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, éstos salían de ellos gritando a gran voz; y muchos que habían sido paralíticos y cojos eran sanados. 8 Y había gran regocijo en aquella ciudad.
Promesas – Sin desanimarse
Todo hombre es entusiasta por momentos.
Algunos hombres tienen entusiasmo por treinta minutos, otros por treinta días…
Pero es el hombre que lo tiene por treinta años el que triunfa en la vida.
Hebreos 12:1
Despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia,
y corramos con paciencia la carrera
que tenemos por delante.
Romanos 13:12
La noche está muy avanzada, y el día está cerca. Por tanto, desechemos las obras de las tinieblas y vistámonos con las armas de la luz.
1 Corintios 9:24
¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos en verdad corren, pero sólo uno obtiene el premio? Corred de tal modo que ganéis.
1 Corintios 9:26
Por tanto, yo de esta manera corro, no como sin tener meta; de esta manera peleo, no como dando golpes al aire,
Hebreos 10:36
Porque tenéis necesidad de paciencia, para que cuando hayáis hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.
REFLEXION
Devocionales Cortos: Su presencia de repente
Hay una unción que está cayendo
Hay una canción que está corriendo
Se mueve aquí
Se mueve aquí
¡Amén! La palabra de Dios dice que somos templo del Espíritu Santo, por lo tanto, el siempre anda con nosotros, su presencia nos acompaña a donde quiera que vayamos, el nos puede tocar en el
momento y en el lugar que desee.
No sé cuantos han experimentado su presencia de repente, el llega y te abraza, te habla y te toca sin muchas veces estarlo buscando, porque él es así de amoroso, el también te anhela, y quiere
que le hablas constantemente y le digas cosas lindas, sencillamente, humildemente, Dios mira los corazones.
Su presencia tan sublime quiere que tú la toques, muchas veces nos resistimos o la dejamos a un lado, el quiere que lo anhelemos, la palabra dice que no contristemos al Espíritu Santo, por eso a
veces nos visita porque nos ama y anhela estar con nosotros.
Su presencia de repente llega para elevar canticos nuevos, oraciones espontaneas donde las palabras sobran, y a veces es el lenguaje del corazón que se expresa.
Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados;
y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.
Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
Hechos 2:2-4.
Autora: Kari Gazo