Salmos 27:4 La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

 

 

Confianza absoluta en Dios

 

 

 

Salmo de David.

27 El Señor es mi luz y mi salvación;
¿a quién temeré?
El Señor es la fortaleza[a] de mi vida;
¿de quién tendré temor?
Cuando los malhechores vinieron sobre mí para devorar mis carnes,
ellos, mis adversarios y mis enemigos, tropezaron y cayeron.
Aunque un ejército acampe contra mí,
no temerá mi corazón;
aunque en mi contra se levante guerra,
a pesar de ello, estaré confiado[b].

Una cosa he pedido al Señor, y ésa buscaré:
que habite yo en la casa del Señor todos los días de mi vida,
para contemplar la hermosura[c] del Señor,
y para meditar[d] en su templo.
Porque en el día de la angustia me esconderá en su tabernáculo[e];
en lo secreto de su tienda me ocultará;
sobre una roca me pondrá en alto.
Entonces[f] será levantada mi cabeza sobre mis enemigos que me cercan;
y en su tienda ofreceré sacrificios con[g] voces de júbilo;
cantaré, sí, cantaré alabanzas al Señor.

Escucha, oh Señor, mi voz cuando clamo;
ten piedad de mí, y respóndeme.
Cuando dijiste: Buscad mi rostro, mi corazón te respondió:
Tu rostro, Señor, buscaré.
No escondas tu rostro de mí;
no rechaces con ira a tu siervo;
tú has sido mi ayuda.
No me abandones ni me desampares,
oh Dios de mi salvación.
10 Porque aunque mi padre y mi madre me hayan abandonado[h],
el Señor me recogerá.

11 Señor, enséñame tu camino,
y guíame por senda llana
por causa de mis enemigos[i].
12 No me entregues a la voluntad[j] de mis adversarios;
porque testigos falsos se han levantado contra mí,
y los que respiran violencia.
13 Hubiera yo desmayado, si no hubiera creído que había de ver la bondad del Señor
en la tierra de los vivientes.
14 Espera al Señor;
esfuérzate y aliéntese tu corazón.
Sí, espera al Señor.

 

                 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

Promesas- Mantente Firme

Sé que el Señor me ayuda, no me desanimaré. Por Él me mantengo firme como roca, y sé que venceré.

 

Isaías 50:7

Por cuanto el Señor omnipotente me ayuda,  no seré humillado.
Por eso endurecí mi rostro como el pedernal,  y sé que no seré avergonzado.

Isaías 45:17
Israel ha sido salvado por el SEÑOR con salvación eterna; no seréis avergonzados ni humillados por toda la eternidad.

Isaías 49:8
Así dice el SEÑOR: En tiempo propicio te he respondido, en día de salvación te he ayudado; te guardaré y te daré por pacto del pueblo, para restaurar la tierra, para repartir las heredades asoladas.

Isaías 54:4
No temas, pues no serás avergonzada; ni te sientas humillada, pues no serás agraviada; sino que te olvidarás de la vergüenza de tu juventud, y del oprobio de tu viudez no te acordarás más.

Ezequiel 3:8
He aquí, he hecho tu rostro tan duro como sus rostros, y tu frente tan dura como sus frentes.

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

 

REFLEXION

EL PRIMER LUGAR

Que fácil se nos hace muchas veces destronar a Dios del primer lugar en nuestra vida y cuando hablo del primer lugar me refiero a esa relación persona e intima que deberíamos tener con Él.

A través de mis años en el Señor he notado la facilidad que tengo y tienen muchos a los que he visto de relegar a Dios a otro lugar que no es el primero.

Especialmente hoy reflexionaba sobre el hecho de que somos muy buenos para pedir, para desear que nos vaya bien, para anhelar paz en nuestro corazón y tantas cosas hermosas que quisiéramos, pero por alguna razón no hacemos absolutamente nada por devolver al lugar que le corresponde al Señor en nuestra vida.

Queremos tantas cosas, queremos que Dios haga esto y lo otro según nuestra voluntad y en el tiempo que lo necesitamos, pero no pensamos por un momento que a veces la estamos pasando mal porque hemos relegado a Dios a otro lugar que no le corresponde en nuestra vida.

Hay una palabra en el libro de Job que descubre una verdad irrefutable, esta es:
“Vuelve la mirada al Todopoderoso; apréndete de memoria sus enseñanzas, y él te devolverá la felicidad”.
Job 22:22-23 (Traducción en lenguaje actual)

El secreto de la verdadera felicidad no está en tener lo que quisiéramos hablando en sentido material, emocional o sentimental. La verdadera felicidad se centra en el hecho de volver nuestra mirada al Todopoderoso, es decir colocar a Dios en el PRIMER LUGAR en nuestra vida.

Nuestro Señor Jesús lo dijo:

“Lo más importante es que reconozcan a Dios como único rey, y que hagan lo que él les pide. Dios les dará a su tiempo todo lo que necesiten”.
Mateo 6:33 (Traducción en lenguaje actual)

Hay momentos en nuestra vida en donde tenemos que reflexionar sobre en qué lugar tenemos a Dios en nuestra vida, porque la verdad es que muchos cambiamos de lugar a Dios a cada momentos, cuando sentimos que necesitamos su ayuda tratamos de ponerlo en el primer lugar, pero cuando sentimos que las cosas van bien, nos olvidamos de Él y colocamos otras cosas en primer lugar.

Debemos pensar muy bien en lo que estamos haciendo, en cómo estamos viviendo nuestra vida cristiana, en cómo esta nuestra relación personal con Dios, sobre qué tan importante es Dios en nuestra vida y que tanta prioridad le estamos dando a Él.
Hoy quiero invitarte a hacer una autoevaluación y una crítica muy seria sobre el lugar que en este momento está ocupando Dios en tu vida y si hay otras cosas que son prioridad en tu vida antes de tu relación personal con Dios, entonces devuelve a Dios al lugar que le tiene que corresponder en tu vida, es decir: EL PRIMER LUGAR.

¡QUE NADA LE QUITE EL PRIMER LUGAR A DIOS EN TÚ VIDA!
“Pero que todos aquellos que te buscan estén llenos de alegría y de felicidad en ti. Que los que aman tu salvación griten una y otra vez: «¡Grande es Dios!»”.
Salmos 70:4 (Nueva Traducción Viviente)

Autor: Enrique Monterroza