1 Timoteo 1 :15

La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

 

Gratitud de Pablo por la gracia de Dios

 

 

 

12 Doy gracias a Cristo Jesús nuestro Señor, que me ha fortalecido, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio; 13 aun habiendo sido yo antes blasfemo, perseguidor y agresor. Sin embargo, se me mostró misericordia porque lo hice por ignorancia en mi incredulidad. 14 Pero la gracia de nuestro Señor fue más que abundante, con la fe y el amor que se hallan en Cristo Jesús. 15 Palabra fiel y digna de ser aceptada por todos[i]: Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, entre los cuales yo soy el primero. 16 Sin embargo, por esto hallé misericordia, para que en mí, como el primero, Jesucristo demostrara toda su paciencia[j] como un ejemplo para los que habrían de creer en El para vida eterna. 17 Por tanto, al Rey eterno[k], inmortal, invisible, único Dios, a El sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

 

 

 

 

 

 

Promesas – Mi Vida Entrego a Ti

Señor, sé que tú me pastoreas y sacias mi alma. Mi vida entrego a ti.

Salmo 23:1-6
El Señor es mi pastor; nada me faltará.

En lugares de delicados pastos me hará yacer:
Junto a aguas de reposo me pastoreará.

Confortará mi alma;
Guiaráme por sendas de justicia por amor de su nombre.

Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno; porque tú estarás conmigo:
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

Aderezarás mesa delante de mí, en presencia de mis angustiadores:
Ungiste mi cabeza con aceite: mi copa está rebosando.

Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida:

Y en la casa del Señor viviré para siempre.

 

 

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

 

 

REFLEXION

Saber lo bueno y no hacerlo

 

 

 



Casi en todo momento estamos consientes de lo bueno y lo malo, es muy difícil que llevemos a cabo algo que no estemos seguro si es bueno o malo, porque por lo general todos sabemos que cosas agradan a Dios y que cosas no.

Partiendo de lo anterior podemos decir que en MUCHAS ocasiones sabemos que tenemos que hacer lo bueno, pero terminamos haciendo lo malo. La Biblia habla de esto: “y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.” Santiago 4:17 (Reina-Valera 1960).

En otra versión lo dice de esta manera: “Recuerden que es pecado saber lo que se debe hacer y luego no hacerlo.” Santiago 4:17 (Nueva Traducción Viviente). Más claro imposible.

La mayoría de nosotros cometemos el pecado de saber lo que se debe hacer o lo que es bueno y no hacerlo.

Considero que 99.9% de las personas que hoy me leen han cometido ese pecado en algún momento de su vida.

Y es que hay una gran diferencia entre saber y hacer, la mayoría somos excelentes para la teoría, pero malísimos para la practica.

Ahora bien, ¿Qué es lo que sabes que tienes que hacer y no lo estas haciendo?,

¿Qué es eso que Dios ha estado recordándote los últimos días que tiene que hacer y simplemente te has hecho el de los oídos sordos?

Cuando Dios nos está insistiendo sobre algo que tenemos que hacer, ¡Debemos hacerlo!, porque Él no se cansara de recordárnoslo por todos los medios.

Quizá una alabanza hablara sobre lo que tienes que hacer, quizá escucharas una predicación que te lo dice claramente, quizá oíste o escuchaste alguna experiencia de alguien que te recuerda que es lo que tienes que hacer, o por cualquier medio que Dios quiera enviarte un recordatorio, sin embargo, la mayoría de nosotros somos sordos y ciegos a sus llamados de atención y a sus instrucciones.

A veces obedecemos hasta que vemos que estamos contra la espada y la pared o hasta que ya estamos metidos en grandes problemas.

Hoy quiero invitarte a hacer a un lado tu voluntad, tus sentimientos, lo que quisieras humanamente hacer, y comenzar a obedecer la voz de Dios, su Palabra escrita y aunque en la practica se te haga muy difícil, es de hombre y mujeres de Dios intentarlo.

Nadie dijo que hacer lo bueno es fácil, pero tampoco es imposible, por ello necesitamos valor, determinación y sobre todo estar cerca de Dios para hacer su voluntad y no la nuestra.

¿Qué es lo que Dios te ha estado diciendo que tienes que hacer?,

¿Qué estás esperando para hacerlo?,

¿Cuántas confirmaciones necesitas?,

¿Qué cosa tiene que pasar para que comprendas que necesitas hacer lo bueno? ¡Ve y hazlo!

¡Dios sonreirá al ver que te decides por hacer lo bueno!

“Pues Dios los llamó a hacer lo bueno, aunque eso signifique que tengan que sufrir, tal como Cristo sufrió por ustedes. Él es su ejemplo, y deben seguir sus pasos.”

1 Pedro 2:21 (Nueva Traducción Viviente)

Autor: Enrique Monterroza