Oseas 6:7

La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

 

Respuesta del pueblo

 

 

 

Venid, volvamos al Señor.
Pues El nos ha desgarrado, y nos sanará;
nos ha herido[a], y nos vendará.
Nos dará vida después de dos días,
al tercer día nos levantará
y viviremos delante de El.
Conozcamos, pues, esforcémonos por conocer al Señor.
Su salida es tan cierta como la aurora,
y El vendrá a nosotros como la lluvia,
como la lluvia de primavera que riega la tierra.

¿Qué haré contigo, Efraín?
¿Qué haré contigo, Judá?
Porque vuestra lealtad[b] es como nube matinal,
y como el rocío, que temprano desaparece.
Por tanto los he despedazado por medio de los profetas,
los he matado con las palabras de mi boca;
los juicios sobre ti son como la luz que sale.
Porque más me deleito en la lealtad[c] que en el sacrificio,
y más en el conocimiento de Dios que en los holocaustos.
Pero ellos, como Adán[d], han transgredido el pacto;
allí me han traicionado.
Galaad es ciudad de malhechores,
con huellas de sangre.
Como bandidos al acecho de un hombre,
es la banda de sacerdotes que asesina en el camino a Siquem;
ciertamente han cometido iniquidad[e].
10 En la casa de Israel he visto una cosa horrible:
allí está la prostitución de Efraín, se ha contaminado Israel.
11 Para ti también, oh Judá, hay preparada una cosecha,
cuando yo restaure el bienestar[f] de mi pueblo.

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

Promesas – Muestra tu Luz

Has escuchado la frase: Hoy es el primer día del resto de tu vida.

Emprende todo con la luz de Dios en tu alma, y así podrás aportar hermosura, armonía, orden y paz al mundo, pero sobre todo, reflejarás al Príncipe de Paz.

 

 

 

Mateo 5:16
Así alumbre vuestra luz delante de los hombres,
para que vean vuestras buenas obras,
y glorifiquen a vuestro padre que está en los cielos.

Proverbios 4:18
Mas la senda de los justos es como la luz de la aurora, que va aumentando en resplandor hasta que es pleno día.

Juan 8:12
Jesús les habló otra vez, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.

Juan 9:5
Mientras estoy en el mundo, yo soy la luz del mundo.

Juan 12:36
Mientras tenéis la luz, creed en la luz, para que seais hijos de la luz. Estas cosas habló Jesús, y se fue y se ocultó de ellos.

Filipenses 2:15
para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin tacha en medio de una generación torcida y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo,

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

REFLEXION

ATEOS – ¿QUÉ TESTIGOS TIENEN LA RAZÓN?
Publicado por: Pastor Carlos Vargas Valdez en Cristianos, Devocional 

 

 

 



Ro 12:2 : No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

2Co 5:17 : De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

El ateo Bragnaugh había desafiado ya varias veces a un joven seguidor de Cristo a un debate público. 

El joven, por no creer que tenía la aptitud para sostener un debate acerca de la teología, había rechazado la oferta cada vez que lo retaba el ateo.

Pero Bragnaugh seguía insistiendo.

Por fin el joven le dijo: «Mire, Señor, los debates convencionales nunca llegan a una conclusión definitiva. 

Hagamos esto más bien: Yo traeré a cien personas que den testimonio de cómo Dios las ha transformado, de modo que han hallado completa satisfacción y paz interior. 

Usted quedará en libertad de examinarlas como guste.

Pero traiga usted también a cien personas que hayan sido transformadas mediante sus enseñanzas ateas, que den testimonio de que a través de su filosofía atea han hallado paz interior y verdadera satisfacción.»

Cuando llegó el día del debate, no sólo brillaban por su ausencia los testigos del ateo, sino que tampoco él se presentó.

Es más, nunca volvió a molestar al joven seguidor de Cristo.

En realidad, el cristianismo no necesita defensa. 

No es una teoría; es un hecho que sólo necesita anunciarse.

El cristianismo no es una filosofía complicada que requiere años de estudio para entenderla; es más bien una experiencia que se verifica en un instante en la vida de quien responde a la invitación de Jesucristo, su fundador.

El cristianismo tampoco es una religión cuya virtud consiste en ritos y ceremonias.

El ciego Bartimeo no tuvo que cumplir ningún rito para que Jesús lo sanara.

La mujer sorprendida en adulterio tampoco tuvo que cumplir ningún rito para que Jesús la perdonara. 

Ni fue necesario que cumpliera ningún rito Lázaro para que Jesús lo resucitara de entre los muertos. 

Es que no hay fórmula mágica ni plegaria ceremonial ni rito solemne que valgan para ganarse el favor divino, ni mucho menos que se requieran para recibir el perdón de pecados, la sanidad del cuerpo o la vida eterna.

La prueba más convincente del cristianismo consiste en el cambio radical que se produce en todos los que le entregan su vida a Cristo. San Pablo se refiere a esa transformación como una renovación total de la mente,1 y la describe en los siguientes términos: «Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!»2 De modo que el cristianismo no es teórico sino práctico, ya que ofrece no sólo una ideología íntegra sino una experiencia integral, y comprende no sólo un nuevo modo de pensar sino un nuevo modo de vivir. 

Más vale entonces que, en vez de ponerlo en tela de juicio, lo pongamos a prueba personalmente. 

De hacerlo así, experimentaremos en carne propia la paz y la satisfacción que sienten los verdaderos seguidores de Cristo.

1 Ro 12:2
2 2Co 5:17

por Carlos Rey