Deuteronomio 33 :11

La Biblia de las Américas (LBLA) 

 

 

Moisés bendice a las doce tribus

 

 

 

33 Esta es la bendición con la que Moisés, hombre de Dios, bendijo a los hijos de Israel antes de morir. Dijo:

El Señor vino del Sinaí
y les esclareció[a] desde Seir;
resplandeció desde el monte Parán,
y vino de en medio de diez millares de santos[b];
a su diestra había fulgor centellante[c] para ellos.
En verdad, El ama al pueblo[d];
todos tus[e] santos están en tu mano,
y siguen en tus pasos[f];
todos reciben de tus palabras.
Una ley nos prescribió Moisés,
una herencia para la asamblea de Jacob.
El era rey en Jesurún[g],
cuando se reunieron los jefes[h] del pueblo,
juntamente con las tribus de Israel.

Viva Rubén, y no muera,
y no sean pocos sus hombres.

En cuanto a Judá, esto dijo:

Escucha, oh Señor, la voz de Judá,
y tráelo a su pueblo.
Con sus manos luchó por ellos[i];
sé tú su ayuda contra sus adversarios.

Y de Leví dijo:

Tu Tumim y tu Urim sean para tu varón santo[j],
a quien pusiste a prueba en Masah,
con quien luchaste en las aguas de Meriba;
el que dijo de su padre y de su madre:
“No los conozco[k]”;
y no reconoció a sus hermanos,
ni consideró a sus propios hijos,
porque obedecieron tu palabra,
y guardaron tu pacto.
10 Ellos enseñarán tus ordenanzas a Jacob
y tu ley a Israel.
Pondrán incienso delante de ti[l],
y holocaustos perfectos sobre tu altar.
11 Bendice, oh Señor, sus esfuerzos,
y acepta la obra de sus manos;
quebranta los lomos de los que se levantan contra él
y de los que lo odian, para que no se levanten más.

12 De Benjamín, dijo:

Habite el amado del Señor en seguridad junto a aquel
que le protege[m] todo el día,
y entre cuyos hombros mora.

13 Y de José, dijo:

Bendita del Señor sea su tierra,
con lo mejor de los cielos, con el rocío
y con las profundidades que están[n] debajo;
14 con lo mejor de los frutos del sol
y con los mejores productos de los meses;
15 con lo mejor de los montes antiguos
y con lo escogido de los collados eternos;
16 con lo mejor de la tierra y cuanto contiene
y el favor del que habitaba en la zarza.
Descienda la bendición sobre la cabeza de José,
y sobre la coronilla del consagrado[o] entre sus hermanos.
17 Su majestad es como la del primogénito del toro,
y sus cuernos son los cuernos del búfalo;
con ellos empujará a los pueblos,
todos juntos, hasta los confines de la tierra.
Tales son los diez millares de Efraín,
y tales los millares de Manasés.

18 Y de Zabulón, dijo:

Alégrate, Zabulón, en tus salidas[p]
e Isacar, en tus tiendas.
19 Llamarán a los pueblos al monte;
allí ofrecerán sacrificios de justicia,
pues disfrutarán[q] de la abundancia de los mares,
y de los tesoros escondidos en la arena.

20 Y de Gad, dijo:

Bendito el que ensancha a Gad;
se echa como león[r],
y desgarra el brazo y también la coronilla.
21 Entonces reservó[s] para sí la primera parte,
pues allí la porción de gobernante le estaba reservada[t].
Y él vino con los jefes del pueblo;
ejecutó la justicia del Señor,
y sus ordenanzas con Israel.

22 Y de Dan, dijo:

Dan es cachorro de león
que salta desde Basán.

23 Y de Neftalí, dijo:

Neftalí, colmado de favores,
y lleno de la bendición del Señor,
toma posesión del mar y del sur.

24 Y de Aser, dijo:

Más bendito que[u] hijos es Aser;
sea favorecido por sus hermanos,
y moje su pie en aceite.
25 De hierro y de bronce serán tus cerrojos,
y tan largo como tus días será tu reposo[v].

26 Nadie hay como el Dios de Jesurún[w],
que cabalga los cielos para venir en tu ayuda,
y las nubes, en su majestad.
27 El eterno Dios es tu refugio[x],
y debajo están los brazos eternos.
El echó al enemigo delante de ti,
y dijo: “¡Destruye!”
28 Por eso Israel habita confiado[y],
la fuente de Jacob habita separada
en una tierra de grano y mosto;
sus cielos también destilan rocío.
29 Dichoso tú, Israel.
¿Quién como tú, pueblo salvado por el Señor?
El es escudo de tu ayuda,
y espada de tu gloria.
Tus enemigos simularán someterse ante ti,
y tú hollarás sus lugares altos.

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

 

 

La valentía es contagiosa.

 


Cuando un hombre valiente adopta una posición,
los demás se paran firmes.

1 Corintios 16:13
Estad alerta, permaneced firmes en la fe,
portaos varonilmente, sed fuertes.

1 Samuel 4:9
Cobrad ánimo y sed hombres, oh filisteos, para que no lleguéis a ser esclavos de los hebreos como ellos han sido esclavos de vosotros; sed hombres, pues, y pelead.

2 Samuel 10:12
Esfuérzate, y mostrémonos valientes por amor a nuestro pueblo y por amor a las ciudades de nuestro Dios; y que el SEÑOR haga lo que le parezca bien.

Salmos 31:24
Esforzaos, y aliéntese vuestro corazón, todos vosotros que esperáis en el SEÑOR.

Gálatas 5:1
Para libertad fue que Cristo nos hizo libres; por tanto, permaneced firmes, y no os sometáis otra vez al yugo de esclavitud.

Efesios 3:16
que os conceda, conforme a las riquezas de su gloria, ser fortalecidos con poder por su Espíritu en el hombre interior;

Efesios 6:10
Por lo demás, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza.

Filipenses 1:27
Solamente comportaos de una manera digna del evangelio de Cristo, de modo que ya sea que vaya a veros, o que permanezca ausente, pueda oír que vosotros estáis firmes en un mismo espíritu, luchando unánimes por la fe del evangelio;

Filipenses 4:1
Así que, hermanos míos, amados y añorados, gozo y corona mía, estad así firmes en el Señor, amados.

Colosenses 1:11
fortalecidos con todo poder según la potencia de su gloria, para obtener toda perseverancia y paciencia, con gozo

1 Tesalonicenses 3:8
porque ahora sí que vivimos, si vosotros estáis firmes en el Señor.

2 Tesalonicenses 2:15
Así que, hermanos, estad firmes y conservad las doctrinas que os fueron enseñadas, ya de palabra, ya por carta nuestra.

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

 

 

REFLEXION

Siguiendo a Jesús sin una cruz