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1 Tesalonicenses 4:13-18 La Biblia de las Américas (LBLA)

 

La venida del Señor

13 Pero no queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen[i], para que no os entristezcáis como lo hacen los demás que no tienen esperanza. 14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también Dios traerá con El a los que durmieron[j] en[k] Jesús. 15 Por lo cual os decimos esto por la palabra del Señor: que nosotros los que estemos vivos y que permanezcamos hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron[l]. 16 Pues el Señor mismo descenderá del cielo con voz[m] de mando, con voz de arcángel y con la trompeta de Dios, y los muertos en Cristo se levantarán primero. 17 Entonces nosotros, los que estemos vivos y que permanezcamos, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes al encuentro del Señor en el aire, y así estaremos con el Señor siempre. 18 Por tanto, confortaos[n]unos a otros con estas palabras.

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

¿Cómo Debes Seguir Tu Visión Según La Biblia?
Publicado por: Cristianos en Los Cristianos 0


ESCRIBE LA VISIÓN QUE PUEDA LEERSE DE CORRIDO (Habacuc 2:2)

Pablo era un hombre con una misión. Viajaba ligero, se ejercitaba en la disciplina personal, evitaba las distracciones y mantenía su mirada en la meta:

Una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta (Filipenses 3:13-14).

Toda empresa exitosa se rige por un lema y una declaración de principios que cada empleado debe acatar y tener siempre en cuenta. Dios dijo a Habacuc: “Escribe la visión” para que corra el que leyere en ella (Habacuc 2:2 RV 1960).

Tienes que escribir tu visión, leerla regularmente, recordarla siempre y correr con ella. Tu mayor enemigo no es la oposición, sino las distracciones.

¿Has oído hablar del elefante blanco?

Se cuenta que cuando el rey de Siam quería destruir a un enemigo, le regalaba un elefante blanco. En aquellos días los elefantes blancos eran considerados sagrados, y nadie osaba rechazar un regalo del rey. El problema era que los elefantes blancos no podían trabajar, pero tenían que ser alimentados y mucho. Por consiguiente, el “regalo” del rey acababa arruinando a su enemigo. ¿Te suena?

Guárdate de esos elefantes blancos que agotan tu tiempo, tu energía y tus recursos. Para proteger tu visión, vive según las siguientes palabras:

Despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. Considerad a Aquel para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar (Hebreos 12:1-3)

En el capítulo 39 de Génesis se repite cinco veces: “Pero el Señor estaba con José”.

Anímate: Dios está en medio de lo que estás pasando ahora. ¿De dónde sacó José la visión para dirigir a una nación?

De enfrentar sus propios problemas familiares, de tratar con los sirvientes de la casa de Potifar y de dirigir el sistema carcelario.
Como los peldaños de una escalera, cada una de esas cosas le acercó más a la cima. Notemos el proceso: sus hermanos lo vendieron como esclavo a unos ismaelitas; éstos le vendieron a Potifar, quien le mandó a la cárcel, donde conoció al mayordomo que le presentó al Faraón, quien le nombró Primer Ministro de Egipto, cumpliéndose así su sueño.

¿Fue fácil el proceso? Por supuesto que no. Hasta la hora en que se cumplió su palabra, el dicho del Señor lo probó (Salmo 105:19). Tu visión será “probada” en situaciones que, o bien te harán más fuerte o bien te hundirán.

Bill Gothard describe este proceso como el nacimiento, la muerte y la resurrección de la visión.

Cuando no tienes fondos, ni amigos, ni te quedan más fuerzas para luchar (la etapa de la muerte), recuerda las palabras de Jesús:

Si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo, pero si muere, lleva mucho fruto (Juan 12:24), Cuando muere tu visión y Dios la resucita, comienzas a hablar y a actuar de manera diferente.

Cuando disminuye tu ego y aumenta la gracia de Dios, dices como el salmista: “Hubiera yo desmayado, si no creyera que he de ver la bondad del Señor en la tierra de los vivientes” (Salmo 27:13). En esos momentos Dios sonríe y dice: “Por fin lo has entendido”.

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ


¡Presta atención!

Una historia cuenta que atravesando el Atlántico, hace varios años, con el vapor Scotia, una noche tranquila y serena, un hombre pudo notar en el capitán del barco cierta inquietud.

Intrigado el hombre por lo que notaba, se dirigió al capitán y le preguntó a qué se debía su nerviosismo, a lo que le contestó que había bajado mucho el termómetro durante las últimas horas y que ello lo tenía preocupado ya que seguramente habría grandes cantidades de hielo a su alrededor, y obraría como un loco si pretendía continuar el trayecto en tales circunstancias, ya que lo mejor en aquel caso era parar el barco, pues si chocaban con un iceberg irían a pique.

Nadie podía advertirles del peligro en que estaban sino el termómetro, y por la fe en la advertencia del instrumento, el capitán salvó la vida de todos los que estaban en aquel vapor.

Lo mismo sucede con nuestras vidas, contamos con un termómetro que nos va guiando y nos muestra si vamos por buen camino o no. Sería tonto de nuestra parte el querer vivir sin obedecer las advertencias de Dios, nadie con sentido común seguirá su trayecto sobre una ruta que tiene avisos de que el camino termina ahí ni tomaría veneno viendo la advertencia en el frasco. De igual forma, sería necio el pretender vivir desobedeciendo a Dios y pensar salir ilesos o llevar una buena vida sin acatar los mandamientos que nos da.

Muchas veces solamente nos aprendemos las promesas, nos agarramos de ellas y dejamos de lado las prohibiciones que encontramos en la Biblia, olvidándonos que si no hay obediencia tampoco podremos disfrutar de las bendiciones que Dios tiene para nosotros.

“Hijo mío, no te olvides de mí ley, Y tu corazón guarde mis mandamientos; Porque largura de días y años de vida Y paz te aumentarán. Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; Átalas a tu cuello, Escríbelas en la tabla de tu corazón; Y hallarás gracia y buena opinión ante los ojos de Dios y de los hombres. Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas. No seas sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal; Porque será medicina a tu cuerpo, Y refrigerio para tus huesos” Proverbios 3:1-8 (RVR1960)

Todas las prohibiciones y advertencias que encontramos en la palabra de Dios no tienen otra finalidad que evitarnos dolor y salvar nuestras almas porque lo que puede parecernos bueno o inofensivo en su momento, más adelante puede traernos mucho dolor con las consecuencias que acarrea, puede alejarnos de Dios, desviarnos del camino e incluso podríamos terminar perdiendo nuestra salvación.

Vivamos atentos a los mandamientos de Dios para que podamos disfrutar de una vida de paz y llena de las bendiciones que nuestro Padre tiene para nosotros. Seamos sabios para obedecer las indicaciones que Él nos da, de manera que cada día nos acerquemos más a Dios y podamos cumplir el plan que tiene para nuestras vidas.

 

 

Ana María Frege Issa
CVCLAVOZ