1 Corintios 14:15 La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

 

Superioridad del don de profecía

 

 

 

14 Procurad alcanzar el amor; pero también desead ardientemente los donesespirituales, sobre todo que profeticéis. Porque el que habla en lenguas[a] no habla a los hombres, sino a Dios, pues nadie lo entiende[b], sino que en su espíritu[c] habla misterios.Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación.El que habla en lenguas, a sí mismo se edifica, pero el que profetiza edifica a la iglesia.Yo quisiera que todos hablarais en lenguas, pero aún más, que profetizarais; pues el que profetiza es superior al que habla en lenguas, a menos de que las interprete para que la iglesia reciba edificación. Ahora bien, hermanos, si yo voy a vosotros hablando en lenguas, ¿de qué provecho os seré a menos de que os hable por medio de revelación, o de conocimiento, o de profecía, o de enseñanza? Aun las cosas inanimadas, como la flauta o el arpa, al producir un sonido, si no dan con distinción los sonidos, ¿cómo se sabrá lo que se toca en la flauta o en el arpa? Porque si la trompeta da un sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla? Así también vosotros, a menos de que con la boca[d] pronunciéis palabras inteligibles, ¿cómo se sabrá lo que decís[e]? Pues hablaréis al aire. 10 Hay, quizás, muchas variedades de idiomas[f] en el mundo, y ninguno carece de significado. 11 Pues si yo no sé el significado[g] de las palabras[h], seré para el que habla un extranjero[i], y el que habla será un extranjero[j] para mí[k]12 Así también vosotros, puesto que anheláis dones espirituales[l], procurad abundar en ellos para la edificación de la iglesia. 13 Por tanto, el que habla en lenguas, pida en oración para que pueda interpretar. 14 Porque si yo oro en lenguas, mi espíritu ora, pero mi entendimiento[m]queda sin fruto. 15 Entonces ¿qué? Oraré con el espíritu, pero también oraré con el entendimiento[n]; cantaré con el espíritu, pero también cantaré con el entendimiento[o].16 De otra manera, si bendices sólo en[p] el espíritu, ¿cómo dirá el Amén a tu acción de gracias el que ocupa el lugar del que no tiene ese don[q], puesto que no sabe lo que dices?17 Porque tú das gracias bien, pero el otro no es edificado. 18 Doy gracias a Dios porque hablo en lenguas más que todos vosotros; 19 sin embargo, en la iglesia prefiero[r] hablar cinco palabras con mi entendimiento[s], para instruir también a otros, antes que diez mil palabras en lenguas.

20 Hermanos, no seáis niños en la manera de pensar; más bien, sed niños en la malicia, pero en la manera de pensar sed maduros. 21 En la ley está escrito: Por hombres de lenguas extrañas y por boca[t] de extraños hablare a este pueblo, y ni aun asi me escucharan, dice el Señor.22 Así que las lenguas son una señal, no para los que creen, sino para los incrédulos; pero la profecía es una señal, no para los incrédulos, sino para los creyentes. 23 Por tanto, si toda la iglesia se reúne y todos hablan en lenguas, y entran algunos sin ese don o son incrédulos, ¿no dirán que estáis locos? 24 Pero si todos profetizan, y entra un incrédulo, o uno sin ese don, por todos será[u] convencido, por todos será[v] juzgado; 25 los secretos de su corazón quedarán al descubierto, y él se postrará y adorará a Dios, declarando que en verdad Dios está entre vosotros.

 

 

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

Siguiendo sus Pasos

Seguir a Jesús no significa simplemente una adhesión exterior y cómoda o solamente recibir sus bendiciones, sino que implica renunciar a uno mismo, tomando la cruz del reproche, de la burla y, quizá, de la persecución por causa de su fe; era necesario estar dispuesto a darlo todo, para ganarlo luego todo.

Proverbios 4:26-27

pasos17Examina la senda que siguen tus pies

y sean rectos todos tus caminos.

No te desvíes a la derecha ni a la izquierza;

aparte tu pie del mal.

Hebreos 12:13
y haced sendas derechas para vuestros pies, para que la pierna coja no se descoyunte, sino que se sane.

Salmos 119:5
¡Ojalá mis caminos sean afirmados para guardar tus estatutos!

Proverbios 4:25
Miren tus ojos hacia adelante, y que tu mirada se fije en lo que está frente a ti.

Proverbios 5:6
No considera la senda de la vida; sus senderos son inestables, y no lo sabe.

Proverbios 5:21
Pues los caminos del hombre están delante de los ojos del SEÑOR, y El observa todos sus senderos.

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

¡CORAZÓN QUE ARDE APASIONADAMENTE POR DIOS!

 


Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas Deuteronomio 6:5 RV60


Este mensaje va dirigido a aquellas personas, especialmente a chicos y jovencitas solter@s que aman a Dios y aún quieren amarle más, esperando pacientemente en su perfecta voluntad. Por ahora. Que nuestra pasión sea absorbida por el genuino servicio a Dios en donde nos ha puesto a servir. Pongamos nuestra mirada en amar a Dios, no fijemos por ahora nuestra mirada en alguien por ahora, sirvámosle con todo el ardiente amor y fervor que tenemos a nuestro Dios desenfocando nuestra mirada de alguien en especial que te haya llamado la atención, ¡ah! y debo decirte que esto solo se puede lograr por la Gracia de Dios en ti y por el poder del Espíritu Santo para decir No a mirar a alguien hasta que se haga la perfecta voluntad de Dios.

 

 Y aclaro, no es que sea pecado mirar constantemente a esa persona que te gusta. Sino solo por la sencilla razón de que tú quieres concentrarte y deleitarte en amar cada vez más al Señor y servirle con pasión. Razón de una difícil explicación pues es muy sencilla: ¡quieres concentrarte más en Dios!


Prométanme, oh mujeres de Jerusalén, por las gacelas y los ciervos salvajes, que no despertarán el amor hasta que llegue el momento apropiado (cantares 3:5)
“Mi corazón arde ahora de pasión por Dios. Sin lógica ni explicación digo NO en el poder de Dios”


Hay una amistad sincera, y espero que siempre así permanezca.
Mi ser está confiado aunque el día de hoy mi corazón ha sido buenamente impactado.
Pero, como hija de Dios, sobre este hermoso sentimiento que rodea una sincera confianza y mutua amistad,
Dios gobierna el alma de la niña de sus ojos. ¡¡Alma Mía Reposa!! Porque de Él es mi esperanza.

Mi niña, YO SOY TU PADRE, y a mi tiempo y voluntad, te voy a entregar a manos de un hombre que te ame tal como mi Hijo se entregó a sí mismo por su iglesia;
Un hombre que te sepa pastorear, temeroso de mí. En quien (después de mí) hallarás seguridad y tú, ayuda idónea a él serás.


Así que no temas, porque hijita ¡¡en mis manos estás!! Y EN BUENAS MANOS DE UN BUEN HOMBRE VAS A ESTAR, ¡en buenas manos te voy a poner!


Así que continúo rindiéndome; y aún más: ME RINDO ANTE TI DIOS


Acalla mi alma con todas sus expectativas en mi Señor,
Pues Papá en buenas manos me ha de entregar
Por mi parte, He decidido cerrar mi mirada ante algún chico en especial.
Digo yo:
Si por mi Dios con todo mi corazón me quiero apasionar, amándole de toda mi alma, de todas mis fuerzas, ¡de todo corazón!


Sirviéndole diligentemente con gran fervor y santidad, ¿para qué seguiré mirando a este joven, si he decidido amar solo a mi Señor apasionadamente?

 

 Aparte de que sé que él tiene el sello de Dios y aquel está asegurado en Él. En cuanto a mí, he determinado literalmente centrar mi mirada solamente en Dios.


Sentimentalmente ahora es tiempo de ABNEGACIÓN para una joven como yo,
Solo quiero fijarme en mi Señor, amarle con todo mi corazón pues Él es digno de mi amor.
Cada vez que se me presenta visible a mi vista este chico.


Amante de mi Padre Dios, sensible al Señor, he determinado decir NO al deseo de a este joven mirar, en el Poder del Espíritu de Dios. Prefiero arder de pasión por Dios.


Servirle en el ministerio que Él me ha encomendado con gran amor, temor y temblor. Desenfocando mi mirada (por más que dure poco) de aquel chico,
Distrayéndome en la determinación de mi voluntad amar loca y apasionadamente a mi Fiel Creador con toda mi alma, con todas mis fuerzas.


Pues al futuro en buenas manos he de estar, jajaja ¿De qué me he de preocupar?

Más que fijar tu mirada en una persona, ¡Que tu corazón arda de pasión por Dios!

 


Autora: Erika María Zambrano