http://unencuentroconlapalabra1.jimdo.com/

http://unencuentroconlapalbra.blogspot.com.co/

https://www.facebook.com/unencuentroconlapalbra

http://www.amigosporisrael.org/

                    

 

Salmos 119:50 La Biblia de las Américas (LBLA)

Meditaciones sobre la palabra de Dios

 

Zain.

49 Acuérdate de la palabra dada a tu siervo,
en la cual me has hecho esperar.
50 Este es mi consuelo en la aflicción:
que tu palabra me ha vivificado[q].
51 Los soberbios me insultaron en gran manera,
sin embargo, no me he apartado de tu ley.
52 Me acuerdo de tus ordenanzas antiguas[r], oh Señor,
y me consuelo.
53 Profunda indignación se ha apoderado de mí por causa de los impíos
que abandonan tu ley.
54 Cánticos para mí son tus estatutos
en la casa de mi peregrinación.
55 Por la noche me acuerdo de tu nombre, oh Señor,
y guardo tu ley.
56 Esto se ha hecho parte de mí:
guardar[s] tus preceptos.

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

· 

REFLEXION

Cómo prepararte bien Según La Biblia?
“…BOOZ TOMÓ A RUT Y SE CASÓ CON ELLA…” (Rut 4.13)

Cristianos 0 3 minutos leer


“…BOOZ TOMÓ A RUT Y SE CASÓ CON ELLA…” (Rut 4.13)

Notemos las instrucciones que Noemí le dio a Rut para que se acercara a Booz, su futuro esposo, y te darás cuenta de que hay un cierto protocolo parecido en el caminar con Dios. Cuando lo entiendas, comenzarán a suceder las cosas que has estado esperando.

1) Comprueba que es la voluntad de Dios para ti.
Rut no estaba buscando a cualquier hombre, sino que tenía uno en mente. Y gracias a que Noemí había preparado el camino, ésta le pudo decir a su nuera dónde encontrarlo:

“Esta noche él avienta la parva de las cebadas” (Rut 3:2).

Analiza bien lo que quieres de Dios antes de empezar a reclamar algo en oración. ¡Asegúrate que es eso lo que Él quiere también!

Si algo no es para ti, no vayas detrás de ello. No persigas algo simplemente porque le va bien a cualquier otra persona. Dios tiene un plan específico e individual para ti. Búscalo y Él te lo revelará.

2) Trata con tu pasado. Noemí dijo a Rut: “…te lavarás…” (Rut 3:3).
Para poder ganar la aceptación de Booz, Rut no podía acercarse a él con la apariencia y el olor de Moab, el lugar de hambruna del que había salido.

Necesitaba arreglar cuentas con su pasado para que no saboteara su futuro. Dios te abrirá la puerta, pero hasta que no hayas tratado con tus asuntos pendientes, no podrás entrar por ella.

No podrás recibir lo que Él tiene para darte si sigues contaminado por tus miserias pasadas. Aunque necesites seis meses o un año, trata con tu bagaje emocional primero. Dios dice:

“No os acordéis de las cosas pasadas… He aquí que yo hago cosa nueva… otra vez abriré camino…” (Isaías 43:18-19).

Noemí preparó a Rut para encontrarse con su futuro esposo, y en esa preparación le enseñó dos principios valiosos de cómo triunfar en la vida.

1) Debes tener la actitud correcta. Noemí dijo a Rut: “…Te ungirás…” (Rut 3:3 RV Antigua).
En los tiempos bíblicos la gente se ungía con aceite para refrescarse y renovarse. Rut estaba adoptando una actitud correcta al ungirse. Si estás orando por un buen trabajo o un compañero o la resolución de algún problema, pero todavía no has recibido respuesta, no eches siempre la culpa a Satanás; comprueba tu actitud:

“…Cambien de manera de ser y de pensar…” (Romanos 12:2 Traducción en lenguaje actual). Para obtener resultados satisfactorios, hace falta tener la actitud apropiada.

2) Debes estar dispuesto a ir contra corriente. Noemí le dijo a Rut: “…Te pondrás tu mejor vestido…” (Rut 3:3).
¿Por qué vestirse para algo que todavía no ha sucedido? ¡Porque Dios bendice a los precavidos! Tendrás que estar listo para cuando llegue tu momento. La historia de Rut nos enseña que en medio de las masas sólo se destacan los que sobresalen por algo.

Cuando te vistes para un acontecimiento futuro, es muy probable que tu atuendo no sea el apropiado para el lugar de donde sales.

Pero no importa. Tu mayor preocupación debería ser la aprobación de Dios, no la del hombre. Es necesario que sepas que tienes un destino concreto, de lo contrario tenderás a excusarte y a justificar por qué eres distinto a los demás. Cuando sabes adónde te está llevando Dios, nada te importa. Y cuando los demás ven cómo te preparas, no les debería quedar duda de adónde te encaminas.

Consideremos otras dos enseñanzas que Noemí impartió a Rut en sus preparativos para encontrarse con Booz:

1) Asegúrate de que estás en el lugar adecuado. Noemí dijo a Rut: “Irás a la era…” (Rut 3.3).
¿Por qué a la era? ¡Porque allí estaba Booz! Para recibir lo que Dios tiene para ti, debes estar en el lugar espiritual adecuado. Satanás te dirá que no eres digno de ser bendecido. Tratará de convencerte de que te quedes quieto y de que escuches a los que buscan impedir que logres lo que Dios se ha propuesto para tu vida. Hará que no te sientas cómodo en el lugar donde te encuentras, aunque éste sea el lugar correcto. No creas sus mentiras. Cuando Dios te llama, te capacita, te da las fuerzas y te usa para su gloria.

2) Comprende la importancia de esperar el momento adecuado. “…No te presentarás al hombre hasta que…” (Rut 3:3).
Rut había esperado mucho ese momento; ahora tenía que aprender a quedarse quieta, porque la persona que Dios había dispuesto para bendecirla estaba durmiendo. Es difícil entusiasmarse por algo que a los demás les deja impasibles, cuando éstos no se contagian con tu entusiasmo como desearías. Pero a veces Dios dice: ‘Espera.’ Deja de esforzarte para que las cosas sucedan antes de tiempo. No trates de promocionarte:

“Aunque la visión tarda… se cumplirá a su tiempo, no fallará. Aunque tarde, espérala, porque sin duda vendrá…” (Habacuc 2:3).

Tal vez Dios no responda cuando pienses que debería hacerlo, pero su tiempo es perfecto. Tiene bendiciones con tu nombre y por mucho que otros las deseen, te las concederá cuando llegue el momento propicio.

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ


¿Hijo obediente o desobediente?

Los niños pequeños tienen la peculiaridad de hacer justo lo que les pides que no hagan, a cierta edad esto es característico de ellos, pareciera que quieren comprobar qué pasa si hacen lo que no les es consentido.

Lo gracioso es que no sólo pasa con los niños sino también con las personas ya mayores, que ya tienen conciencia y carácter formado. Este es el caso del Rey Salomón 1 Reyes 11:1-2 dice: “Pero el rey Salomón amó, además de la hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras; a las de Moab, a las de Amón, a las de Edom, a las de Sidón, y a las heteas; gentes de las cuales Jehová había dicho a los hijos de Israel: No os llegaréis a ellas, ni ellas se llegarán a vosotros; porque ciertamente harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses. A éstas, pues, se juntó Salomón con amor.” Lo que Dios había dicho que no hiciera, el rey lo hizo como un niño.

Dios había advertido lo que pasaría si desobedecían esta instrucción, sin embargo Salomón no obedeció y la consecuencia fue que estas mujeres desviaron el corazón del rey hacia sus dioses. Obviamente Jehová se enojó contra Salomón y hubo consecuencias.

Cuando los padres advertimos a nuestros hijos acerca de algo, no es para evitar que sean felices o experimenten cosas buenas; al contrario, lo hacemos para resguardar su bienestar, porque los amamos y queremos cuidarlos las malas consecuencias. Dios, nuestro Padre, también tiene la misma actitud con nosotros, nos ama y si hay algo que dice que no lo hagamos es para nuestro bien: “Pues yo sé los planes que tengo para ustedes —dice el Señor—. Son planes para lo bueno y no para lo malo, para darles un futuro y una esperanza.” Jeremías 29:11 (NTV)

Debemos ser perceptivos a sus advertencias, confiando que si obedecemos y hacemos caso no sólo evitaremos las malas consecuencias sino que también estaremos cumpliendo el propósito de Dios para nuestras vidas.

¿Hay algo en lo cual no has sido has escuchado la advertencia de Dios? Medita, dispón tu corazón para ser guiado a la voluntad de Dios y también pídele que te ayude a ser un hijo obediente.

 

 

Soraida Fuentes
CVCLAVOZ