Hechos 7:20-21 La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

 

 

Discurso de Esteban

 

 

Y el sumo sacerdote dijo: ¿Es esto así?

Y él dijo: Escuchadme, hermanos y padres. El Dios de gloria apareció a nuestro padre Abraham cuando estaba en Mesopotamia, antes que habitara en Harán, y le dijo: “Sal de tu tierra y de tu parentela, y ve a la tierra que yo te mostrare.” Entonces él salió de la tierra de los caldeos y se radicó en Harán. Y de allí, después de la muerte de su padre,Dios lo trasladó a esta tierra en la cual ahora vosotros habitáis. No le dio en ella heredad, ni siquiera la medida de la planta del pie, y sin embargo, aunque no tenía hijo, prometió que se la daria en posesion a el y a su descendencia despues de elY Dios dijo así: “Que sus descendientes serian extranjeros en una tierra extraña, y que serian esclavizados y maltratados[a] por cuatrocientos añosPero yo mismo juzgare a cualquier nacion de la cual sean esclavos” —dijo Dios— “y despues de eso saldran y me serviran[b] en este lugar.” Y Dios le dio el pacto[c] de la circuncisión; y así Abraham vino a ser el padre de Isaac, y lo circuncidó al octavo día; e Isaac vino a ser el padre de Jacob, y Jacob de los doce patriarcas.

Y los patriarcas tuvieron envidia de José y lo vendieron para Egipto. Pero Dios estaba con él, 10 y lo rescató de todas sus aflicciones, y le dio gracia y sabiduría delante de Faraón, rey de Egipto, y éste lo puso por gobernador sobre Egipto y sobre toda su casa.

11 Entonces vino hambre sobre todo Egipto y Canaán, y con ella gran aflicción; y nuestros padres no hallaban alimentos. 12 Pero cuando Jacob supo[d] que había grano[e]en Egipto, envió a nuestros padres allá la primera vez. 13 En la segunda visita, José se dio a conocer a sus hermanos, y conoció[f] Faraón el linaje de José. 14 Y José, enviandomensaje, mandó llamar a Jacob su padre y a toda su parentela, en total setenta y cincopersonas. 15 Y Jacob descendió a Egipto, y allí murió él y también nuestros padres. 16 Yde allí fueron trasladados a Siquem, y puestos en el sepulcro que por una suma de dinero había comprado Abraham a los hijos de Hamor en Siquem.

17 Pero a medida que se acercaba el tiempo de la promesa que Dios había confirmado a Abraham, el pueblo crecía y se multiplicaba en Egipto, 18 hasta que surgio otro rey en Egipto que no sabia nada de Jose19 Este rey, obrando con astucia contra nuestro pueblo[g], maltrató a nuestros padres, a fin de que expusieran a la muerte a[h] sus niños para que no vivieran. 20 Fue por ese tiempo que Moisés nació. Era hermoso a la vista de Dios[i], y fue criado por tres meses en la casa de su padre. 21 Después de ser abandonado[j] para morir, la hija de Faraón se lo llevó[k] y lo crió como su propio hijo. 22 Y Moisés fue instruido en toda la sabiduría de los egipcios, y era un hombre poderoso en palabras y en hechos. 23 Pero cuando iba a cumplir la edad de cuarenta años, sintió[l] en su corazón el deseo de visitar a sus hermanos, los hijos de Israel. 24 Y al ver que uno de ellos era tratado injustamente, lo defendió y vengó al[m] oprimido matando[n] al egipcio.25 Pensaba que sus hermanos entendían que Dios les estaba dando libertad[o] por medio de él[p], pero ellos no entendieron. 26 Al día siguiente se les presentó, cuandodos de ellos reñían, y trató de poner paz entre ellos, diciendo: “Varones, vosotros sois hermanos, ¿por qué os herís[q] el uno al otro?” 27 Pero el que estaba hiriendo[r] a su prójimo lo empujó, diciendo: “¿Quien te ha puesto por gobernante y juez sobre nosotros?28 “¿Acaso quieres matarme como mataste ayer al egipcio?” 29 Al oír estas palabras, Moises huyo y se convirtio en extranjero en la tierra de Madian, donde fue padre de dos hijos.

30 Y pasados cuarenta años, se le aparecio un angel en el desierto del monte Sinaí, en la llama de una zarza que ardia31 Al ver esto, Moisés se maravillaba de la visión, y al acercarse para ver mejor, vino a él la voz del Señor: 32 Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, de Isaac, y de Jacob.” Moisés temblando, no se atrevía a mirar. 33 Pero el Señor le dijo: “Quitate las sandalias de los pies, porque el lugar donde estas es tierra santa.34 Ciertamente he visto la opresion de mi pueblo en Egipto y he oido sus gemidos, y he descendido para librarlosven[s] ahora y te enviare a Egipto.”

35 Este Moisés, a quien ellos rechazaron, diciendo: “¿Quien te ha puesto por gobernante y juez?” es el mismo que Dios envió[t] para ser gobernante y libertador con la ayuda[u] del ángel que se le apareció en la zarza. 36 Este hombre los sacó, haciendo prodigios y señales[v] en la tierra de Egipto, en el mar Rojo y en el desierto por cuarenta años.37 Este es el mismo Moisés que dijo a los hijos de Israel: “Dios os levantara un profeta como yo[w] de entre vuestros hermanos.” 38 Este es el que estaba en la congregación[x] en el desierto junto con el ángel que le hablaba en el monte Sinaí, y con nuestros padres, y el que recibió palabras[y] de vida para transmitirlas a vosotros; 39 al cual nuestros padres no quisieron obedecer[z], sino que lo repudiaron, y en sus corazones regresaron a Egipto, 40 diciendo a Aaron: “Haznos dioses que vayan delante de nosotros, porque a este Moises que nos saco de la tierra de Egipto, no sabemos lo que le haya pasado.” 41 En aquellos días hicieron un becerro y ofrecieron sacrificio al ídolo, y se regocijaban en las obras de sus manos. 42 Pero Dios se apartó de ellos y los entregó para que sirvieran[aa] al ejército del cielo[ab], como está escrito en el libro de los profetas: ¿Acaso fue a mi a quien ofrecisteis victimas y sacrificios en el desierto por cuarenta añoscasa de Israel43 Tambien llevasteis el tabernaculo de Moloc, y la estrella del dios Renfan, las imagenes que hicisteis para adorarlas. Yo tambien os deportare mas alla de Babilonia.

44 Nuestros padres tuvieron el tabernáculo del testimonio en el desierto, tal como lehabía ordenado que lo hiciera Aquél que habló a Moisés, conforme al modelo que había visto. 45 A su vez, habiéndolo recibido, nuestros padres lo introdujeron con Josué al tomar[ac] posesión de las naciones[ad] que Dios arrojó de delante de nuestros padres, hasta los días de David. 46 Y David[ae] halló gracia delante de Dios, y pidió el favor de hallar una morada para el Dios[af] de Jacob. 47 Pero fue Salomón quien le edificó una casa. 48 Sin embargo, el Altísimo no habita en casas hechas por manos de hombres; como dice el profeta:

49 El cielo es mi trono,
y la tierra el estrado de mis pies;
¿que casa me edificareis? —dice el Señor—
¿O cual es el lugar de mi reposo?
50 ¿No fue mi mano la que hizo todas estas cosas?

51 Vosotros, que sois duros de cerviz e incircuncisos de corazón y de oídos, resistís siempre al Espíritu Santo; como hicieron vuestros padres, así también hacéis vosotros.52 ¿A cuál de los profetas no persiguieron vuestros padres? Ellos mataron a los que antes habían anunciado la venida del Justo, del cual ahora vosotros os hicisteis traidores y asesinos; 53 vosotros que recibisteis la ley por disposición de ángeles y sin embargo no la guardasteis.

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

Promesas – Excusas para Fracasar

La gran mayoría de las buenas excusas para fracasar…
¡no existen!

 

Hebreos 12:2
Puestos los ojos en Jesús… quien por el gozo puesto
delante de Él soportó la cruz… y se ha sentado
a la diestra del trono de Dios.

Hebreos 1:3
El es el resplandor de su gloria y la expresión exacta de su naturaleza, y sostiene todas las cosas por la palabra de su poder. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,

Hebreos 2:9
Pero vemos a aquel que fue hecho un poco inferior a los ángeles, es decir, a Jesús, coronado de gloria y honor a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios probara la muerte por todos.

Hebreos 2:10
Porque convenía que aquel para quien son todas las cosas y por quien son todas las cosas, llevando muchos hijos a la gloria, hiciera perfecto por medio de los padecimientos al autor de la salvación de ellos.

Hebreos 13:13
Así pues, salgamos a El fuera del campamento, llevando su oprobio.

Santiago 2:1
Hermanos míos, no tengáis vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo con una actitud de favoritismo.

 

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

EL PROPOSITO REAL DE LAS RIQUEZAS
Publicado por: Pastor Carlos Vargas Valdez en Devocional Cristiano

 

 



El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad. Efesios 4:28

Siempre me asombra cuando predico sobre la prosperidad y alguien viene y me dice: “Yo no necesito mucho dinero. 

Soy una persona sencilla con una vida sencilla.

Me limito a pedirle a Dios que me dé lo suficiente para cubrir lo que necesito”.

Algunos creen que eso significa ser humilde, pero no lo es.

¡Es egoísmo! 

No lo ven así, pero en realidad están diciendo: “Lo único que me preocupa es poder cubrir mis necesidades.

No tengo deseos de ayudar a satisfacer las necesidades de otros”.

Bien, esas personas podrían pedirle a Dios un millón de dólares, quedarse con lo suficiente para cubrir sus necesidades y donar el resto.

Pero eso ni siquiera se les ocurre porque cuando se trata de dinero, el mundo les ha lavado el cerebro con la idea de que si uno tiene dinero, debe dejárselo porque es de uno.

Esa creencia ha sido un obstáculo para el ministerio de Jesucristo en el mundo porque ha hecho que ministros del Evangelio dejen su llamado para buscar otro tipo de trabajo para poder subsistir; ha perjudicado también a las glesias y paralizado el crecimiento de ministerios que hubieran podido alcanzar miles más para el Señor.

No hay duda de que se necesita dinero para predicar el Evangelio.

Jesús lo sabía, y contrario a lo que piensa mucha gente, el ministerio de Jesús no carecía de fondos. 

Había tanto dinero circulando por su ministerio que tuvo que nombrar un tesorero, su nombre era Judas.

Pero Jesús no se dejó ese dinero, sino que lo dio para cubrir las necesidades de los que le rodeaban.

Tal era su fama de ser generoso que en la noche de la última pascua, cuando Judas salió repentinamente de la habitación, los discípulos dieron por sentado que Jesús lo había enviado a que diese a los pobres. 

¿Puede imaginarse lo mucho y las muchas veces que Jesús dio a los pobres para que los discípulos dieran por sentado tal hecho?

Jesús nunca fundó ningún imperio mundano para sí, pero eso no significa que era pobre.

Lo que significa es que era la persona más generosa que jamás haya andado sobre la faz de la tierra, y ya es hora de que comencemos a seguir sus pasos.

No rechace la riqueza que Dios quiere darle solo porque cree que no la necesita. 

Atrévase a aceptarla, luego pásela a los que sí la necesitan.

Deje de trabajar para vivir y empiece a trabajar para dar, y descubrirá el verdadero propósito de las riquezas.

Escritura Devocional para leer :
Efesios 4:28