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Hechos 24:1-3 La Biblia de las Américas (LBLA)

Los judíos acusan a Pablo ante Félix

 

 

24 Cinco días más tarde el sumo sacerdote Ananías descendió con algunos ancianos y con un abogado[a] llamado Tértulo; y[b] presentaron al gobernador sus cargos[c] contra Pablo. Después que llamaron a Pablo[d], Tértulo comenzó a acusarlo, diciendo al gobernador:

Ya que por ti hemos obtenido mucha paz, y que por providencia tuya se están llevando a cabo reformas en favor de esta nación, nosotros, por todos los medios y en todas partes, reconocemos esto con profunda gratitud, oh excelentísimo Félix. Pero para no importunarte más, te suplico que, con tu habitual bondad, nos concedas una breve audiencia[e]. Pues hemos descubierto[f] que este hombre es verdaderamente una plaga[g], y que provoca disensiones entre todos los judíos por el mundo entero[h], y es líder de la secta de los nazarenos.Hasta trató de profanar el templo; entonces[i] lo arrestamos [j]y quisimos juzgarlo conforme a nuestra ley. Pero interviniendo el comandante[k] Lisias, con gran violencia lo quitó de nuestras manos,mandando a sus acusadores que vinieran a ti. Si tú mismo lo interrogas sobre todo lo que he dicho[l], podrás confirmar las cosas de que lo acusamos. Los judíos se unieron también a la acusación[m], asegurando que, efectivamente, así era todo.

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

REFLEXION

¿Cómo Hacer Que Tus Hijos Estén Orgullosos de Ti?
Posted by: Devocionales in Devocional Diario 0


“…EL ORGULLO DE LOS HIJOS SON SUS PADRES” (Proverbios 17:6 NVI)
El conocido biógrafo Boswell cuenta de una ocasión cuando su atareado padre lo llevó a pescar. Años después, cuando leyó lo que su padre había escrito en su diario, se sintió abrumado: “Fui a pescar con mi hijo; ¡vaya desperdicio de día!” Si quieres que tus hijos estén orgullosos de ti:


1) Protégelos. Protégelos físicamente cuando son pequeños y emocionalmente a medida que vayan creciendo. Enseña a tus hijos varones a que respeten a las chicas y habla con los chicos que salen con tus hijas para ver cómo son. Ponle cuidado a lo que ellos (y tú) veis en la televisión y sobre todo a la influencia tan peligrosa de Internet.


2) Escúchalos. No seas como el niño que dijo a su madre: ‘Cuando crezca voy a ser igualito a papá. Mis cejas ya están creciendo juntas y cuando me hablan, no escucho.’ Escuchar a tu hijo es como crear un puente de acceso a su corazón para siempre.
3) Sé cariñoso con ellos. No hay nada que les dé a tus hijos más confianza y autoestima que abrazarlos. Si tú mismo creciste sin recibir muestras de afecto, haz que para ellos sea distinto.


4) Disciplínalos. Pero da un paso más: haz que tu propia vida sea un ejemplo de autodisciplina. No sólo les prediques, ¡dales ejemplo!


5) Diviértete con ellos. Muestra a tus hijos tu lado más desenfadado. No estés tan metido en el trabajo o la iglesia que seas un aburrido. “El corazón alegre se refleja en el rostro…” (Proverbios 15:13 NVI).


6) Predica con el ejemplo. La ex atea Lee Strobel escribe: “Cuando me hice cristiana, mi hija de cinco años dijo: ‘Mamá, quiero que Dios haga conmigo lo que ha hecho con papá’ y luego dio su vida a Jesús.” Haz que Cristo sea atractivo para tus hijos y ellos mismos se acercarán Él.

EL ORGULLO DE LOS HIJOS SON SUS PADRES (Proverbios 17:6 NVI)
Padres, vuestra integridad (o la falta de ella) traerá sus consecuencias, no sólo a tu vida sino también a las de tus hijos.
Hace muchos años creció en Alemania un niño judío. Éste sentía gran admiración por su padre, quien hacía que la vida familiar se desenvolviera alrededor de su religión. Todas las semanas llevaba a la familia a la sinagoga. Cuando el muchacho era adolescente, la familia tuvo que emigrar a otra ciudad donde no había sinagoga, sólo una iglesia luterana. Y toda la gente más importante del lugar pertenecía a la misma. De repente, su padre anunció que todos se iban a convertir en luteranos, porque eso sería “bueno para los negocios”. Desconcertado y enfadado, el joven salió de Alemania y fue a estudiar a Inglaterra. Se pasaba los días en el Museo Británico formulando sus ideas y escribiendo un libro. En esa obra presentó un nuevo orden mundial y concibió un movimiento que habría de llevar desgracia a las vidas de muchos millones de gente. Sus ideas llegaron a ser “la norma” de los gobiernos de casi medio mundo. El nombre del niño era Carlos Marx, el padre del comunismo. El curso de la historia se alteró para siempre a causa de un padre que sacrificó sus principios en aras de ganancias materiales.


Padre, madre, vive con integridad ante tus hijos y no tendrás nada que temer. Que tu vida sea un libro abierto. Ten un sistema de valores por los que se rijan todos los aspectos de tu vida. Sabemos que somos humanos y que se presentan situaciones donde hay que escoger entre lo que queremos y lo que deberíamos hacer. Camina con Dios y mantén tu integridad para que puedas elegir lo correcto en cada momento.

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

REFLEXION

¿Qué voy a recibir?

 

Algo que podemos notar en todas las historias bíblicas de hombres y mujeres que obedecieron a Dios en sus vidas, es que sus acciones no sólo afectó únicamente sus vidas, sino también a las personas que los rodeaban.
El ejemplo más claro es el de Moisés: recordemos que regresó a Egipto por órdenes de Dios para pedir la liberación de Su pueblo, pero faraón se rehusó tajantemente, llamó holgazanes a los israelitas y aumentó el trabajo que debían hacer, Éxodo 5:1-20.

Después de todos esos incidentes, el pueblo encontró en Moisés al culpable. Criticado y rechazado, terminó dudando del llamado que tenía. Pero en ese momento de debilidad, Dios con amor de Padre, le dio nuevas fuerzas para que terminara su misión.

Al final sabemos que todo ese sacrificio fue bien recompensado. Los israelitas no sólo fueron libres del yugo egipcio, sino también vieron todas las maravillas que Dios podía hacer como no lo ha visto ningún otro pueblo sobre la faz de la tierra: el mar abriéndose, maná que aparecía día a día, las diez plagas, una columna de fuego, una nube que los guiaba, etc.
El sacrificio fue algo duro para Moisés y para la nación Israelí en ese entonces, pero podemos ver que la fidelidad a Dios tuvo su recompensa.
Esa conclusión nos lleva a hacernos preguntas, a pensar en las recompensas que podríamos recibir por los sacrificios que hacemos hoy. Uno quisiera acercarse a Dios con la intención de saber cuáles serán todos esos galardones, pero lo cierto es que parece una pregunta difícil de hacer ya que no estamos hablando de hacer negocios, contratos, acuerdos, alianzas o cosas similares, estamos hablando del servicio a nuestro Dios Todo Poderoso que con amor nos puso en la tierra para vivir el libertad y que después de nos perdimos en el pecado, Él personalmente nos volvió a recuperar a precio de Su propia sangre.

Alguien con un poco de cordura podría decir que no deberíamos pensar en premios o regalos, pero esa barrera no fue un impedimento para que el audaz Pedro levante la voz y exponga esa inquietud ante Jesús: “Nosotros hemos dejado todo lo que teníamos y te hemos seguido. ¿Qué vamos a recibir? Jesús les respondió: Les aseguro que cuando llegue el tiempo en que todo sea renovado, cuando el Hijo del hombre se siente en su trono glorioso, ustedes que me han seguido se sentarán también en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. Y todos los que por causa mía hayan dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos, o terrenos, recibirán cien veces más, y también recibirán la vida eterna.” Mateo 19:27-29 Versión Dios Habla Hoy.

Jesús termina respondiendo con plena normalidad y siendo tremendamente honesto. Dicho sea de paso, recibir un trono para sentarse junto a nuestro Dios y juzgar a las 12 tribus de Israel, no es nada pequeño.

No tengamos miedo de pedirle a Dios que nos ayude a conocer sus promesas para nuestra vida, pero sobre todo, no tengamos temor de obedecer sus mandamientos cualquiera sea el sacrificio que nos pida.
La recompensa es segura porque Dios es Fiel.

 

 

 

Héctor Colque
CVCLAVOZ