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Salmos 51:15 La Biblia de las Américas (LBLA)
51 Ten
piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia;
conforme a lo inmenso de tu compasión, borra mis transgresiones.
2 Lávame por completo de mi
maldad,
y límpiame de mi pecado.
3 Porque yo reconozco mis
transgresiones,
y mi pecado está siempre delante de mí.
4 Contra ti, contra ti sólo he
pecado,
y he hecho lo malo delante de tus ojos,
de manera que eres justo[b] cuando hablas[c],
y sin reproche[d] cuando juzgas.
5 He
aquí, yo nací en iniquidad,
y en pecado me concibió mi madre.
6 He aquí, tú deseas la verdad en lo más
íntimo,
y en lo secreto me harás conocer sabiduría.
7 Purifícame con hisopo, y seré
limpio;
lávame, y seré más blanco que la nieve.
8 Hazme oír gozo y
alegría;
que se regocijen los huesos que has quebrantado.
9 Esconde tu rostro de mis
pecados,
y borra todas mis iniquidades.
10 Crea
en[e] mí, oh Dios, un corazón
limpio,
y renueva un espíritu recto dentro de mí.
11 No me eches de tu
presencia,
y no quites de mí tu santo Espíritu.
12 Restitúyeme el gozo de tu
salvación,
y sostenme con un espíritu de poder[f].
13 Entonces enseñaré a los transgresores
tus caminos,
y los pecadores se convertirán[g] a ti.
14 Líbrame
de delitos de sangre, oh Dios, Dios de mi salvación;
entonces mi lengua cantará
con gozo tu justicia.
15 Abre mis labios, oh
Señor,
para que mi boca anuncie tu alabanza.
16 Porque no te deleitas en sacrificio, de lo contrario yo
lo ofrecería;
no te agrada el holocausto.
17 Los sacrificios de Dios son el espíritu
contrito;
al corazón contrito y humillado, oh Dios, no despreciarás.
18 Haz
bien con tu benevolencia a Sion;
edifica los muros de Jerusalén.
19 Entonces te agradarán los sacrificios de
justicia[h],
el holocausto y el sacrificio perfecto[i];
entonces se ofrecerán novillos sobre tu altar.
REFLEXION
Hebreos 12:1 Mirando a Jesús, el autor y consumador de nuestra fe.
Mirando a Jesús, el autor y consumador de nuestra fe. Hebreos 12:1.
Los mejores atletas nunca dejan de mostrar y realizar lo mejor de sus habilidades. Su mejor rendimiento es el fruto de la práctica de sus habilidades una y otra vez. En el reino espiritual, también necesitamos prácticar con el fin de hacer nuestro mejor trabajo. Para correr esta carrera de la fe y ganar, tenemos que tener presentes 4 cosas que dice el libro de Hebreos 12:1-2:
1) Escucha y aprende de los ejemplos de otros que han vivido antes que nosotros. (Ya que estamos rodeados de una nube tan grande de testigos.)
Tenemos espectadores animandonos a continuar, no sólo son espectadores, son los que han pasado a través de lo que estamos pasando y ellos saben que podemos ganar esta carrera. Tenemos que estar dispuestos a escuchar y aprender de aquellos que Dios ha puesto a nuestro alrededor y esto requiere de humildad.
2) Deja a un lado todas las cosas innecesarias. (Despojémonos de todo peso y del pecado que nos rodea.)
¿Puedes imaginar correr en una estera con pesas en los tobillos? Mientras esto podría ayudar a desarrollar la velocidad y la fuerza durante la práctica, no te ayudará a ganar la carrera. Muchas veces nosotros estamos cargando la culpa, la vergüenza y el arrepentimiento de nuestro pasado, así como los pecados de nuestro presente. Es hora de dejarlos ir y recibir el perdón de Dios.
3) Deja que la resistencia te ayude a mantener el ritmo. (Corramos con paciencia la carrera que está puesta delante de nosotros.)
No todos vemos a un corredor con un comienzo realmente rápido que se adelanta a todos los demás, pero después de la primera vuelta comienzan a seguir un mismo paso. Hay un cierto ritmo y el ritmo es necesario para correr la carrera y ganar espiritualmente. La resistencia en tiempos difíciles produce en nosotros la capacidad para ganar la carrera de la fe.
4) Mira a Jesús. (Mirando a
Jesús, el autor y consumador de nuestra fe” (Mirando a Jesús, el autor y consumador de nuestra fe.)
Nuestros ojos deben fijarse firmemente en Jesús cada día y en cada oportunidad. Necesitamos verlo a Él en la línea de meta y escuchar su voz a través de la palabra de Dios. Muchas cosas van a
intentar distraernos; sin embargo, si lo vemos a Él vamos a cruzar la línea de meta de la fe.
Oración
Amado Señor, quiero terminar mi carrera en la vida. Ayúdame a escuchar a verdaderos hombres y mujeres de Dios, que deje a un lado cosas innecesarias, quiero aprender que la paciencia tiene un
lugar clave. Por favor ayudame en todo lo que necesito. En el nombre de Jesús, amén.
REFLEXION
¿Quieres ver un milagro?
¿Un hombre 100
años y una mujer de 90 podrían ser padres?
Pensar en que algo así podría ocurrir es casi imposible pero cuando Dios interviene lo absurdo puede ser real.
Abraham y Sara fueron testigos del poder de Dios porque tuvieron confianza en ÉL, pues si ellos no hubiesen creído que podrían ser padres a esa edad, nunca hubieran tenido la oportunidad de ver un milagro.
“El Señor cumplió su palabra e hizo con Sara exactamente lo que había prometido. Ella quedó embarazada y dio a luz un hijo a Abraham en su vejez. Esto ocurrió justo en el tiempo que Dios dijo que pasaría” Génesis 21:1-2 (NTV)
¡Que increíble privilegio! Sara y Abraham vieron en sus vidas un milagro y, aunque en su momento dudaron, Dios cumplió la promesa que les hizo y esa maravilla imposible se estaba haciendo real.
En este momento quizás muchos de nosotros necesitamos un milagro en el trabajo, en la familia, en los estudios, etc. y varios dirán que han orado y esperado mucho para ver ese milagro pero nada ha sucedido.
El requisito principal para ver un milagro de Dios es tener una “fe real”, posiblemente hoy estés desanimado porque no has visto la respuesta de Dios pero es necesario que sigas confiado a pesar del tiempo que pase porque sus tiempos son distintos a los nuestros y la forma en que obrará tal vez no sea conforme a nuestros planes, pero de una cosa debes estar seguro, El hará y será bueno y perfecto.
¿Quieres ver un
milagro? ¡Solamente cree!
“Fue por la fe que hasta Sara pudo tener un hijo, a pesar de ser estéril y demasiado anciana. Ella creyó que Dios cumpliría su promesa” Hebreos 11:11 (NTV)
Judith Quisbert
CVCLAVOZ