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Éxodo 23:4-5  La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

23 No propagarás falso rumor; no te concertarás[a] con el impío para ser testigo falso[b]. 2 No seguirás a la multitud[c] para hacer el mal, ni testificarás[d] en un pleito inclinándote a la multitud[e] para pervertir la justicia; 3 tampoco serás parcial[f] al pobre en su pleito.

4 Si encuentras extraviado el buey de tu enemigo o su asno, ciertamente se lo devolverás. 5 Si ves caído debajo de su carga el asno de uno que te aborrece, no se lo dejarás a él solo, ciertamente lo ayudarás a levantarlo[g]. 6 No pervertirás el derecho de tu hermano menesteroso en su pleito. 7 Aléjate de acusación falsa, y no mates al inocente ni al justo, porque yo no absolveré al culpable. 8 Y no aceptarás soborno[h], porque el soborno[i] ciega aun al de vista clara y pervierte las palabras[j] del justo. 9 No oprimirás al extranjero[k], porque vosotros conocéis los sentimientos[l] del extranjero[m], ya que vosotros también fuisteis extranjeros[n] en la tierra de Egipto.

10 Seis años sembrarás tu tierra y recogerás su producto; 11 pero el séptimo año la dejarás descansar[o], sin cultivar, para que coman los pobres de tu pueblo, y de lo que ellos dejen, coman las bestias del campo. Lo mismo harás con tu viña y con tu olivar. 12 Seis días trabajarás, pero el séptimo día dejarás de trabajar, para que descansen tu buey y tu asno, y para que el hijo de tu sierva, así como el extranjero[p] renueven sus fuerzas. 13 Y en cuanto a todo lo que os he dicho, estad alerta; no mencionéis ni se oiga en vuestros labios[q] el nombre de otros dioses.

 

 

REFLEXION

JESÚS LLAMA A TODOS.

 

 

“Todo el que quiera servirme debe seguirme, porque mis siervos tienen que estar donde yo estoy. El Padre honrará a todo el que me sirva.” Juan 12:26 (RVR 1960).

Es interesante observar el contexto de este pasaje, ya que es cuando unos griegos deseaban conocer a Jesús, El no los rechazó. Por el contrario, continuó enseñando y les hizo un llamado. “Todo aquel que quiera servirme debe seguirme”. Esto nos enseña que el llamado de Dios es general y dirigido a todos aquellos que estén dispuestos a seguirlo. El no hace acepción de personas, no discrimina por nacionalidad, color de piel o status social, sino que ve en lo profundo de los corazones si hay una verdadera disposición de servirlo. Él respeta nuestra decisión si queremos ser o no sus seguidores. No ignoremos el llamado de Jesús, seamos sus discípulos, sigámosle con un corazón de siervo, teniendo la confianza que el Padre nos honrará.

Cesia Serna
CVCLAVOZ

 

 

REFLEXION

 

Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ


¿Cómo te desempeñas estando al servicio de Dios?


“Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado.” Mateo 25:29 (RVR1960).

Estas palabras me han llevado a reflexionar sobre la responsabilidad que tiene una persona ante Dios.

Cuando estamos involucrados en un ministerio o departamento en la iglesia, adquirimos responsabilidades e incluso algunas obligaciones, pero surge una pregunta: ¿Cómo nos estamos desempeñando?

La actitud con que servimos a Dios es muy importante, ¿lo hacemos con excelencia o simplemente cumplimos y ya?

Mateo 25: 14-30 relata la parábola de los talentos, la cual, nos muestra la diferencia entre un siervo que no se esfuerza en lo absoluto, es más, sólo entierra lo que recibió y deja que pase el tiempo. A diferencia de los otros dos siervos que decidieron ser diligentes, su esfuerzo los llevó a duplicar lo que recibieron, por lo que fueron recompensados con la promesa de recibir más, y de tener la dicha de entrar en el gozo de su Señor.

“Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.” Mateo 25:21 (RVR1960).

Algo que debe caracterizarnos como hijos de Dios, es que debemos desempeñarnos buscando la excelencia, dar lo mejor.

Una manera de evaluar nuestro rendimiento, es a través del resultado que obtenemos, así como los dos siervos recibieron más, nosotros también deberíamos observar un crecimiento, sea en el ministerio, en las responsabilidades e incluso en nuestra madurez.

Hoy te animo a valorar cómo ha sido tu desempeño en el servicio del Señor, ¿necesita mejoras?

Cesia Serna
CVCLAVOZ