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Lucas 12:5 La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

 

Advertencia contra la hipocresía

 

 

12 En estas circunstancias, cuando una multitud de miles y miles[a] se había reunido, tanto que se atropellaban[b] unos a otros, Jesús comenzó a decir primeramente a sus discípulos: Guardaos de la levadura de los fariseos, que es la hipocresía. Y nada hay encubierto que no haya de ser revelado, ni oculto que no haya de saberse. Por lo cual, todo lo que habéis dicho en la oscuridad se oirá a la luz, y lo que habéis susurrado[c] en las habitaciones interiores, será proclamado desde las azoteas. Y yo os digo, amigos míos: no temáis a los que matan el cuerpo, y después de esto no tienen nada más que puedan hacer.Pero yo os mostraré a quién debéis temer: temed al que, después de matar, tiene poder para arrojar al infierno[d]; sí, os digo: a éste, ¡temed! ¿No se venden cinco pajarillos[e] por dos cuartos[f]? Y sin embargo, ni uno de ellos está olvidado ante Dios. Es más, aun los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. No temáis; vosotros valéis más que muchos pajarillos. Y os digo, que a todo el que me[g] confiese delante de los hombres, el Hijo del Hombre le[h] confesará también ante los ángeles de Dios; pero el que me niegue delante[i] de los hombres, será negado delante[j] de los ángeles de Dios. 10 Y a todo el que diga una palabra contra el Hijo del Hombre, se le perdonará; pero al que blasfeme contra el Espíritu Santo, no se le perdonará. 11 Y cuando os lleven a las sinagogas y ante los gobernantes y las autoridades, no os preocupéis de cómo o de qué hablaréis en defensa propia, o qué vais a decir;12 porque el Espíritu Santo en esa misma hora os enseñará lo que debéis decir.

 

 

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

 

Cuando lo que Dios me pide, no me agrada

-La Historia del Profeta Jonás-

 

 

Y dijo Jehová: tuviste tu mas lastima de la calabacera, en la cual no trabajaste, ni tú la hiciste crecer; que en espacio de de una noche nació, y en espacio de otra noche pereció. Jonás 4:10

Creo que todos los cristianos hemos escuchado la historia del profeta Jonás, recuerdo que cuando mi abuela nos llevaba a la escuela dominical, era sin dudas una de mis favoritas, cantábamos, dramatizábamos representando cuando el gran pez se lo trago. Después era yo quien lo enseñaba a mis alumnos de la escuela dominical, y la escuela cristiana donde enseñaba.

Al leer la historia de este profeta, podemos ver su reacción ante la petición de Jehová su Dios, El era un profeta, se suponía que debía obedecer los mandatos que Dios le daba, pero vemos en los primeros capítulos cual fue su reacción, definitivamente el no estaba de acuerdo para nada en la encomienda que El Señor le daba, ir a predicar al pueblo de Nínive.

Es posible que muchas veces hallamos criticado este comportamiento poco digno de un hijo de Dios, pero si reflexionamos, nos veremos reflejados en el. Cuantas veces Dios nos envía por medio de Su palabra, hacer ciertas cosas, y reaccionamos de igual forma.

Cuantas veces somos confrontados con la predicación, al leer la biblia, al ser exhortados por los hermanos, al ser reprendidos por El Espíritu Santo de Dios, y nos alejamos de Su presencia, para no obedecerle!

jonas y el pez BibliaQuiero compartirles algunas de las muchas enseñanzas que encontré en el libro de Jonás:

1. Dios nos da instrucciones claras a través de Su palabra de la obra que El desea que hagamos. Toda la biblia está llena de la voluntad de Dios y nos insta a obedecerle. (Jonás 1;1)

2. Dios nos mostrara a través de las personas que nos rodean nuestra condición de desobediencia. (Jonás 1:8)

3. El no obedecer al Señor traerá consecuencias a nuestras vidas, las cuales impactara a las personas que nos rodean (Jonás 1:9-12)

4. Nuestra desobediencia repercute en un mal testimonio para nuestro entorno (Jonás 1.10)

5. El arrepentimiento y la confesión de nuestro pecado es el primer paso de la obediencia. (Jonás 2.1-9)

6. Muchas veces vemos que la tarea que vamos a realizar no es justa, o las personas a las que vamos a servir no lo merecen, hacemos un juicio y esto nos impide obedecer a Dios. (Jonás 1:3)

7. Al obedecer a Dios a pesar de nuestras ideas preconcebidas, El nos da Su ayuda, abre nuestro entendimiento y hace crecer el amor en nosotros. (Jonás 3:3)
8. Dios pone en nosotros Su gracia, El hace la obra y nos usa como instrumentos de Su gloria, enseñándonos que solamente somos instrumentos para hacer la obra, donde al hacerlo recibimos gran bendición.(Jonás 3:4-10)

9. Nuestra actitud en todo tiempo debe ser la de un siervo, no la de un abogado que cuestiona los mandatos. Dios es nuestro Señor y a Él le debemos obediencia.
10. Al realizar estas tareas vemos la soberanía de Dios, El hace como le parece, El es Dios y nos está bajo nuestro escrutinio.

A pesar de quienes eran las personas en Nínive, Dios quiso tener de ellos misericordia, sin importar el prejuicio del profeta, Dios le encomendó y la respuesta debía ser, ¡Si Señor!

¿Cuál es nuestra respuesta a Dios?
¿Qué pensamos cuando tenemos que amar a nuestros enemigos? 
¿Debemos predicar aquellos que nos van acorde con mis principios?

La Salvación es de Jehová

Escrito por Ruth Mota Bodden

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

 

 

Fe en Dios

 

 

Existen muchas personas que pasan su vida entera trabajando y ahorrando, poniendo toda su confianza sí mismos, en el dinero que pueden atesorar o en las posesiones que tengan. Hay la creencia errónea de que mientras más bienes materiales tengas serás más feliz.

Cuentan que en el patio de un colegio, dos niños se hallaban discutiendo:
- Mi padre es mucho más rico que el tuyo... Sí, mucho más rico, porque tiene hasta auto.

- El mío es mil veces más rico– contestó otro niño quietamente.
- ¿Más? ¡Si mi padre tiene hasta una casa muy hermosa en el campo!
- Eso no es nada – replicó el segundo.
- ¿Nada? A ver, ¿Qué tiene el tuyo?
- El mío tiene fe en Dios, y todo cuanto nos hace falta se lo pide a Él, y luego lo tenemos. Las riquezas materiales y todas nuestras posesiones son perecederas. No importa si tienes una casa o cuatro, una bicicleta o autos de último modelo, lo cierto es que esas cosas no son seguras y tampoco pueden darte la paz o felicidad que necesitas.

Ante una catástrofe natural, es casi imposible salvar las posesiones con las que contamos; ante una enfermedad terminal, el dinero que poseamos puede no ser de utilidad y hasta podría ser insuficiente para salvarnos; una crisis política, social o económica en tu país podría robarte todo aquello por lo que has trabajado tanto. Pero, la fe en Dios no está basada en cosas perecederas, ni en una persona falible y muchos menos en circunstancias, sino en Aquel que nunca cambia, que siempre velará por nuestro bienestar y que no conoce de imposibles.

En Mateo 7:11 dice: “Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?”

Si confías en Dios, si tu fe está puesta en Él, todo lo que hagas según su voluntad va a prosperar y no sólo proveerá para tus necesidades, sino que te guardará del ladrón y del día malo. Puedes descansar confiado y gozar de la paz que has estado buscando.

No temas, pídele a Dios lo que necesitas y Él te lo dará porque desea bendecirte y mostrar su poder en tu vida.

 

 

 

 

Ana María Frege Issa
CVCLAVOZ