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2 Crónicas 19:11 La Biblia de las Américas

 

Josafat y los jueces

También en Jerusalén Josafat puso algunos de los levitas y de los sacerdotes y algunos de los jefes de las familias de Israel, para el juicio del Señor y para juzgar querellas entre los habitantes de Jerusalén[d]. Y les dio órdenes, diciendo: Así haréis en el temor del Señor, con fidelidad y de todo corazón. 10 Cuando llegue a vosotros cualquier querella de vuestros hermanos que habitan en sus ciudades, entre sangre y sangre, entre ley y mandamiento, estatutos y ordenanzas, vosotros los amonestaréis para que no sean culpables delante del Señor, y la ira no venga sobre vosotros ni sobre vuestros hermanos. Así haréis y no seréis culpables. 11 Y he aquí, Amarías, el sumo sacerdote, presidirá sobre vosotros en todos los asuntos del Señor, y Zebadías, hijo de Ismael, jefe de la casa de Judá, en todos los asuntos del rey. También los levitas serán oficiales delante de vosotros. Sed valientes y obrad, y sea el Señor con el bueno.

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

 

REFLEXION

Abundancia y prosperidad

Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ

Buscamos tener siempre abundancia y prosperidad en este mundo, por lo que percibimos que significará para nosotros.

Muchos piensan que puede darnos la paz que necesitan, otros, lo ven como señal de prestigio, de seguridad, de poder y hasta de ser alguien importante.

La verdad es que tenemos anhelos de cosas espirituales porque así fuimos creados e intentamos llenar esos anhelos acumulando cosas de este mundo. Algunos, propiedades, para otros son las joyas, hay unos que coleccionan autos, obras de arte.

Amor al dinero

El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad.

Eclesiastés 5:10 (RVR 1960)

Y no tiene nada de malo tener o desear tener dinero. No tiene nada de malo lograr coleccionar bienes materiales. En la Biblia no dice en ninguna parte que el dinero sea malo. Es el amor por el dinero lo que lo hace problemático.

Cuando sentimos que necesitamos del dinero para sentirnos llenos, llegamos a hacer cosas que no debemos. Llegamos a adorar la abundancia y la prosperidad, y hacemos de las riquezas nuestro Dios. No se puede servir a dos amos y nuestro amo es Dios.

Necesitamos otra perspectiva de la abundancia y la prosperidad

Si entendemos la perspectiva de tener riqueza o prosperidad como medio para servir mejor y ayudar en lugar de tener poder y control sobre otros, entonces tendremos una relación redimida con la prosperidad y la abundancia. Estaremos recorriendo el buen camino de la abundancia de Dios.

Usar el dinero como herramienta para el bien en lugar de hacerlo nuestro ídolo, nos va a hacer notar que el dinero pasa por nuestras manos y sigue su curso. No lo tratamos de acumular sin propósito ni lo negamos a una persona que vemos que podemos ayudar.

Siendo buenos administradores

Ser buenos administradores de las riquezas de Dios es importante porque debemos entender que todo lo que nos llega, todo lo que tenemos nos lo ha dado Dios. A Dios le gusta que nos demos gustos, le deleita que disfrutemos la vida, pero formando bases para nuestros tesoros en el cielo. Siendo generosos, siendo amables y dispuestos a servir a otros, a ayudar a los necesitados, logramos servir a Dios y tener seguro el recibimiento al llegar a estar con Él, «bien buen siervo y fiel». ¡Eso es riqueza garantizada! Nos dará el máximo premio espiritual.

Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.

Mateo 25:21 (RVR 1960)

Elluz Peraza

CVCLAVOZ

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

 

REFLEXION

Renuevo » En Lugares de Delicados Pastos » Hoy… El Señor Cumplirá Su Propósito En Mi

El Señor cumplirá su propósito por mí. Salmos 138:8

Aquél que ha comenzado la obra en mi alma la perfeccionará. Todo lo que me concierne, interesa también al Señor. Todo lo que es bueno, aun cuando no sea perfecto, será por Dios vigilado, guardado y realizado. Tal es nuestro consuelo.

Por mí mismo no podría yo terminar la obra de la gracia. Mis culpas cotidianas lo demuestran suficientemente, y si hasta el momento he perseverado es porque el Señor me ha socorrido. Si me abandonara un solo instante, de nada me valdría mi pasada experiencia, y sucumbiría en el camino. Pero el Señor perfeccionará mi fe, mi amor, mi carácter y el trabajo de mi vida.

Él seguirá bendiciéndome. Y lo hará ciertamente porque ha comenzado en mí esta obra. De su mano me viene el interés que pongo en mi perfeccionamiento, y, en cierta medida, ha cumplido mis anhelos. Nunca puede dejar una obra incompleta, porque esto ni sería propio de Él, ni redundaría en gloria suya. Él conoce la manera de realizar los designios de su gracia, y aunque mi torcida naturaleza, el mundo y Satanás conspiran para detener su obra, yo nunca dudaré de su promesa. Ciertamente cumplirá por mí y yo le alabaré para siempre.

Hoy es el día para contemplar con los ojos del Espíritu como Dios cumple su propósito en mi plenamente.

¡Señor, haz que la obra de tu gracia prospere en mí durante este día! Que nada ni nadie detenga tu propósito en mi. Amén.

Charles Spurgeon.

Libro De Cheques Del Banco De La Fe.