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Ezequiel 17:11-18 La Biblia de las Américas (LBLA)

Parábola de las águilas y la vid

 

17 Y vino a mí la palabra del Señor, diciendo: Hijo de hombre, propón un enigma y relata una parábola a la casa de Israel. Y dirás: “Así dice el Señor Dios[a]:

‘Una gran águila de grandes alas,
largos piñones y espeso plumaje de muchos colores,
vino al Líbano y se llevó la cima del cedro;
arrancó el más alto de sus renuevos,
lo llevó a una tierra de mercaderes
y lo puso en una ciudad de comerciantes.
‘Después tomó de la semilla de la tierra
y la plantó en terreno fértil[b].
La puso[c] junto a aguas abundantes;
la plantó como un sauce.
‘Brotó y se hizo una vid
muy extendida, de poca altura,
con sus sarmientos vueltos hacia el águila[d],
pero sus raíces quedaron debajo de ella.
Así se hizo una vid,
echó pámpanos y se hizo frondosa[e].

‘Pero había otra[f] gran águila
de grandes alas y abundante plumaje,
y he aquí, esta vid dobló sus raíces hacia ella,
y hacia ella extendió sus sarmientos
desde los surcos donde estaba plantada para que la regara.
‘En tierra fértil[g], junto a aguas abundantes estaba plantada,
para echar ramas y dar fruto,
para hacerse una vid excelente.’”

Di: “Así dice el Señor Dios: ‘¿Prosperará?

¿No arrancará sus raíces y cortará su fruto
para que se seque y se sequen todas sus hojas tiernas?
Y no hará falta gran poder[h] ni mucha gente
para arrancarla[i] de sus raíces.
10 ‘He aquí, está plantada, ¿prosperará?
Cuando el viento solano la azote, ¿no se secará totalmente?
En los surcos donde creció se secará.’”

11 Y vino a mí la palabra del Señor, diciendo: 12 Di ahora a la casa rebelde: “¿No sabéis lo que significan estas cosas?” Di: “He aquí, el rey de Babilonia vino a Jerusalén, tomó a su rey y a sus príncipes y los llevó consigo a Babilonia. 13 “Y tomó a uno de la familia[j] real, hizo un pacto con él y le hizo prestar[k] juramento. Se llevó también a los poderosos de la tierra, 14 para que el reino quedara sometido[l] sin poder levantarse, a fin de que guardando su pacto se mantuviera. 15 “Pero se ha rebelado contra él enviando embajadores a Egipto para que le den caballos y muchas tropas[m]. ¿Tendrá éxito? ¿Escapará el que hace tales cosas? ¿Puede romper el pacto y escapar? 16 “Vivo yo” —declara el Señor Dios— “que ciertamente en la tierra[n] del rey que lo puso en el trono[o], cuyo juramento despreció y cuyo pacto rompió, allí[p], en medio de Babilonia, morirá. 17 “Ni con poderoso ejército ni con gran compañía lo ayudará[q]Faraón en la guerra, cuando levanten terraplenes y construyan muros de asedio para cortar muchas vidas. 18 “Pues ha despreciado el juramento al romper el pacto; he aquí, juró fidelidad[r] pero hizo todas estas cosas. No escapará.” 19 Por tanto, así dice el Señor Dios: Vivo yo, que ciertamente mi juramento que él despreció, mi pacto que él rompió, lo haré recaer[s] sobre su cabeza. 20 Y tenderé sobre él mi red y será atrapado en mi trampa. Entonces lo llevaré a Babilonia y allí entraré en juicio con él por la infidelidad que ha cometido contra mí. 21 Y todos los escogidos[t] de todas sus tropas a espada caerán, y los sobrevivientes serán esparcidos a todos los vientos; y sabréis que yo, el Señor, he hablado.

22 Así dice el Señor Dios: Yo también tomaré un renuevo de lo más alto de la copa del cedro y lo plantaré[u]; arrancaré de la punta de sus renuevos uno tierno y lo plantaré en un monte alto y eminente. 23 En el alto monte de Israel lo plantaré; extenderá ramas y dará fruto, y llegará a ser un cedro majestuoso. Debajo de él anidarán[v] toda clase de aves[w], a la sombra de sus ramas anidarán[x]. 24 Y todos los árboles del campo sabrán que yo soy el Señor; humillo al árbol elevado y elevo al árbol humilde; seco al árbol verde y hago reverdecer al árbol seco. Yo, el Señor, he hablado y lo haré.

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

Jueces 3:31 Samgar Mató a Seiscientos Filisteos Con Una Aguijada De Bueyes
Publicado por: Pastor Carlos Vargas Valdez en Devocional Diario 0

La Biblia relata: “Samgar” mató a seiscientos “filisteos con una aguijada de bueyes” salvó a Israel (Jueces 3:31). Samgar era un simple labrador, dueño de un campo que había que defender. Pero estaba dispuesto a luchar por él. Tenía una posibilidad entre 600 de ganar esa batalla. Pero contra todo pronóstico, salvó su campo y libró a Israel. Puedes tener comienzos muy humildes y sin embargo, acabar bendiciendo a otros en gran manera. La Biblia dice: “No menospreciéis las cosas pequeñas, porque el Señor se goza en los modestos comienzos” (Zacarías 4:10 parafraseado). Todo roble empezó como un árbol de bellotas.

Tom Monaghan comenzó su negocio de Domino´s Pizza en 1960 con un pequeño establecimiento. Durante ocho años pasó grandes apuros. Cuando se le quemó el establecimiento, la compañía de seguros sólo le pagó una centésima parte para cubrir sus pérdidas. Pero como lo único que conocía era el negocio de las pizzas, abrió otro.

Trabajó 100 horas semanales y las únicas vacaciones que se permitió fueron unos pocos días de luna de miel. En 1971 había contraído deudas de 1.500 millones de dólares. Pero se mantuvo en su campo, el negocio de las pizzas, e intentó algo nuevo. Se limitó a ofrecer sólo pizzas en el menú y decidió repartirlas, recién hechas y sin costo adicional, a las casas de sus clientes. Y eso funcionó. En 2007 Domino´s Pizza contaba con 6.100 establecimientos en los Estados Unidos y en otros países. Hoy en día Tom Monaghan es uno de los hombres más ricos del país y da la mayor parte de sus beneficios a obras benéficas.

¿Cuál fue su secreto? Empezó allí donde se encontraba, luchó por lo que creía era el propósito divino para su vida y cada vez que se vino abajo, volvió a levantarse.

Samgar vivía en una época peligrosa. Había bandadas de filisteos que merodeaban por los campos y robaban a la gente: “En los días de Samgar” quedaron abandonados los caminos y los que andaban por las sendas se apartaban por senderos (Jueces 5:6 RV 1960).

La única arma de Sambar era una aguijada de bueyes, una vara de madera larga con punta de metal para expoliar a los bueyes. Pero sólo se dio cuenta del potencial de esa vara cuando se vio atacado. Debes entender lo siguiente: Dios te ha dado también una “aguijada”, algo que puedes usar para salir victorioso de la situación en que te encuentras.

Si buscas al Señor, Él te mostrará cuál es esa arma. Como sucedió con el niño que tenía cinco panes y dos peces, Dios tomará algo pequeño, lo bendecirá y luego lo multiplicará para bendecir a otros.

La Biblia recomienda que “instes a tiempo y fuera de tiempo” (2 Timoteo 4:2).

La palabra griega para “instar” tenía el sentido de “estar preparado”; el vocablo para “tiempo” quería decir “oportunidad“. Necesitas prepararte ahora, cuando parece que todo está en punto muerto, porque cambiarán los tiempos y de repente se presentará la oportunidad de actuar. Deberás estar listo para cuando suceda. En la vida, las oportunidades o bien te llegan o bien pasan de largo.

Cuando el Dr. Martín Lutero King estaba en la facultad, un profesor le dijo que si seguía usando palabras tan grandilocuentes nunca llegaría a ser un buen orador. Nos podemos imaginar qué pensaría ese profesor al escuchar el famoso discurso del Dr. King de “Tengo un sueño” y al ver cómo se erigió en líder defensor de los derechos civiles.

¿Cuál es tu aguijada? ¡Úsala y Dios la bendecirá!

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ


Casi, casi…

“Y habló Jehová a Moisés aquel mismo día, diciendo: Sube a este monte de Abarim, al monte Nebo, situado en la tierra de Moab que está frente a Jericó, y mira la tierra de Canaán, que yo doy por heredad a los hijos de Israel” Deuteronomio 32:48-49

Cuando leo en Biblia, la historia de Moisés, y especialmente su final, me deja un sabor bastante amargo.

Moisés, siendo hebreo, había sido criado en Egipto, siendo preparado con lo mejor de esta tierra para ocupar un cargo de autoridad. Sin embargo, en un momento se vio obligado a dejar este lugar de privilegio, a causa de una mala decisión. Moisés, un hombre con un corazón manso, había matado un hombre egipcio y esto le llevó a tener que huir, por temor a un castigo.

En este proceso Dios le entregó una misión tremendamente grande; libertar a su pueblo de la esclavitud. Él no se sentía preparado por problemas de tartamudez, hasta que finalmente acepta lo que Dios le estaba encomendando.

Pero nada fue fácil para Moisés, fueron cuarenta años interminables de desierto. Conviviendo con la queja y la murmuración de su pueblo. El mismo había visto una y otra vez el respaldo de Dios, dándoles cada día el maná, haciendo brotar agua del desierto, abriendo el mar rojo para que el pueblo pudiera pasar a salvo y volviéndolo a cerrar para eliminar al enemigo que los perseguía. Tampoco podemos olvidar la nube durante el día y la columna de fuego por la noche. De otra manera el pueblo de Dios hubiera perecido en el desierto a causa del calor y el frío.

A pesar de todo esto el pueblo de Dios dudaba y murmuraba ante cada prueba, y lo hacían no solo contra Dios, sino que iban con todos sus reclamos delante de Moisés. Me imagino que difícil situación para este líder, que además de vencer los gigantes personales de temor, complejos, dudas y excusas, tuvo que soportar la constante queja y desánimo del pueblo.

Este líder de Israel venía bien pero en un momento, tuvo una mala reacción que desagradó a Dios, y esta actitud, le costó el no poder entrar en la tierra prometida, sólo le fue permitido verla de lejos. Qué pena, para Moisés, con todo lo que aguantó, con todo lo que hizo, se quedó con el casi… casi entra en la tierra prometida, pero tuvo que conformarse con verla de lejos.

Tal vez la reflexión que podemos hacer de este relato, sería “el casi no te sirve…..” casi obtengo un título universitario, sólo me faltaron unas materias…. casi permito que Dios cambie mi carácter, casi me convierto… casi obedezco a Dios con ese llamado… estuve a punto de hablarle a esa persona que tengo que pedirle perdón, pero no lo hice…

Cuantas veces hicimos casi todo… pero nos quedamos a mitad de camino, viendo de lejos las promesas que Dios nos dio. Renuncia al desánimo, a la murmuración, a la queja y a todo sentimiento que te hace pensar en bajar los brazos y abandonar. Esta carrera de la fe no es de los que corren sino de los que llegan a la meta. Que hoy podamos tomar la decisión de alcanzar los objetivos que nos hemos propuesto en el Señor, definitivamente el casi no nos sirve.

 

 

Daniel Zangaro
CVCLAVOZ