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Jeremías 31:24 La Biblia de las Américas (LBLA)

Gozo en lugar de duelo

 

 

31 En aquel tiempo —declara el Señor— yo seré el Dios de todas las familias de Israel, y ellos serán mi pueblo. Así dice el Señor:

Ha hallado gracia en el desierto
el pueblo que escapó[a] de la espada,
Israel, cuando iba en busca de su reposo.
Desde lejos el Señor se le[b] apareció, diciendo:
Con amor eterno te he amado,
por eso te he atraído con misericordia.
De nuevo te edificaré, y serás reedificada,
virgen de Israel;
de nuevo tomarás[c] tus panderos,
y saldrás a las danzas con[d] los que se divierten.
De nuevo plantarás viñas
en los montes de Samaria;
los plantadores las plantarán
y las disfrutarán[e].
Porque habrá un día en que clamarán los guardas
en la región montañosa de Efraín:
“Levantaos y subamos a Sion,
al Señor nuestro Dios.”

Porque así dice el Señor:

Gritad con alegría por Jacob,
y dad voces por la primera de las naciones;
proclamad, dad alabanza, y decid:
“Oh Señor, salva a tu pueblo,
al remanente de Israel.”
He aquí, yo los traigo del país del norte,
y los reuniré de los confines de la tierra,
entre ellos los ciegos y los cojos,
la mujer encinta y también la que está dando a luz;
una gran compañía[f] volverá acá.
Con llanto vendrán,
y entre súplicas los guiaré;
los haré andar junto a arroyos de aguas,
por camino derecho en el cual no tropezarán;
porque soy un padre para Israel,
y Efraín es mi primogénito.

10 Oíd, naciones, la palabra del Señor,
anunciad en las costas lejanas,
y decid: El que dispersó a Israel lo reunirá,
y lo guardará como un pastor a su rebaño.
11 Porque el Señor ha rescatado a Jacob,
y lo ha redimido de manos más fuertes que él.
12 Vendrán y gritarán de júbilo en lo alto de Sion,
y radiarán de gozo por la bondad del Señor:
por el grano, por el vino y por el aceite,
y por las crías de las ovejas y de las vacas.
Su alma será como huerto regado,
y nunca más languidecerán.
13 Entonces la virgen se alegrará en la danza,
y los jóvenes y los ancianos a una;
cambiaré su duelo en gozo,
los consolaré y los alegraré de su tristeza.
14 Y llenaré[g] con abundancia[h] el alma de los sacerdotes,
y mi pueblo se saciará de mi bondad —declara el Señor.

15 Así dice el Señor:

Se oye una voz en Ramá,
lamento y llanto amargo.
Raquel llora por sus hijos;
rehúsa ser consolada, por sus hijos
que ya no existen.

16 Así dice el Señor:

Reprime tu voz del llanto,
y tus ojos de las lágrimas;
hay pago para tu trabajo —declara el Señor—,
pues volverán de la tierra del enemigo.
17 Y hay esperanza para tu porvenir —declara el Señor—,
los hijos volverán a su territorio.
18 Ciertamente he oído a Efraín lamentarse:
“Me has castigado, y castigado fui
como becerro indómito.
Hazme volver para que sea restaurado,
pues tú, Señor, eres mi Dios.
19 “Porque después que me aparté[i], me arrepentí,
y después que comprendí, me di golpes en el muslo;
me avergoncé y también me humillé,
porque llevaba el oprobio de mi juventud.”
20 ¿No es Efraín mi hijo amado?
¿No es un niño encantador?
Pues siempre que hablo contra él,
lo recuerdo aún más;
por eso mis entrañas se conmueven por él,
ciertamente tendré de él misericordia —declara el Señor.

21 Levanta para ti señales,
coloca para ti majanos;
presta atención[j] a la calzada,
al camino que anduviste.
Vuelve, virgen de Israel,
vuelve a estas tus ciudades.
22 ¿Hasta cuándo andarás errante,
hija infiel?
Porque el Señor ha creado algo nuevo en la tierra:
la mujer rodeará al hombre.

23 Así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: Otra vez hablarán esta palabra en la tierra de Judá y en sus ciudades, cuando yo restaure su bienestar[k]:

“El Señor te bendiga, morada de justicia,
monte santo.”

24 Y morarán juntamente en ella Judá y todas sus ciudades, los labradores y los que van con los rebaños. 25 Porque yo he de satisfacer al alma cansada y he de saciar[l] a toda alma atribulada. 26 En esto me desperté y miré, y mi sueño me resultó agradable.

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

REFLEXION

Cristiano ¡No deseches tu mañana!
Posted by: Devocionales in Devocional Diario 0

“…SANTIFICAOS, PORQUE JEHOVÁ HARÁ MAÑANA MARAVILLAS ENTRE VOSOTROS” (Josué 3:5)

 

 

Tu ayer te ha hecho lo que eres hoy, pero tu mañana puede hacer de ti lo que Dios siempre quiso que fueras. Josué hablaba a una nación cuyo pasado era una larga lista de repetidos fracasos y de rebeldía contra Dios. Muchas veces habían sido juzgados, condenados, castigados y restituidos por el Dios contra el cual habían pecado deliberadamente. Lo lógico es que hubieran sido cortados completamente de la bendición de Dios y despojados de cualquier bendición futura. Sin embargo, “Josué dijo al pueblo: Santificaos, porque Jehová hará mañana maravillas entre vosotros” (Josué 3:5).

Conságrate, vuelve a encauzar tu vida dentro del plan de Dios y serás testigo de cómo Él actúa. Justo cuando el enemigo te tiene convencido de que con tu pasado Dios no puede de ninguna manera tener un futuro para ti, el Señor te hace un llamado para que te prepares y así poder bendecirte. Dios conoce todo detalle de tu vida pasada, pero a Él le interesa mucho más tu futuro. ¿Por qué desechar nuestro mañana cuando tanto lo necesitamos? Cuando Jesús clamó en la cruz: “Todo se ha cumplido”. (Juan 19:30 NVI), sus discípulos lo malentendieron y pensaron que ahí acababa todo. Así que se escabulleron y se fueron a contemplar un futuro que pensaron nunca llegaría a suceder. Pero con Dios, cada fin es un nuevo comienzo y tres días más tarde, el ángel les anunció la resurrección y el nuevo mañana que garantizaría el futuro para todos los creyentes. Todo (tu ayer) se ha cumplido.No renuncies a tu futuro poniendo en un pedestal los fallos del pasado.

Reconócelos, confiésalos y deja que tu ayer quede crucificado con Cristo. “…Santificaos, porque Jehová hará mañana maravillas entre vosotros” (Josué 3:5).

 

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

REFLEXION

Tú puedes.

 

 

Cierto hombre tenía una esposa que no era fuerte físicamente, y que imaginaba ella estar peor de lo que estaba.

Ya que él era un hombre fuerte hacía todo lo que a ella se le antojaba, hasta llevarla en brazos de una pieza a otra.
Naturalmente, sucedió que con el tiempo ella se debilitó más y llegó a ser tan inútil como una muñeca.

Algunos de los amigos íntimos de aquel esposo le aconsejaron que volviera a educarla y enseñarle a andar y a cuidarse ella misma. Así que la forzó a hacerlo. Cuando ella tropezaba o estaba a punto de caer, él se veía tentado a correr a su, lado y ayudarla pero el hombre sabía que si no se hacía a un lado, ella jamás volvería a andar.

Lo mismo sucede con nosotros en algunas ocasiones, deseamos alcanzar ciertas metas, soñamos con hacer grandes cosas o simplemente deseamos que Dios nos conceda una petición que tenemos, pero al no sentirnos capaces lograrlo, creemos que dejándole todo a Dios es suficiente.

Si bien Dios es soberano y Todopoderoso, Él está esperando que nosotros también hagamos nuestra parte, que pongamos en práctica los talentos que nos ha dado, que realicemos nuestro mejor esfuerzo para alcanzar las metas que nos propusimos.

Dios siempre estará ahí para ayudarnos, si resbalamos Él nos sostiene, si hay peligros nos cuida y defiende, si nos sentimos débiles nos fortalece, pero Él no va a hacer nuestra parte.

Hay mucha gente que le pide a Dios trabajo y espera que lo llamen sin haber postulado a ninguno, existen otras personas que desean ser libres de las deudas pero siguen sin un plan económico, hay otros que desean salvar su familia pero no hacen nada por ellos y existen aquellos que desean ser libres de una adicción pero siguen frecuentando los lugares inapropiados y manteniendo amistades que los atan más a sus vicios.

Dios quiere ayudarte, desea que cumplas el plan que tiene para tu vida, pero debes poner de tu parte. Él sólo te pide que hagas tu mejor esfuerzo y lo demás, déjaselo en sus manos.

El orden de Dios para nosotros es la misma que le dio a Josué cuando Moisés murió: “Nadie podrá hacerte frente mientras vivas.

Pues yo estaré contigo como estuve con Moisés. No te fallaré ni te abandonaré... Mi mandato es: “¡Sé fuerte y valiente! No tengas miedo ni te desanimes, porque el Señor tu Dios está contigo dondequiera que vayas”. Josué 1:5,9 (NTV)

Vamos, tú puedes ser todo aquello que soñaste y anhelas, puedes conquistar todo lo que deseas pero necesita ser fuerte, esforzado y valiente; ponte a trabajar y Dios te sorprenderá haciendo lo que tu consideras imposible.

 


Ana María Frege Issa 
CVCLAVOZ