Génesis 38:15-18 La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

 

Judá y Tamar

 

 

 

38 Sucedió por aquel tiempo que Judá se separó[a] de sus hermanos, y visitó a[b] un adulamita llamado Hira. Y allí vio Judá a la hija de un cananeo llamado Súa; la tomó, y se llegó a ella. Ella concibió y dio a luz un hijo, y le puso por nombre Er. Concibió otra vez y dio a luz un hijo, y le puso por nombre Onán.Aún dio a luz a otro hijo, y le puso por nombre Sela; y fue en Quezib que[c] lo dio a luz.

Entonces Judá tomó mujer para Er su primogénito, la cual se llamaba Tamar.Pero Er, primogénito de Judá, era malvado ante los ojos del Señor, y el Señorle quitó la vida. Entonces Judá dijo a Onán: Llégate a la mujer de tu hermano, y cumple con ella tu deber como cuñado, y levanta descendencia[d] a tu hermano. Y Onán sabía que la descendencia[e] no sería suya; y acontecía que cuando se llegaba a la mujer de su hermano, derramaba su semen en tierra para no dar descendencia[f] a su hermano. 10 Pero lo que hacía era malo ante los ojos del Señor; y también a él le quitó la vida. 11 Entonces Judá dijo a su nuera Tamar: Quédate viuda en casa de tu padre hasta que crezca mi hijo Sela; pues pensaba[g]: Temo[h] que él muera también como sus hermanos. Así que Tamar se fue y se quedó en casa de su padre.

12 Pasaron muchos días y murió la hija de Súa, mujer de Judá. Y pasado el duelo, Judá[i] subió a los trasquiladores de sus ovejas en Timnat, él y su amigo Hira adulamita. 13 Y se lo hicieron saber a Tamar, diciéndole: He aquí, tu suegro sube a Timnat a trasquilar sus ovejas. 14 Entonces ella se quitó sus ropas de viuda y se cubrió con un velo[j], se envolvió bien y se sentó a la entrada de Enaim que está en el camino de Timnat; porque veía que Sela había crecido, y ella aún no le había sido dada por mujer. 15 Cuando la vio Judá, pensó que erauna ramera, pues se había cubierto el rostro. 16 Y se desvió hacia ella junto al camino, y le dijo: Vamos[k], déjame estar contigo[l]; pues no sabía que era su nuera. Y ella dijo: ¿Qué me darás por estar conmigo[m]17 El respondió: Yo te enviaré un cabrito de las cabras del rebaño. Y ella dijo: ¿Me darás una prenda hasta que lo envíes? 18 Y él respondió: ¿Qué prenda tengo que darte? Y ella dijo: Tu sello, tu cordón y el báculo que tienes en la mano. Y él se los dio y se llegó a ella, y ella concibió de él. 19 Entonces ella se levantó y se fue; se quitó el velo[n] y se puso sus ropas de viuda.

20 Cuando Judá envió el cabrito por medio de[o] su amigo el adulamita, para recobrar la prenda de mano de la mujer, no la halló. 21 Y preguntó a los hombres del lugar, diciendo: ¿Dónde está la ramera[p] que estaba en Enaim, junto al camino? Y ellos dijeron: Aquí no ha habido ninguna ramera[q]22 Y él volvió donde Judá, y le dijo: No la encontré; y además, los hombres del lugar dijeron: “Aquí no ha habido ninguna ramera[r].” 23 Entonces Judá dijo: Que se quede con las prendas[s], para que no seamos causa de burla. Ya ves[t] que envié este cabrito, y tú no la has encontrado.

24 Y sucedió que como a los tres meses, informaron a Judá, diciendo: Tu nuera Tamar ha fornicado, y[u] he aquí, ha quedado encinta a causa de las fornicaciones. Entonces Judá dijo: Sacadla y que sea quemada. 25 Y aconteció que cuando la sacaban, ella envió a decir a su suegro: Del hombre a quien pertenecen estas cosas estoy encinta. Y añadió: Te ruego que examines y veas de quién es este sello, este cordón y este báculo. 26 Judá los reconoció, y dijo: Ella es más justa que yo, por cuanto yo no la di por mujer a mi hijo Sela. Y no volvió a tener más relaciones con ella[v].

27 Y sucedió que al tiempo de dar a luz, he aquí, había mellizos en su seno.28 Aconteció, además, que mientras daba a luz, uno de ellos sacó su mano, y la partera la tomó y le ató un hilo escarlata en la mano, diciendo: Este salió primero. 29 Pero he aquí, sucedió que cuando él retiró su mano, su hermano salió. Entonces ella dijo: ¡Qué brecha te has abierto! Por eso le pusieron por nombre Fares[w]30 Después salió su hermano que tenía el hilo escarlata en la mano; y le pusieron por nombre Zara[x].

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

 

 

Jovenes Cristianos – PARABOLAS Y REVELACION

Pasaje clave: Mateo 13:10-17.

 

 

Mateo dedica este capítulo para contarnos varias parábolas de Jesús. Si no lo sabes, una parábola es un relato sacado de la naturaleza o de las situaciones cotidianas para enseñarnos una verdad espiritual.

¿Qué le preguntan los discípulos a Jesús? (vs.10).

¿Y qué respuesta les da Él? (vs.11-13)

Jesús usaba ejemplos de la vida diaria para enseñarles a sus discípulos, y a nosotros, realidades espirituales que de otra manera serían muy difíciles de entender.

Pero para poder entender la verdad espiritual que esconde la parábola necesitas revelación (¿te acuerdas? “ver lo que no veías”). Y la revelación solo puede dártela el Espíritu Santo cuando sinceramente quieres conocer a Dios y pasas tiempo con Él.

Si amas a Dios y buscas más de Él en oración, en lectura de su Palabra, en adoración, ¡y le crees!, mayor revelación te será dada; pero si no te importan Dios ni sus cosas, perderás aún la poca revelación que tengas.

Los “misterios del reino de los cielos” sólo son para aquellos que se la juegan en la presencia de Dios. Que invierten tiempo para conocer a Dios.

Si sólo oras para dar gracias por los alimentos, nunca tendrás revelación.

Si sólo adoras al Señor una vez por semana en la iglesia, nunca tendrás revelación.

Si te acuerdas de Dios sólo cuando tienes problemas, o exámenes, nunca tendrás revelación.

Si oras a las apuradas porque tienes que pasar el 5º nivel de tu videojuego, nunca tendrás revelación.

Si cuando hablas con Dios sólo le hablas del chico que te gusta, nunca tendrás revelación.

Si cuando oras lo único que haces es pedir perdón por tus pecados, nunca tendrás revelación.

Si buscas a Dios, pero estás enojado con medio mundo y no quieres perdonar, nunca tendrás revelación.

Si tu corazón no está sano, porque hay amarguras, resentimientos, acusaciones o culpas, nunca tendrás revelación.

La revelación no tiene que ver con “cuántos años hace que vas a la iglesia”, ni con “cuántos estudios bíblicos hayas hecho”. La revelación es el resultado de tu intimidad con el Señor. Por eso hay muchísimos cristianos que tienen ¡años! de iglesia, pero ¡cero! revelación.

Son religiosos que congregan una vez por semana, y ahí se termina su vida espiritual. Para ellos hay parábolas, pero no hay revelación (vs.13).

Pero, ¿qué dice Jesús de aquellos que sí reciben revelación? (vs.16-17).

Son exitosos, son felices, porque la revelación les hará conocer los secretos de Dios, sus propósitos y su voluntad.

 

 

Extracto del libro: “Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes: Mateo”

Por Edgardo Tosoni

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

 

 

¡Cuál es tu visión?

 

 

Al iniciar un nuevo año uno se llena de esperanza, entusiasmo y nuevas energías, es un tiempo en el cual reviven nuestros sueños y los anhelos más íntimos de nuestro corazón. Por esa razón es aconsejable escribir en una hoja de papel las metas específicas que deseamos alcanzar, establecer plazos para cumplirlas y esforzarnos más que en otras oportunidades para hacerlas realidad. Pero lo más importante es que las encomendemos en las manos de Dios para que Él nos ayude a lograrlas conforme a su tiempo y perfecta voluntad.

Recuerda lo que dice Habacuc 2:2-3 “Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella. Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espérala, porque sin duda vendrá, no tardará”. (RVR 1960)
El hecho de que aún no se hayan cumplido todos nuestros sueños, no quiere decir que Dios no haya escuchado nuestras oraciones. Él está esperando el momento exacto para conceder cada anhelo de nuestro corazón pero también necesita que estemos preparados para recibir cada uno de ellos.
Si permanecemos fieles a Dios y trabajamos muy duro en cada resolución que nos hemos trazado, Él nos ayudará a alcanzar nuestras metas este 2015 pero no nos limitemos sólo a pensar en nosotros mismos, ampliemos nuestra perspectiva porque hay mucha necesidad a nuestro alrededor y la venida de nuestro Salvador está cerca.

Pidámosle que nos ayude a ver con sus ojos y sentir con su corazón, porque aún hay muchas personas perdidas, que jamás escucharon sobre Jesús y hasta ahora no han encontrado el sentido de su vida; viven sin esperanza, con mucho dolor, amargura y resentimiento; no han tenido ese encuentro personal con Él y piensan que nadie las ama. Somos nosotros los llamados a compartirles del amor de Dios.

No te conformes ni te rindas en ningún momento, no permitas que el miedo, la vergüenza o el desánimo te detengan ni te roben la dicha de concretar aquellos sueños que tienes y que Dios puso en tu corazón. Obedécelo y cumple el propósito con el cual fuiste creado, que Él se encargará de que todo lo que anhelas llegue a tu vida como añadidura.

¡Mas el justo por su fe vivirá!

 

 


Brisna Bustamante
CVCLAVOZ