http://unencuentroconlapalabra1.jimdo.com/

facebook un encuentro con la palabra

http://www.amigosporisrael.org/

 

 

 

Proverbios 3:34 La Biblia de las Américas (LBLA)

Beneficios de la sabiduría

 

 

 

13 Bienaventurado el hombre que halla sabiduría
y el hombre que adquiere entendimiento;
14 porque su ganancia es mejor que la ganancia de la plata,
y sus utilidades mejor que el oro fino.
15 Es más preciosa que las joyas[d],
y nada de lo que deseas se compara con ella.
16 Larga vida[e] hay en su mano derecha,
en su mano izquierda, riquezas y honra.
17 Sus caminos son caminos agradables
y todas sus sendas, paz.
18 Es árbol de vida para los que de ella echan mano,
y felices son los que la abrazan.
19 Con sabiduría fundó el Señor la tierra,
con inteligencia estableció los cielos.
20 Con su conocimiento los abismos fueron divididos
y los cielos destilan rocío.
21 Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos,
guarda la prudencia[f] y la discreción,
22 y serán vida para tu alma,
y adorno para tu cuello.
23 Entonces andarás con seguridad por tu camino,
y no tropezará tu pie.
24 Cuando te acuestes no tendrás temor,
sí, te acostarás y será dulce tu sueño.
25 No temerás el pavor repentino,
ni el ataque[g] de los impíos cuando venga,
26 porque el Señor será tu confianza[h],
y guardará tu pie de ser apresado.

27 No niegues el bien a quien se le debe[i],
cuando esté en tu mano el hacerlo.
28 No digas a tu prójimo: Ve y vuelve,
y mañana te lo daré,
cuando lo tienes contigo.
29 No trames el mal contra tu prójimo,
mientras habite seguro a tu lado.
30 No contiendas con nadie sin motivo,
si no te ha hecho daño.
31 No envidies al hombre violento,
y no escojas ninguno de sus caminos;
32 porque el hombre perverso es abominación para el Señor;
pero El es amigo íntimo[j] de los rectos.
33 La maldición del Señor está sobre la casa del impío,
pero El bendice la morada del justo.
34 Ciertamente El se burla de los burladores,
pero da gracia a los afligidos.
35 El sabio heredará honra,
pero los necios hacen resaltar[k] su deshonra.

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

Abriendo Camino Por Medio De La Alabanza
Publicado por: Devocionales en Devocional Diario 3 Comentarios

 

 

“CUANDO COMENZARON A ENTONAR CANTOS DE ALABANZA, EL SEÑOR PUSO EMBOSCADAS CONTRA LOS… QUE VENÍAN CONTRA JUDÁ…” (2 Crónicas 20:22)

No hay ninguna ley que diga que la alabanza está reservada exclusivamente para los domingos y para cuando estemos en la iglesia; todo lo contrario, debería ser un estilo de vida: en el trabajo, en la escuela, en el hogar y e incluso en la ducha. La alabanza atrae la presencia de Dios junto con su intervención inmediata. El salmista dijo: “Bendeciré al Señor en todo tiempo; su alabanza estará de continuo en mi boca…” (Salmo 34:1). Antes de que David fuera soldado, o rey más adelante, él mató a Goliat con una simple honda y una piedra. No necesitas un ejército para derrotar a tus “gigantes”, solamente un versículo certero respaldado por un grito de alabanza, la cuál es una expresión de fe, una aseveración de que Dios está en control. La alabanza no es algo en lo que te involucras sólo cuando te apetece. La Biblia dice que “…ofrezcamos… a Dios… sacrificio de alabanza…” (Hebreos 13:15). ¡Cuanto más cuesta, más beneficios produce!
En el Antiguo Testamento, cuando sus enemigos se pusieron en fila contra Judá (lo que significa alabanza), Josafat, su rey, envió un coro al frente, delante del ejército, para alabar a Dios. ¡Vaya estrategia tan descabellada! ¡Pero funcionó! Según avanzaban en alabanza, “…el Señor puso emboscadas contra los… que venían contra Judá…” (2 Crónicas 20:22) y ellos fueron derrotados. Cualquiera puede alabar a Dios cuando “todo es un camino de rosas”, pero cuando aprendas a alabarle en las “trincheras”, Él te ayudará a triunfar en cualquier batalla que estés peleando después. Un entorno lleno de alabanza parará en seco a Satanás en sus andadas, porque él sabe que Dios “mora” en ese ambiente (lee Salmo 22:3).


“…EL PUEBLO QUE SABE ACLAMARTE… ANDARÁ… A LA LUZ DE TU ROSTRO” (Salmo 89:15)

En los tiempos a los que se refiere la Biblia, las prisiones eran lugares terribles, sin las más mínimas condiciones humanas. En un lugar semejante, “Pablo y Silas… cantaban himnos a Dios… Entonces sobrevino de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron” (Hechos 16:25-26). Tal liberación puede ser una realidad para ti también. Si quieres que las cosas sean zarandeadas, que se abran puertas y se rompan cadenas, empieza a alabar a Dios “a pesar de…”. Si te acercas a Dios sobre las “alas de la alabanza”, encontrarás el secreto de poder estar por encima de tus circunstancias. David dijo: “…el pueblo que sabe aclamarte… andará, Señor, a la luz de tu rostro” (Salmo 89:15). La alabanza no es simplemente una reacción por haber entrado en la presencia de Dios, más bien es un canal por el cuál Él viene para ocuparse de tu problema.

Cuando estás abatido y deprimido, en tu mente natural no existe ningún incentivo para alabar a Dios. De hecho, tiendes a revolcarte en tu miseria y a sentir pena de ti mismo, pero esto es totalmente contrario de lo que deberías estar haciendo: “…el Padre… busca… los que lo adoran… en espíritu y en verdad…” (Juan 4:23b-24b). No es una cuestión de emociones, es una cuestión de fe; no es algo que viene por sí solo, es algo que decides hacer. Tanto si te encuentras en el “desierto” o en la “Tierra Prometida”, cuando te regocijes y cantas al Señor (lee Salmo 98:4), empezarán a suceder muchas cosas; tal y como tus alabanzas suban, las bendiciones de Dios bajarán del Cielo. Nehemías dijo: “…el gozo del Señor es vuestra fuerza” (Nehemías 8:10b). De hecho, la alabanza ayudará a que tus sentimientos sean sanados y que el peso de la negatividad que te oprime sea levantado. ¡Pruébalo!

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 · 

REFLEXION

¡Más Alto!

 

 

En los días en que los aeroplanos eran construidos principalmente de madera y telas ligeras, la presencia de una rata o un ratón en un aeroplano podía significar una catástrofe. Si el animal roía alguna de las partes vitales de la estructura, esto bastaba para su inevitable destrucción.

Durante la Primera Guerra Mundial, un aeroplano estaba volando sobre un terreno montañoso, en el frente del Oeste, cuando los dos tripulantes se dieron cuenta de la presencia de una rata a bordo. No había modo de capturarla, y el aterrizar en territorio enemigo era algo imposible de considerar.

De repente, el piloto tuvo una idea excelente: dirigió el rumbo del aeroplano hacia las alturas. Arriba y más arriba, al punto de que los dos tripulantes tenían ya dificultades para respirar; pero fueron todavía más arriba, hasta el punto en el que les parecía que perderían el conocimiento. Pero pronto la maniobra dio resultado.

La rata se asomó por entre el fuselaje trasero del avión, y dando unos pasos inciertos, cayó muerta en la cabina.

Al instante el aeroplano emprendió el descenso. Sólo mediante el ascenso los aviadores habían hallado la seguridad para sus vidas.

De igual manera, existen muchas circunstancias y problemas que amenazan nuestras vidas, que cualquier rato podrían hacer que nos desmoronemos y que terminen los sueños que tenemos.

Cuando estamos enfrentando este tipo de enemigos, que no nos dejan muchas opciones para luchar contra ellos, lo mejor es subir, elevarnos, empezar a buscar a Dios con todo nuestro corazón, con todas nuestras fuerzas y cuando estemos ahí, podremos observar cómo cada problema se va desmoronando.

“Si haces al Señor tu refugio y al Altísimo tu resguardo, ningún mal te conquistará; ninguna plaga se acercará a tu hogar. Pues él ordenará a sus ángeles que te protejan por donde vayas”. Salmos 91: 9-11 (NTV)

Sólo en Su presencia encontramos el refugio que necesitamos, cuando rendimos nuestras vidas le damos a Dios la oportunidad de obrar. No es fácil alcanzar esa altura, no es sencillo vivir en santidad y guardar los estatutos que nos dio, cuesta mucho que permanezcamos en oración y leyendo su Palabra, pero con la ayuda del Espíritu Santo, nos elevaremos cada vez más alto al punto de que ninguna rata podrá sobrevivir.

Ve alto, cada vez más alto y verás cómo tus problemas desaparecen ante tus ojos. No hay nada ni nadie que pueda permanecer de pie delante de la presencia de Dios.

 

 

Ana María Frege Issa
CVCLAVOZ