1 Timoteo 6:4

 

 

 

 

 

Las doctrinas falsas y el amor al dinero

 

 

 

Si alguno enseña una doctrina diferente y no se conforma a[b] las sanas palabras, las de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido ynada entiende, sino que tiene un interés morboso[c] en discusiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, y constantes rencillas entre hombres de mente depravada, que están privados de la verdad, que suponen que la piedad[d] es un medio de ganancia[e]Pero la piedad, en efecto, es un medio de gran ganancia cuando va acompañada de contentamiento. Porque nada hemos traído al mundo, así que[f] nada podemos sacar de él. Y si tenemos qué comer y con qué cubrirnos, con eso estaremos contentos. Pero los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo y en muchos deseos necios y dañosos que hunden a los hombres en la ruina y en la perdición[g]10 Porque la raíz de todos los males es el amor al dinero, por el cual, codiciándolo algunos, se extraviaron de la fe y se torturaron[h] con muchos dolores.

 

 

 

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Promesas – Buscando Resultados

 

 



Los fracasos buscan métodos placenteros,
los éxitos… resultados.

Hebreos 12:11
Al presente ninguna disciplina parece ser causa de gozo, sino de tristeza;
sin embargo, a los que han sido ejercitados por medio de ella,
les da después fruto apacible de justicia.

 

 

 

 

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REFLEXION

¿Cristiano, te fijas en la gente?
Publicado por Devocionales 

 

 

 



“…EN CUANTO NO LO HICISTEIS A UNO DE ESTOS MÁS PEQUEÑOS, TAMPOCO A MÍ LO HICISTEIS” (Mateo 25:45b)

¿Conoces a tus vecinos, o a la mujer que te cobra en la tienda, o al chaval que te atiende donde sirven comida rápida, o a tu cartero? ¿Ni idea?

Bien, esto es lo que un profesor les dijo a sus alumnos:

“Recuerdo que en el instituto el maestro nos hizo un examen de improvisto. 

Yo era un alumno concienzudo y respondí “con los ojos cerrados”, hasta que llegué a la última pregunta:

‘¿Cómo se llama la señora de la limpieza?‘.

¡Aquello tenía que ser una broma!

La había visto muchas veces; ella tenía el cabello oscuro y tendría unos cincuenta años.

¿Pero cómo iba a saber su nombre?

Así que entregué mi hoja, dejando en blanco esa respuesta y pregunté si contaba para mi nota final.

‘Claro que sí’, ¡contestó el maestro!

‘En la vida te encontrarás con muchas personas diferentes.

Todas ellas son importantes y merecen tu atención, aun si sólo te limitas a sonreír y a saludarlas’.

Nunca olvidaré esa lección, y he intentado vivir conforme a ello (A propósito, ¡el nombre de la señora de la limpieza era Dorotea!)”.

Cuando los discípulos preguntaron: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo o en la cárcel, y no te servimos?” (Mateo 25:44), Jesús respondió: “…en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a Mí lo hicisteis” (Mateo 25:45).

El Dios que dijo:

“…te puse nombre, Mío eres tú” (Isaías 43:1b), recuerda los nombres de las personas que tú crees poco importantes.

Si quieres ser como Él, ¡quizá deberías seguir su ejemplo!

 

 

 

 

 

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REFLEXION

4 Pautas para elegir a las personas correctas según la Biblia
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“.HE DOTADO DE HABILIDAD A TODOS LOS ARTESANOS.” (Éxodo 31:6 NVI)

Así como un río no puede discurrir más alto que su manantial, ninguna empresa puede crecer más que sus dirigentes. 

Cuando llegó el momento de construir el tabernáculo, Dios le dijo a Moisés: 

“…A Besalel… lo he elegido y lo he llenado de mi espíritu. Le he dado sabiduría, entendimiento, conocimientos y capacidad para hacer obras de arte… también sabe trabajar las piedras preciosas y hacer joyas, y además sabe tallar la madera… También he elegido a Aholiab para que sea el ayudante de Besalel. A todos los que van a ayudarlos les he dado más capacidad y entendimiento. Así podrán hacer lo que te he ordenado” (Éxodo 31:1-6 TLA).

Sea en el ministerio o en el oficio en el que estés, aquí aparece un plan que te llevará al éxito:

1) Asegúrate de que la gente que eliges es la que Dios ha elegido para ti.

Para ello tendrás que orar antes de contratar a alguien. 

Contratar no es fácil, y despedir, una tortura.

¡Pero mayor tortura es rectificar los errores de otros!

2) Busca a quienes Dios ha dado “sabiduría, entendimiento, conocimientos y capacidad”.

No sólo deben poseer las aptitudes correctas sino también el mismo espíritu que tú; de no ser así, acabarás teniendo problemas.

3) Que tu futuro no dependa de una sola persona, por mucho talento que tenga.

“…He dotado de habilidad a todos los artesanos…”. Si tu “Aholiab” se pasa de listo o mete la pata, necesitarás poder disponer de otro “artesano” para seguir con la visión.

4) Asegúrate de que las metas que te propones encajan en la voluntad de Dios.

Él dice: “Haz lo que te he ordenado”.

Las ideas son importantes, ¡pero Su plan lo es mucho más!