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Proverbios 25:19 La Biblia de las Américas

Comparaciones y lecciones morales

 

18 Como maza y espada y aguda saeta
es el hombre que levanta falso testimonio contra su prójimo.
19 Como diente malo y pie que resbala

es la confianza en el hombre pérfido en tiempo de angustia.
20 Como el que se quita la ropa en día de frío, o como el vinagre sobre la lejía[h],
es el que canta canciones a un corazón afligido[i].
21 Si tu enemigo[j] tiene hambre, dale de comer pan,
y si tiene sed, dale de beber agua;
22 porque así amontonarás[k] brasas sobre su cabeza,
y el Señor te recompensará.

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

 

 

REFLEXION

¿Por qué tengo un mal carácter? ¿Puedo cambiar?

Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ

Es probable que alguna vez te hayas hecho las siguientes preguntas: ¿por qué tengo un mal carácter? ¿Por qué me irrito tan rápido con algunas personas y con otras no?

Para responder a estas preguntas es necesario conocer las causas de nuestra irritación; y como consecuencia, la manifestación de un mal carácter. Para ello acudamos a Dios para saber lo que nos dice en su Palabra.

1. Tengo un mal carácter por ser orgulloso

Proverbios 28:25 (RVR 1960).El altivo de ánimo suscita contiendas; Mas el que confía en Jehová prosperará.

Las personas soberbias comienzan las contiendas. Se creen superiores a los demás, se jactan de su poder, conocimiento o riquezay utilizan esto para tratar al otro con despotismo. Procuran humillar a los que están a su alrededor. Sin duda, el altivo tiene un mal carácter.

¿Qué puedo hacer al respecto?

Es necesario reconocer que se está cometiendo el pecado de orgullo. Al guardar ese mal en el corazón, sólo saldrá a luz un mal carácter. Aprendamos de Jesús que nos enseñó a ser mansos y humildes

2. Tengo un mal carácter por ser resentido

Hebreos 13:5 (RVR 1960)Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados.

Una persona amargada va a expulsar por su boca lo que abunda en su corazón. Si hay rencor, lo manifestará con ira, gritos, chismes y acciones violentas. No puede salir algo bueno si la semilla es el pecado.

El guardar rencor hacia personas que en alguna oportunidad produjeron un daño profundo es pecado. Por esta razón se irritan con facilidad y manifiestan un mal carácter.

¿Cuál es la solución?

El único remedio para la amargura es perdonar. Esto no significa que la persona quien nos hirió venga y nos pida perdón, o que nosotros tengamos que permitir que esta persona nos siga hiriendo. Tampoco significa olvidar. Es una decisión personal que se toma con el deseo de recuperar amor, gozo y paz.

Si te has preguntado: ¿por qué tengo un mal carácter? Analiza si estás cometiendo estos pecados y confiésalos a Dios para ser libre y amar de verdad, porque el verdadero amor no se irrita.

Neyda Cruz

CVCLAVOZ

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

 

 

REFLEXION

¿Tienes miedo de cruzar el barranco?

Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ

Hay muchas ocasiones en la vida en las que estamos frente a un precipicio y nos paralizamos por el miedo, pero no tenemos otra opción que seguir, ¿Te ha pasado? ¿Tienes miedo de cruzar el barranco?.

El barranco tenebroso

Se cuenta la historia de un hombre llamado Alexander Maclaren, quien aprendió una verdad cuando aceptó su trabajo en Glasgow.

Tenía sólo dieciséis años y su casa estaba a seis millas de la gran ciudad. En el camino de su casa a la ciudad había un barranco profundo que estaba, al parecer, embrujado. Se decía que allí pasaban cosas terribles.

Alexander tenía miedo de atravesarlo aún de día. El primer lunes por la mañana su padre lo acompañó al trabajo y, al despedirlo, le dijo:

-Alex, vuelve a casa tan rápido como puedas el sábado por la noche cuando acabes de trabajar.

Pensando en el barranco, Alexander contestó:

-Papá, estaré muy cansado el sábado por la noche. Volveré el domingo, bien temprano por la mañana.

-No, Alex, nunca has estado fuera de casa y estos seis días me parecerán un año. Vuelve a casa el sábado por la noche.

Alex pasó toda la semana preocupado pensando en el barranco- El sábado por la noche recogió sus cosas y emprendió el camino a casa. Al llegar al barranco, en la oscuridad absoluta no pudo avanzar más y se le llenaron los ojos de lágrimas.

De repente oyó pisadas. Iba a echar a correr aterrorizado, pero no lo hizo porque los pasos le eran familiares. De la oscuridad le salió la figura de su padre y escuchó:

-Alex, te vine a esperar aquí.

Después Alexander contó: «Juntos entramos en el barranco, y luego proseguimos por el valle y no temí nada».

¿Te asusta cruzar el barranco?

Sin duda alguna, siempre habrán barrancos que debemos atravesar y muchas veces la ansiedad nos gana y nos pasamos pensando cómo atravesaremos ese precipicio.

La buena noticia es que no estamos solos. En el Salmo 23: 4 dice:

(RVR 1960)Aunque ande en valle de sombra de muerte. No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

Después del barranco

El barranco no es un lugar en el que te quedarás para siempre, ni será tu final. Dios te ayudará a pasarlo.

Las pruebas siempre traen consigo bendiciones, pero debemos creer que Dios está con nosotros y enfrentarlas. Así que ¡ánimo, no temas y cruza ese barranco! Recuerda que después de esa prueba Dios tiene preparado algo para ti.

Ana María Frege Issa

 

CVCLAVOZ