http://unencuentroconlapalabra1.jimdo.com/

facebook un encuentro con la palabra

http://www.amigosporisrael.org/

 

2 Corintios 4:17 La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

 

Lo temporal y lo eterno

 

 

 

16 Por tanto no desfallecemos, antes bien, aunque nuestro hombre exterior va decayendo, sin embargo nuestro hombre interior se renueva de día en día.17 Pues esta aflicción leve y pasajera nos produce un eterno peso de gloria que sobrepasa toda comparación, 18 al no poner nuestra vista en las cosas que se ven, sino en las que no se ven; porque las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas.

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

Publicado por: Devocionales en Devocional Diario 2 Comentarios


El Dominio Propio Y La Biblia

 

 

 

“…NO NOS HA DADO DIOS ESPÍRITU DE COBARDÍA, SINO DE PODER, DE AMOR Y DE DOMINIO PROPIO” (2 Timoteo 1:7)

En la obra “Los Miserables” de Víctor Hugo se menciona a un sacerdote, quien “estaba destinado a padecer la suerte de cada recién llegado a un pueblo pequeño donde había muchas bocas parlantes, pero pocas cabezas pensantes”. Una mente indisciplinada se convierte en una mente retrasada. Y eso es muy peligroso porque con mucha facilidad la mente sucumbe al conocimiento general y a otras influencias de su alrededor. Pocas cosas importantes se aprenden en un monólogo, sea un sermón o un discurso. Hay muchos oradores elocuentes hoy quienes son infatigables en dar su opinión sobre cualquier tema, proporcionando un encantamiento de conceptos que exime a la persona de explorarlos por sí misma.
En el libro de los Hechos leemos que los de Berea escudriñaron “…cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así” (Hechos 17:11b). Preguntar: “¿Por qué?”, “¿Cómo?”, “¿Quién lo dice?” no es un acto de rebeldía, es sabiduría divina.

Hoy en día uno sabe perfectamente que una respuesta inadecuada a un comentario político, o a un tema religioso, o a un asunto de política social puede hacerte perder los amigos, la reputación e incluso el empleo. Una mente fiel a Dios, sin embargo, se resiste a aceptar esta manera de pensar tajante. Pone en la balanza cada cuestión y se pregunta si la Biblia lo menciona directa o indirectamente. Lo analiza a la luz de la historia: ¿cómo lo ha enfrentado el pueblo de Dios anteriormente? Sopesa la cuestión en términos de capacidad de reflejar el amor redentor de Cristo. Se pregunta: “¿Va a proporcionar credibilidad o vergüenza al reino de Dios al cual yo represento?”.“…NOS HA DADO DIOS… DOMINIO PROPIO” (2 Timoteo 1:7)


G.K. Chesterton dijo una vez de Abraham Lincoln: “Este gran hombre tenía un ‘vicio secreto’ que era mucho más impopular entre sus seguidores que el hábito de la bebida; tenía la costumbre de pensar”. Busca la compañía de buenos pensadores. Salomón dijo: “El que anda entre sabios será sabio…” (Proverbios 13:20). Cuando sometemos nuestras vidas a Cristo, Él no nos dice que dejemos de pensar, sino que renovemos nuestro entendimiento (cfr. Romanos 12:2b). ¿Cómo ganamos a alguien para Cristo? ¿Atacando sus pensamientos? No, eso lo aleja. Debemos hacer tres cosas:

(1) Convencerle de que realmente nos preocupamos por él;
(2) Convencerle de que el Señor realmente se preocupa por él;
(3) Encontrar dónde está dañado y aplicar el “bálsamo” curativo de la Palabra de Dios.

Cuando se trata de compartir nuestra fe, muchos de nosotros sólo están cómodos cuando hablan con los que están abatidos. ¡Eh!, ¿y quién va a alcanzar a los que se encuentran muy bien? Pablo dijo: “Persevero en dar testimonio a pequeños y a grandes” (cfr. Hechos 26:22). Cuando visitó Atenas, terminó en el Areópago, donde se dirigió a algunos de los mejores cerebros de la ciudad (cfr. Hechos 17:18-19).

Sus palabras son una demostración brillante de una mente que funcionaba muy bien porque estaba espiritualmente agudizada. Pablo no era un hombre insignificante en aquella región, sino uno que estaba en contacto con el mundo a su alrededor. Estaba cómodo en una ciudad lejana como era Derbe, una comunidad de negocios como Éfeso, una capital política como Roma, y un centro intelectual como Atenas. “…a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos” (1 Corintios 9:22b). Así que, entrena tu mente, dedícala a los propósitos de Cristo y úsala para ponerte en contacto con tu mundo.

 

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

Escondido en la roca

 

 

 

La ardilla de manto dorado, es un roedor que mide alrededor de 30 cent. Se la puede reconocer fácilmente porque tiene unas líneas doradas desde la cabeza hasta la cola.

Este animalito suele cavar madrigueras para invernar durante la temporada de frío para esconder sus alimentos y sobre todo para ocultarse de sus depredadores naturales. Lo interesante es que las entradas a sus pequeñas cuevas siempre están bajo árboles caídos, pero sobre todo, bajo rocas grandes porque son más fuertes y difíciles de roer.

Durante el tiempo en el que duermen mientras pasa el invierno, al cuidar a sus pequeñas crías, cuando almacenan sus alimentos o simplemente para sentirse refugiadas, esconderse bajo una roca se ha convertido en el escondite perfecto para estas pequeñas ardillas.

2 Samuel 22:3 “Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; mi escudo, y el fuerte de mi salvación, mi alto refugio; Salvador mío; de violencia me libraste.” Versión Reina-Valera 1960

Hace mucho tiempo, un pastor se puso a componer una canción que en cierta parte dice: “Mi roca fuerte eres tú. Señor, pacientemente espérame, sólo te pido que me des fuerza y poder en la tentación…”

Quizás ese himno nunca ganó un premio, nunca haya sido parte de las más escuchadas de su época, quizás nadie lo recuerda como un clásico, tal vez nunca lo oíste y no forme parte de tus canciones preferidas, pero en una sola estrofa encierra una verdad: Jesús como Roca de Salvación.

Cuando el hijo de Dios vino al mundo y caminó entre los hombres, muchos se sentían alentados por las palabras de verdad que decía y los seguían, porque encontraban en Él al mesías prometido y a un libertador.

Aunque hoy no podemos verlo físicamente, Jesús sigue caminando en medio de nosotros, dando fuerzas a quienes lo buscan, alentando al caído y al humilde, presente en los momentos más duros que atraviesa la humanidad, continua salvando vidas y venciendo en medio de toda batalla.

Jesús continúa siendo el camino la verdad y la vida. Él sigue siendo la roca de salvación a la que se puede aferrar todo aquel que está en medio de los maremotos que provoca el pecado y los diversos problemas con los que nos encontramos en la vida, en esos momentos difíciles puedes hallar un escondite y un refugio.

Salmos 18:2 “Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.” Versión Reina-Valera 1960

 

 

 

Héctor Colque 
CVCLAVOZ