Romanos 5:17

 

 

Adán y Cristo comparados

 

 

12 Por tanto, tal como el pecado entró en el mundo por un hombre, y la muerte por el pecado, así también la muerte se extendió a todos los hombres, porque todos pecaron;13 pues antes de la ley[j] había pecado en el mundo, pero el pecado no se imputa cuando no hay ley. 14 Sin embargo, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, aun sobre los que no habían pecado con una transgresión semejante a la de Adán, el cual es figura[k] del que había de venir. 15 Pero no sucede con la dádiva como con la transgresión[l]. Porque si por la transgresión de uno[m] murieron los muchos, mucho más, la gracia de Dios y el don por la gracia de un hombre, Jesucristo, abundaron para los muchos. 16 Tampoco sucede con el don como con lo que vino por medio de aquel[n] que pecó; porque ciertamente el juicio surgió a causa de una transgresión, resultando en[o] condenación; pero la dádiva surgió a causa de muchas transgresiones resultando en[p] justificación. 17 Porque si por la transgresión de uno, por éste[q] reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por medio de uno, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia. 18 Así pues, tal como por una transgresión resultó[r] la condenación de todos los hombres, así también por un acto de justicia resultó[s] la justificación de vida para todos los hombres. 19 Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno los muchos serán constituidos justos. 20 Y la ley se introdujo para que abundara la transgresión, pero donde el pecado abundó, sobreabundó la gracia, 21 para que así como el pecado reinó en la muerte, así también la gracia reine por medio de la justicia para vida eterna, mediante Jesucristo nuestro Señor.

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

 

 

 

 

REFLEXION

La vasija invaluable

 

 

 



En cierta oportunidad un maestro narraba a su clase, la historia de una antigua vasija de cerámica de inestimable valor, por la que había pagado una fortuna en una subasta pública.

La vasija había sido usada durante años por un mendigo que acabó sus días en la miseria, totalmente ignorante del valor de aquel objeto con el que había pedido limosna.

Uno de los alumnos, no entendiendo la enseñanza que había en sus palabras, le preguntó qué era lo que representaba esa vasija, a lo que el maestro respondió “A ti mismo. Tú centras toda tu atención en el insignificante conocimiento que adquieres de los libros y de los maestros. Sería mejor que le prestaras más atención a la vasija en la que lo guardas”.

Hay muchas personas que se han pasado la vida trabajando, estudiando, afanados por juntar riquezas, presas del estrés, del agotamiento físico y emocional; creyendo que su verdadero valor estaba en las posesiones y olvidando que su vida tiene un valor inestimable.

No importa cuánto estudiemos o trabajemos ni lo mucho o poco que acumulemos, lo importante es cuidar y cultivar nuestro ser interior. Dios puso en ti cosas únicas e invaluables, no permitas que los afanes de la vida o el mal momento que estás pasando te hagan olvidar quién eres.

“Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás”. Efesios 2:10 (NTV)

Nunca olvides cuán valiosa es tu vida, eres la obra maestra de Dios y fuiste creado para grandes cosas. Tu valor va mucho más allá de las posesiones o de tu apariencia.



Ana María Frege Issa

CVCLAVOZ

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

 

 

 

REFLEXION

Los 7 principios “magníficos” para aprender
Publicado por Devocionales 

 

 



ALZARÉ MIS OJOS MI SOCORRO VIENE DEL SEÑOR (Salmo 121:1,2)

(1) Despertar.

La vida no es un desfile de moda. 

Vive cada día como si fuera el último, porque a lo mejor mañana ya no estarás.

(2) Vestirse

Cuando te levantas cada mañana, no olvides “ponerte” una buena actitud; ¡ésta determinará el resto del día!

La vida es como un piano; su sonido depende de como lo tocas. 

Sólo el 10% trata de lo que a ti te pasa; el otro 90% trata de cómo tu respondes a ello.

(3) Callar

¡No aprendes mientras hablas!

Escucha: “El que guarda su boca guarda su vida” (Proverbios 13:3).

Te ahorrarás innumerables heridas e impresionarás a otros escuchando, observando, y hablando sólo después de haber pensado bien lo que vas a decir.

(4) Tener principios

¡Establece tus principios y tu visión de acuerdo con la Palabra de Dios, y con nada más! 

No todos estarán de acuerdo, sin embargo: “estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre” (1 Corintios 15:58b).

(5) Alcanzar

Pablo dijo: “prosigo a la meta”, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús (Filipenses 3:14).

¡Concéntrate en tus metas! Niégate a conformarte con menos de lo máximo y lo mejor de Dios.

(6) Levantar en alto

Max Lucado dijo: “La adoración es un “gracias” que rechaza el callar, un acto de gratitud ofrecido por los salvados al Salvador, por los sanados al Sanador, y por los bendecidos al Bendecidor”.

¡Así que, alza tu voz y alábale hoy!

(7) Alzar los ojos

David dijo: Alzaré mis ojos Mi socorro viene del Señor² (Salmo 121:1,2). 

¿Sabes qué?

Cuándo eres más débil que nunca, ¡Dios es más fuerte!