Génesis 41:29

 

 

 

 

 

José interpreta el sueño de Faraón

 

 

 

 

 

 

14 Entonces Faraón mandó llamar a José, y lo sacaron aprisa del calabozo[l]; y después de afeitarse y cambiarse sus vestidos, vino a Faraón. 15 Y Faraón dijo a José: He tenido[m] un sueño y no hay quien lo interprete; y he oído decir de ti[n], que oyes un sueño y lo puedes interpretar[o]16 José respondió a Faraón, diciendo: No está en mí; Dios dará a Faraón una respuesta favorable[p]17 Entonces habló Faraón a José: En mi sueño, he aquí, yo estaba de pie a la orilla del Nilo. 18 Y vi[q] siete vacas gordas[r] y de hermoso aspecto que salieron del Nilo; y pacían en el carrizal. 19 Pero he aquí, otras siete vacas subieron detrás de ellas, pobres, de muy mal aspecto y flacas[s], de tal fealdad[t] como yo nunca había visto en toda la tierra de Egipto. 20 Y las vacas flacas y feas[u] devoraron las primeras siete vacas gordas.21 Pero cuando las habían devorado[v], no se podía notar[w] que las hubieran devorado[x]; pues[y] su aspecto era tan feo[z] como al principio. Entonces me desperté. 22 Y he aquí, en mi sueño también vi que siete espigas llenas y buenas crecían en una sola caña. 23 Y he aquí que siete espigas marchitas, menudas y quemadas por el viento solano, brotaron después de aquéllas; 24 y las espigas menudas devoraron a las siete espigas buenas. Y se lo conté a los adivinos[aa], pero no hubo quien me lo pudiera explicar.

25 Entonces José dijo a Faraón: Los dos sueños de Faraón son[ab] uno; Dios ha anunciado a Faraón lo que El va a hacer. 26 Las siete vacas buenas son siete años, y las siete espigas buenas son siete años; los dos sueños son[ac] uno. 27 Y las siete vacas flacas y feas[ad] que subieron detrás de ellas son siete años, y las siete espigas quemadas por el viento solano serán siete años de hambre. 28 Esto es lo que he dicho a Faraón: Dios ha mostrado a Faraón lo que va a hacer. 29 He aquí, vienen siete años de gran abundancia en toda la tierra de Egipto; 30 y después de ellos vendrán[ae] siete años de hambre, y será olvidada toda la abundancia en la tierra de Egipto; y el hambre asolará[af] la tierra. 31 Y no se conocerá la abundancia en la tierra a causa del hambre que vendrá[ag], que será muy severa. 32 Y en cuanto a la repetición del sueño a Faraón dos veces, quiere decir que el asunto está determinado por Dios, y Dios lo hará pronto. 33 Ahora pues, busque Faraón un hombre prudente y sabio, y póngalo sobre la tierra de Egipto. 34 Haga esto Faraón: nombre intendentes sobre el país y exija un quinto de la producción de la tierra de Egipto en los siete años de abundancia. 35 Y que ellos recojan todos los víveres de esos años buenos que vienen, y almacenen en las ciudades el grano para alimento bajo la autoridad[ah] de Faraón, y que lo protejan. 36 Y que los víveres sean una reserva para el país durante los siete años de hambre que ocurrirán en la tierra de Egipto, a fin de que el país no perezca durante el hambre.

 

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

 

 

 

 

 

 

Promesas – Tú Me Amas!

 



Promesas-> Hoy entiendo que puedo amarte porque tu primero me amaste.

La fuerza que viene de ti me llena y satisface y puedo vivir este día con la satisfacción de amarte y ser amado.

Gracias Señor.

Señor, tú me sondeas y me conoces,
139:2 tú sabes si me siento o me levanto;
de lejos percibes lo que pienso,
139:3 te das cuenta si camino o si descanso,
y todos mis pasos te son familiares.
139:4 Antes que la palabra esté en mi lengua,
tú, Señor, la conoces plenamente;
139:5 me rodeas por detrás y por delante
y tienes puesta tu mano sobre mí;
139:6 una ciencia tan admirable me sobrepasa:
es tan alta que no puedo alcanzarla.
139:7 ¿A dónde iré para estar lejos de tu espíritu?
¿A dónde huiré de tu presencia?
139:8 Si subo al cielo, allí estás tú;
si me tiendo en el Abismo, estás presente.
139:9 Si tomara las alas de la aurora
y fuera a habitar en los confines del mar,
139:10 también allí me llevaría tu mano
y me sostendría tu derecha.
139:11 Si dijera: “¡Que me cubran las tinieblas
y la luz sea como la noche a mi alrededor!”,
139:12 las tinieblas no serían oscuras para ti
y la noche sería clara como el día.
v13 Tú creaste mis entrañas,
me plasmaste en el seno de mi madre:
139:14 te doy gracias porque fui formado
de manera tan admirable.
¡Qué maravillosas son tus obras!
Tú conocías hasta el fondo de mi alma
139:15 y nada de mi ser se te ocultaba,
cuando yo era formado en lo secreto,
cuando era tejido en lo profundo de la tierra.

 

 

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

 

 

 

 

 

 

 

REFLEXION

Recupera lo perdido – Richy Esparza




“El Señor dice: «Les devolveré lo que perdieron a causa del pulgón, el saltamontes, la langosta y la oruga.”

Joel 2:25 (Nueva Traducción Viviente)

Al inicio de mi andar cristiano me caractericé por tener una fe demoledora.

Lanzaba mis oraciones y estas penetraban el objetivo como cuchillo en mantequilla.

Mis ayunos eran prolongados y abundaba el gozo de DIOS en mi alma.

En todo lo que emprendía era fructífero. 

Me era fácil comprender los planes del SEÑOR y estar alineado a ellos. 

Pero con el pasar de los años las pruebas a las que fui sometido aumentaron de nivel.

Algunas de las cosechas que esperaba no llegaron y muchos de mis sueños no se cumplieron.

Permití que el peso de la obra de DIOS despedazara mi armadura. 

Los planes de DIOS para mi vida eran cada vez más difíciles de entender. 

Y aquella fe que me caracterizaba fue disminuyendo hasta quedar como una pequeña vela humeando después de haber sido una antorcha.

Anduve algún tiempo decaído y preguntándome dónde había estado mi error. 

Fue cuando el SEÑOR me reveló que mi fe no era suficiente para alcanzar el destino que me tenía preparado. 

Y que tuve que ser despojado de ella para recibir la fe que proviene de Cristo, el Autor y Consumador de la fe.

Los pensamientos y caminos del SEÑOR siempre serán más altos que los del creyente. 

Sus caminos son completos, no admiten atajos. Y al andar en ellos Él ofrece complementar la fe de los suyos para que éstos se mantengan firmes y reciban su bendición completa. 

Pero cuando el creyente se aferra a su fe carnal y propias convicciones el peso del sueño de DIOS seguramente le aplastará.

Si en tu andar como creyente has perdido algo que te caracterizaba (fe, alegría, buen ánimo, gratitud, salud, pasión etc.) , recupéralo hoy poniendo tu fe en Jesús.

Si hoy lo has creído, haz conmigo esta oración:

“DIOS, por favor limpia mi corazón de una vez por todas aquello que me dolió. Te lo entrego. 

Pongo mi fe en Cristo y por Sus méritos te pido que me restaures y me devuelvas lo que he perdido. 

Complementa mi fe para conquistar fácilmente lo que por Cristo me pertenece.

Oro esto en el nombre de Jesús, Amén.”

Autor: Richy Esparza