Deuteronomio 4 :13

La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

 

Israel en Horeb

 

 

 

Por tanto, cuídate y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, y no se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; sino que las hagas saber a tus hijos y a tus nietos. 10 Recuerda el día que estuviste delante del Señor tu Dios en Horeb, cuando el Señor me dijo: “Reúneme el pueblo para que yo les haga oír mis palabras, a fin de que aprendan a temerme[a] todos los días que vivan sobre la tierra y las enseñen a sus hijos.” 11 Os acercasteis, pues, y permanecisteis al pie del monte, y el monte ardía en fuego hasta el mismo cielo[b]: oscuridad, nube y densas tinieblas. 12 Entonces el Señor os habló de en medio del fuego; oísteis su voz[c], sólo la voz[d], pero no visteis figura alguna. 13 Y El os declaró su pacto, el cual os mandó poner por obra: esto es, los diez mandamientos, y los[e] escribió en dos tablas de piedra. 14 Y el Señor me ordenó en aquella ocasión que os enseñara estatutos y decretos, a fin de que los cumpliérais en la tierra a la cual vais a entrar para poseerla.

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

 

PROMESAS

Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.

Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

 

 

 

 

 



Filipenses 4:6-7

Salmos 119:165
Mucha paz tienen los que aman tu ley, y nada los hace tropezar.

Isaías 9:6
Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado, y la soberanía reposará sobre sus hombros; y se llamará su nombre Admirable Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz.

Isaías 12:2
He aquí, Dios es mi salvador, confiaré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es el SEÑOR DIOS, El ha sido mi salvación.

Isaías 49:8
Así dice el SEÑOR: En tiempo propicio te he respondido, en día de salvación te he ayudado; te guardaré y te daré por pacto del pueblo, para restaurar la tierra, para repartir las heredades asoladas,

Isaías 57:19
poniendo alabanza en los labios. Paz, paz al que está lejos y al que está cerca –dice el SEÑOR– y yo lo sanaré.

Isaías 66:12
Porque así dice el SEÑOR: He aquí, yo extiendo hacia ella paz como un río, y la gloria de las naciones como torrente desbordado; y mamaréis, seréis llevados sobre la cadera y acariciados sobre las rodillas.

Daniel 3:17
Ciertamente nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiente; y de tu mano, oh rey, nos librará.

Isaías 26:12
SEÑOR, tú establecerás paz para nosotros, ya que también todas nuestras obras tú las hiciste por nosotros.

Isaías 27:5
a no ser que él confíe en mi protección, que haga la paz conmigo, que conmigo haga la paz.

Isaías 32:18
Entonces habitará mi pueblo en albergue de paz, en mansiones seguras y en moradas de reposo;

Isaías 42:6
Yo soy el SEÑOR, en justicia te he llamado; te sostendré por la mano y por ti velaré, y te pondré como pacto para el pueblo, como luz para las naciones,

 

 

 

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

 

 

 

REFLEXION

La Promesa – Devocionales Cortos

Devocionales, Reflexión

 

 

 



Diciendo: ¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle. Mateo 2:2 (RV60)

 

 

 

 



INTRODUCCIÓN:

Todos sabemos lo que sucedió en este tiempo de Herodes el grande, que gobernaba en Israel, También, conocemos el nacimiento de Jesucristo y todo lo que le paso, pero, quisiera refrescar el conocimiento al reseñar un poco lo que se vivía en la época del nacimiento del Mesías.

Cuando el Mesías nació, una estrella dirigió a unos sabios para que les rindieran honores y le adoraren, muchos conocen a estos sabios como “los reyes magos”; eran muy importante el nacimiento de este niño porque Él era la promesa de los que hablaron los profetas que decían que, en Belén nacerá el rey de los judíos.

Esta promesa fue lo que motivo a estos sabios dirigirse en su búsqueda, pero, cuando llegaron a Jerusalén empezaron a preguntar lo que a continuación vamos a estudiar.

DESARROLLO:

…¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido?…,

leo esto y me causa reflexión a imaginarme el deseo de estos sabios en encontrar a este bebe, seguramente preguntarían por todo el pueblo sobre el rey de los judíos, tanto que lo llevaron a Herodes el grande que era el rey en ese período, indignado por lo que escuchaba de la boca de estos sabios que se preocuparon por también encontrar a este niño pero no para adorarlo sino para asesinarlo porque estaba amenazando su reino; no obstante, sabiendo por los sacerdotes y principales de las sinagogas que el Mesías iba a nacer en belén, el rey Herodes los dejo ir y les dijo que cuando lo consiguieran le avisara para supuestamente “adorarlo”, pero, la estrella los iba dirigiendo hasta que se detuvo donde se encontraba el bebe.

Hay que entender que esta estrella daba testimonio del Mesías, porque los sabios confesaron que la estrella se le reflejaba dándole la noticia de este acontecimiento.

CONCLUSIÓN

La estrella anunciaba el nacimiento del mesías, un hecho importante.

Del mismo modo, hoy en día tal vez la estrella no alumbre avisando el nacimiento de la promesa, pero, hay una palabra que en estos momentos tú estás leyendo que esta alumbrando tu camino y que te está anunciando un nacimiento en tu vida, quizás no venga reyes o sabios en tu búsqueda, pero si te aseguro que vendrá sobre ti el Espíritu Santo y no para adorarte sino para enseñarte a adorar porque eso es lo que Dios espera de ti y de mi, que lo adoremos en Espíritu y vedad.

Ahora bien, algo maravilloso está pasando en tu vida, al leer esto estoy seguro que va a dar buenos frutos, hay una promesa en ti que el Espíritu Santo esta alumbrando, hay en ti una luz que impresiona, que llama la atención, esa luz anuncia que en ti hay una promesa.

Es así, amado lector, que Dios habla a tu vida, que Dios te muestra lo que hay en ti, no sé cuantos Herodes se te han levantado para apagar en ti esa promesa, para que ni siquiera tú la supieras, pero te tengo buenas noticias, Cristo venció a cualquier Herodes que se quieran levantar y la promesa en ti no puede ser ocultada a los ojos del mundo ni mucho menos a los ojos de Dios.

Hoy hay un nacimiento en ti por medio de la palabra, la cual, es la promesa.

Dios te bendiga.

¡La Palabra de Dios es la Promesa para tu Vida!

 

 

 



Autor: Luis Márquez