Proverbios 19 :20

La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

 

19 Mejor es el pobre que anda en su integridad
que el de labios perversos y necio.
Tampoco es bueno para una persona[a] carecer de conocimiento,
y el que se apresura con los pies peca.
La insensatez del hombre pervierte su camino,
y su corazón se irrita contra el Señor.
La riqueza añade muchos amigos,
pero el pobre es separado de su amigo.
El testigo falso no quedará sin castigo,
y el que cuenta[b] mentiras no escapará.
Muchos buscan el favor del generoso[c],
y todo hombre es amigo del que da.
Todos los hermanos del pobre lo aborrecen,
¡cuánto más sus amigos se alejarán de él!;
los persigue con palabras, pero ellos se han ido[d].
El que adquiere cordura[e] ama su alma;
el que guarda la prudencia hallará el bien.
El testigo falso no quedará sin castigo,
y el que cuenta[f] mentiras perecerá.
10 Al necio no le sienta la vida de lujo;
mucho menos a un siervo gobernar a los príncipes.
11 La discreción del hombre le hace lento para la ira,
y su gloria es pasar por alto una ofensa.
12 Como rugido de león es la ira del rey,
y su favor como rocío sobre la hierba.
13 El hijo necio es ruina de su padre,
y gotera continua las contiendas de una esposa.
14 Casa y riqueza son herencia de los padres,
pero la mujer prudente viene del Señor.
15 La pereza hace caer en profundo sueño,
y el alma ociosa sufrirá hambre.
16 El que guarda el mandamiento guarda su alma,
mas el que menosprecia sus caminos morirá.
17 El que se apiada del pobre presta al Señor,
y El lo recompensará por su buena obra[g].
18 Corrige a tu hijo mientras hay esperanza,
pero no desee tu alma causarle la muerte.
19 El hombre de gran ira llevará el castigo,
porque si tú lo rescatas, tendrás que hacerlo de nuevo.
20 Escucha el consejo y acepta la corrección[h],
para que seas sabio el resto de tus días[i].
21 Muchos son los planes en el corazón del hombre,
mas el consejo del Señor permanecerá.
22 Lo que es deseable en un hombre es su bondad[j],
y es mejor ser pobre que mentiroso.
23 El temor[k] del Señor conduce a la vida,
para dormir satisfecho sin ser tocado[l] por el mal.
24 El perezoso mete su mano en el plato,
y ni aun a su boca la llevará.
25 Golpea al escarnecedor y el ingenuo[m] se volverá astuto,
pero reprende al inteligente y ganará[n] conocimiento.
26 El que asalta a su padre y echa fuera a su madre
es un hijo que trae vergüenza y desgracia.
27 Cesa, hijo mío, de escuchar la instrucción[o],
y te desviarás de las palabras de sabiduría.
28 El testigo perverso se burla de la justicia[p],
y la boca de los impíos esparce[q] iniquidad.
29 Los juicios[r] están preparados para los escarnecedores,
y los azotes para la espalda de los necios.

 

 

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Un Encuentro Con la Palabra

 

 

 

REFLEXION

Promesas – Equivocaciones

El hombre que no se equivoca,
generalmente no hace nada.

 



Salmo 37:24
Cuando caída, no quedará derribado,
porque el Señor sostiene su mano.

Salmos 119:116
Sostenme conforme a tu promesa, para que viva, y no dejes que me avergüence de mi esperanza.

Salmos 119:173
Pronta esté tu mano a socorrerme, porque tus preceptos he escogido.

Salmos 145:14
El SEÑOR sostiene a todos los que caen, y levanta a todos los oprimidos.

Salmos 147:6
El SEÑOR sostiene al afligido y humilla a los impíos hasta la tierra.

Proverbios 24:16
porque el justo cae siete veces; y vuelve a levantarse, pero los impíos caerán en la desgracia.

Miqueas 7:8
No te alegres de mí, enemiga mía. Aunque caiga, me levantaré, aunque more en tinieblas, el SEÑOR es mi luz.

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

 

 

 

REFLEXION

Zona de confort

 

 

 

 

 

 



Buscando ideas para nuevos escritos me encontré con varias imágenes que me resultaron desafiantes e inspiradoras.

Una de ellas es la que se encuentra a la izquierda de este texto y expresa una idea que ronda mi cabeza constantemente y que no deja de inquietarme.

Tengo contacto constante con jóvenes y adolescentes, a quienes se les “acusa” de ser excesivamente soñadores, que no miden el peligro y que creen que pueden cambiar el mundo.

Precisamente eso que al resto le carga ¡es lo que a mí más me gusta! Creo que pese a haber abandonado la adolescencia hace varios años atrás, comparto mucho de los ideales que profesan y me alegra que sea así. Mientras tengamos sueños e ideales seguiremos estando vivos.

La “zona de confort” es precisamente lo opuesto a esta idea, es no tener ideales, no tener ganas de seguir avanzando, es sentarse a disfrutar lo que tenemos o hemos alcanzado sin ninguna emoción, sin pasión ni expectativa.

Esa es una manera prematura de morir.

Desde mi perspectiva, esta “zona de confort” se asemeja más a un término clínico conocido como “anhedonia”.

La anhedonia es la incapacidad de una persona para experimentar placer, perdiendo de esta manera interés por todo y siendo incapaz de ser feliz o de sentir satisfacción al realizar cualquier tipo de actividad.

Constituye uno de los síntomas o indicadores más claros de depresión, entre otros cuadros psicopatológicos.

Si nos descuidamos, todos podríamos, potencialmente, estar allí, acomodándonos y justificándonos permanentemente.

Si hay algo que me parece más peligroso que este estado de falso bienestar, es la serie de excusas y justificaciones que podemos desplegar para no aventurarnos a nuevos desafíos o por no atrevernos a hacer ciertas cosas.

La comodidad en algún momento nos debe incomodar y de esa forma alentarnos a avanzar hacia nuevos rumbos y producir cambios internos, verdaderas revoluciones internas.

Es cierto que lo que esta posición de comodidad ofrece es certero y sobretodo seguro, pero también es cierto que la vida no es sólo eso, también es desafíos, incertidumbre, necesidad de cambios, flexibilidad y una lista aún más extensa de características o habilidades que orientan nuestras prácticas y sazonan la rutina.

Tal parece ser que los adolescentes y jóvenes no están tan equivocados y la vida es más que pura seguridad, necesitamos retos nuevos que precisamente requieran del desarrollo de competencias distintas y que generen un cambio en nosotros, un “movimiento interno” que definitivamente no nos deja iguales.

La próxima vez que te estés acomodando, que pienses que ya lo lograste todo…examina si éstas no son justificaciones para no hacer, para no crecer, para no arriesgarse y para no vivir.

De ser así, tienes la oportunidad de reemplazarlas por un:

Quiero HACER
Quiero CRECER
Quiero ARRIESGARME
Y quiero VIVIR

Autora: Poly Toro