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Mateo 26:27 La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

 

Institución de la Cena del Señor

 

 

26 Mientras comían, Jesús tomó pan, y habiéndolo bendecido, lo partió, y dándoselo a los discípulos, dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. 27 Y tomando una copa, y habiendo dado gracias, se la dio, diciendo: Bebed todos de ella; 28 porque esto es mi sangre del nuevo[m] pacto, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados. 29 Y os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día cuando lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.

30 Y después de cantar un himno, salieron hacia el monte de los Olivos.

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

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REFLEXION

La Visión Nocturna En La Palabra de Dios
Publicado por: Devocionales en Articulos Cristianos 0

 

 

 

“¿Quién de entre vosotros teme a Jehová…? El que anda en tinieblas y carece de luz confíe en el nombre de Jehová” Isaías 50:10.

Dios nos promete paz, pero no una navegación tranquila o inmunidad a los problemas de la vida. La Biblia dice que “El que anda en tinieblas y carece de luz confíe en el nombre de Jehová”. Mira tu Biblia: a) Job vivió una vida ejemplar no obstante lo perdió todo. Confundido y perplejo exclamó “Dios ha cercado con valla mi camino y no puedo pasar; y sobre mis veredas ha tendido tinieblas” (Job 19:8); b) Jeremías, tras predicar a un pueblo rebelde que le pegaron y le hicieron preso, dijo, “¡Ay, si mi cabeza se hiciera agua y mis ojos fuentes de lágrimas, para llorar día y noche” (Jeremías 9:1); c) Pablo sufrió tanto que “perdimos la esperanza de conservar la vida” (2 Corintios 1:8).

La fe es como un rollo de película, se rebela en la oscuridad. Los momentos oscuros nos obligan a apoyarnos en Dios de un modo que no haríamos normalmente. La verdad es que si nuestra fe no fuera puesta a prueba no estaríamos motivados para buscar a Dios y a acerarnos a Él. Edward Mote escribe: “Cuando la oscuridad parece ocultar Su rostro, yo descanso en Su invariable gracia. Cuando mi alma se rinde, Él es mi esperanza. En Cristo permanezco, la roca sólida que me sostiene rodeado de arenas movedizas”. Es fácil alabar a Dios cuando tienes buena salud y tus facturas están pagadas. Es cuando la luz se convierte en tinieblas que descubrimos de lo que está hecha nuestra fe y dónde realmente ponemos nuestra confianza. Es en esos momentos ¡cuando desarrollamos visión nocturna!

“Te daré los tesoros escondidos” Isaías 45:3.

A veces Dios no nos dice por qué, porque Él quiere que sepamos quién. En el Salmo 23, David va de hablar sobre Dios, “Jehová es mi pastor”, a hablar con Él, “porque tú estarás conmigo”. ¿Qué pasó entre medias? David aprendió que no importa los oscuro que sea el camino, el Señor estará allí para guiarnos. Él descubrió que es mejor caminar por el valle con Dios que estar en las montañas solo. Dios no siempre alumbra el camino antes, pero Él promete, “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás ni la llama arderá en ti” (Isaías 43:2). Cuando te sientes derrotado y hundido, ¡reclama la promesa! Job tenía muchas preguntas sin respuesta pero cuando empezó a entender la diferencia entre razones y relaciones, le dijo a Dios, “De oídas te conocía, mas ahora mis ojos te ven” (Job 42:5). Cuando no puede encontrar la razón, confía en la relación. Dios no te fallará.

Al contrario de lo que piensas, la oscuridad no es siempre obra del enemigo. A veces es una de las mejores herramientas de enseñanza de Dios. “Cerca de la cuarta vigilia de la noche vino a ellos andando sobre el mar… Ellos se asustaron mucho, y se maravillaban” (Marcos 6:48-51). Conoces al Señor atravesando tormentas con él. El salmista dijo, “Aun las tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece como el día; ¡lo mismo te son las tinieblas que la luz!” (Salmos 139:12). Así que en vez de escapar de los problemas, pídele a Dios que te ayude a desarrollar visión nocturna para que puedas ver “los tesoros escondidos”.

“Pues andad a la luz de vuestro fuego y de las teas que encendisteis. De mi mano os vendrá esto: en dolor seréis sepultados” Isaías 50:11.

Cuando la oscuridad que estás atravesando está dispuesta por Dios, no intentes crear tu propia luz: “pues andad a la luz de vuestro fuego y de las teas que encendisteis. De mi mano os vendrá esto: en dolor seréis sepultados”. Abraham decidió encender su propio fuego cuando la promesa de Dios de un heredero no se materializó a tiempo. Cansado de esperar, decidió ir por su cuenta y tuvo a Ismael, creando problemas que durarían muchas generaciones. Dios ya había prometido liberar a Israel, pero Moisés quería hacerlo el solo. Como resultado, mató a un egipcio y pasó los siguientes 40 años en el desierto (Éxodo 2:11-15). Pedro prometió seguir a Jesús hasta la prisión y la muerte (Lucas 22:33), pero como no esperó instrucciones acabó cortándole la oreja a un hombre inocente.

Cuando estás en la oscuridad por designio divino no tienes nada que temer, Dios te sacará de allí. ¿Por qué estamos tan seguros? Porque la Biblia nos hace grandes promesas como: “Resplandeció en las tinieblas luz a los rectos” (Salmos 112:4), y “porque por un momento será su ira, pero su favor dura toda la vida” (Salmos 30:5). Los cuarenta días que Moisés pasó solo en la montaña, la estancia de Elías en el monte Horeb y los años que pasó Pablo en el desierto arábigo no fueron experiencias perdidas; eran parte del plan de Dios. Jesús dijo, “Lo que os digo en tinieblas, decidlo a plena luz” (Mateo 10:27). Observa dos cosas en las Escrituras:

Es en tus peores momentos cuando Dios te da tus mejores visiones.
2. La gente te escuchará porque te “has ganado el derecho a hablar”. Así que agárrate y deja que Dios te enseñe cosas que solo se pueden aprender en la oscuridad.

 

 

 

 

 

 

 

LUN ENCUENTRO CON LA PALBRA

REFLEXION

No es imposible cambiar

 

 

 

Cuando Josías tenía 18 años envío a su escriba Safán a que fuese a la casa de Jehová y le dijera al sacerdote Hilcias que recogiese todo el dinero que habían recaudado del pueblo, y se lo entregase a los que estaban encargados de la obra del templo para su reparación. En ese cumplido, el sacerdote halló el libro de la ley e inmediatamente se lo mandó a Josias, cuando el rey oyó las palabras del libro, hizo señal de dolor porque había entendido en su corazón que no estaban conduciéndose como Dios lo ordenaba.

A partir de ese momento se inició la conocida reforma de Josías: limpió la casa de Jehová de todo aquello que estaba dedicado a Baal y Asera, dioses paganos; derribó los altares de prostitución, quitó a los sacerdotes idólatras, quebró estatuas que estaban en Jerusalén; y posterior a esto, celebró la pascua, una fiesta que no había sido hecha desde los tiempos en que los jueces gobernaban Israel ni en todos los tiempos de los reyes de Israel y Judá. (1 Reyes, capítulos 22-23)

La palabra de Dios no es simplemente un libro que contiene historias, un depósito de información o un dispensador de sabiduría; va más allá de esto: cambia y transforma la vida del ser humano. Ese es su propósito, el Señor nos la dio para que por medio de su palabra dejemos lo pecaminoso de nuestra vida y podamos parecernos más a Cristo.

Todos tenemos algo que cambiar en nuestra personalidad. Queremos hacerlo con todas nuestras fuerzas, sin embargo se nos hace bastante difícil de conseguir, ya sea un hábito o algo en nuestro carácter. Muchas veces son cosas tan arraigadas que llega a parecer imposible y nos sentimos frustrados de tanto intentarlo. Lo hemos intentado una y otra vez y no lo hemos conseguido.

La dificultad puede darse en que no estamos viviendo la palabra de Dios, la leemos, la usamos los fines de semana, la llevamos en el bolso o inclusive la dejamos en la cabecera de nuestra cama pero sucede que no estamos poniéndola en nuestro corazón ni permitiendo que se haga vida en nosotros. Santiago 1:22 nos advierte acerca de esto y nos dice que no sólo escuchemos la palabra sino que la pongamos en práctica de lo contrario nos engañamos a nosotros mismos.

La Biblia tiene el poder absoluto para cambiarnos pues se describe como un martillo, una espada, herramientas diseñadas para hacer cambios. De igual forma Dios pretende que cambie nuestras vidas.

2 Timoteo 3:16-17 (NTV) dice “Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto. Dios la usa para preparar y capacitar a su pueblo para que haga toda buena obra.”

No tenemos más excusas para decir que no podemos cambiar porque si Josías fue transformado por medio de la palabra entonces también lo puede hacer con nosotros. Versículos más adelante lo describe así: “No hubo otro rey antes de él, que se convirtiese a Jehová de todo su corazón, de toda su alma y de todas sus fuerzas, conforme a toda la ley de Moisés; ni después de él nació otro igual.”

2 Reyes 23:25 (RV1960)

 

 

 

Claudia Carvajal
CVCLAVOZ