http://unencuentroconlapalabra1.jimdo.com/

facebook un encuentro con la palabra

http://www.amigosporisrael.org/

 

Job 31:20 La Biblia de las Américas (LBLA)

Job afirma su integridad

31 Hice un pacto con mis ojos,
¿cómo podía entonces mirar a una virgen?
¿Y cuál es la porción de Dios desde arriba,
o la heredad del Todopoderoso[a] desde las alturas?
¿No es la calamidad para el injusto,
y el infortunio para los que obran iniquidad?
¿No ve El mis caminos,
y cuenta todos mis pasos?

Si he caminado con la mentira,
y si mi pie se ha apresurado tras el engaño,
que El me pese en balanzas de justicia,
y que Dios conozca mi integridad.
Si mi paso se ha apartado del camino,
si mi corazón se ha ido tras mis ojos,
y si alguna mancha se ha pegado en mis manos[b],
que yo siembre y otro coma,
y sean arrancadas mis cosechas[c].

Si mi corazón fue seducido por mujer,
o he estado al acecho a la puerta de mi prójimo,
10 que muela para otro mi mujer,
y otros se encorven sobre ella.
11 Porque eso sería una infamia,
y una iniquidad castigada por los jueces;
12 porque sería fuego que consume hasta el Abadón[d],
y arrancaría toda mi ganancia[e].

13 Si he menospreciado el derecho de mi siervo o de mi sierva
cuando presentaron queja contra mí,
14 ¿qué haré cuando Dios se levante?
Y cuando El me pida cuentas, ¿qué le responderé?
15 ¿Acaso Aquél que me hizo a mí en el seno materno, no lo hizotambién a él?
¿No fue uno mismo el que nos formó en la matriz?

16 Si he impedido a los pobres su deseo,
o he hecho desfallecer los ojos de la viuda,
17 o si he comido mi bocado solo,
y el huérfano no ha comido de él
18 (aunque desde mi juventud él creció conmigo como con un padre,
y a la viuda la guié desde mi infancia[f]);
19 si he visto a alguno perecer por falta de ropa,
y sin abrigo al necesitado,
20 si sus lomos no me han expresado gratitud[g],
pues no se ha calentado con el vellón de mis ovejas;
21 si he alzado contra el huérfano mi mano,
porque vi que yo tenía apoyo[h] en la puerta[i],
22 que mi hombro se caiga de la coyuntura[j],
y mi brazo se quiebre en el codo[k].
23 Porque el castigo de Dios es terror para mí,
y ante su majestad[l] nada puedo hacer.

24 Si he puesto en el oro mi confianza,
y he dicho al oro fino: Tú eres mi seguridad;
25 si me he alegrado porque mi riqueza era grande,
y porque mi mano había adquirido mucho;
26 si he mirado al sol[m] cuando brillaba,
o a la luna marchando en esplendor,
27 y fue mi corazón seducido en secreto,
y mi mano tiró un beso de mi boca[n],
28 eso también hubiera sido iniquidad que merecía juicio[o],
porque habría negado al Dios de lo alto.

29 ¿Acaso me he alegrado en la destrucción de mi enemigo,
o me he regocijado[p] cuando el mal le sobrevino?
30 No[q], no he permitido que mi boca peque[r]
pidiendo su vida en una maldición.
31 ¿Acaso no han dicho los hombres de mi tienda:
“¿Quién puede hallar[s] a alguno que no se haya saciado con su carne?”
32 El forastero no pasa la noche afuera,
porque al viajero[t] he abierto mis puertas.
33 ¿Acaso he cubierto mis transgresiones como Adán[u],
ocultando en mi seno mi iniquidad,
34 porque temí a la gran multitud,
o el desprecio de las familias me aterró,
y guardé silencio y no salí de mi puerta?
35 ¡Quién me diera que alguien me oyera!
He aquí mi firma[v].
¡Que me responda el Todopoderoso[w]!
Y la acusación que ha escrito mi adversario,
36 ciertamente yo la llevaría sobre mi hombro,
y me la ceñiría como una corona.
37 Del número de mis pasos yo le daría cuenta,
como a un príncipe me acercaría a El.

38 Si mi tierra clama contra mí,
y sus surcos lloran juntos;
39 si he comido su fruto[x] sin dinero,
o si he causado que sus dueños pierdan sus vidas[y],
40 ¡que en lugar de trigo crezcan[z] abrojos,
y en lugar de cebada hierba maloliente!

Aquí terminan las palabras de Job.

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

REFLEXION

¿Qué Hacer Cuándo Se Va La Chispa Del Amor?
Publicado por: Devocionales en Devocional Diario 0


¿Qué Hacer Cuándo Se Va La Chispa Del Amor?
…HAS DEJADO TU PRIMER AMOR (Apocalipsis 2:4)
Nadie lo planea, pero suele ocurrir. El romanticismo choca de frente con la realidad y algo tiene que ceder; normalmente es lo romántico. Al principio somos como dos pichoncitos enamorados que lo único que queremos es hacer feliz al otro. Pero luego llegan los hijos y nuestro mundo ordenado se descompone. Los niños no encajan bien en nuestros horarios y programas. No saben ni quieren esperar. Después de un tiempo, con tres hijos, dos trabajos y una hipoteca, el amor romántico no es más que un recuerdo lejano. Dos personas agotadas se preguntan dónde perdieron esos sentimientos y si algún día volverán. Algunos se resignan a vivir en un matrimonio apagado, otros se quedan juntos hasta que los hijos se hacen mayores y luego buscan nuevos horizontes de pasión. Pero Dios ofrece una tercera alternativa: hacer lo necesario para recuperar “el primer amor”. (Esta Escritura fue dirigida a la iglesia de Éfeso pero los principios se pueden aplicar a edificar un buen matrimonio). Así pues:
1) Reevalúa tus percepciones.
Tendemos a pensar que nuestra situación actual de falta de chispa es una prueba de que el amor romántico está muerto y que se ha perdido para siempre ese sueño. Pero creemos eso porque confundimos el enamoramiento con el amor. El enamoramiento es lo que hace que dos personas se junten, pero el amor las mantiene juntas.
2) Date cuenta que no se ha extinguido la llama, sólo la hemos “dejado atrás”.
“Has dejado [atrás] tu primer amor” (Apocalipsis 2:4).
El primer amor no te dejó, ni tampoco murió. Y la solución no es buscar otra pareja.
3) Retrocede sobre tus pasos.
Encontrarás que el amor romántico se encuentra allí donde lo dejaste; aunque ahora está desnutrido, marginado, ignorado y casi asfixiado, pero no muerto. Dios creó el matrimonio. Habla con Él. Sigue sus instrucciones y el romanticismo puede volver a resurgir.
…HAS DEJADO TU PRIMER AMOR (Apocalipsis 2:4)
Vamos a considerar tres “R” que te ayudarán en tu caminar con Dios “y en tu matrimonio:
Primera: RECUERDA. “Recuerda, por tanto, de dónde has caído” (Apocalipsis 2:5).
Aquí no habla de la profundidad sino de la altura. No de lo malo que se ha vuelto, sino de lo bueno que fue una vez. No de los peores momentos, sino de los mejores. ¿Te acuerdas cuándo el mero hecho de pasar tiempo con tu ser amado era lo más emocionante del día? ¿Qué hacías entonces que no haces ahora? ¿Te acuerdas cuando llamabas sólo para oír su voz? ¿Y los regalos que no te podías permitir, pero que de todas formas se los comprabas? ¿Y los mensajes amorosos que le ponías con la comida? ¿Recuerdas cuando le abrías las puertas, le sacabas las sillas para que se sentara, caminabas del lado exterior de la acera, le cocinabas su plato favorito aunque estuvieras cansado de trabajar hasta tarde, y leíais el libro 1001 Maneras de Ser Romántico, y hasta las pruebas todas? ¿Recuerdas las cenas íntimas con velas, para las que te afeitabas por segunda vez y te echabas su colonia favorita, esa que tú odiabas? ¿Cuando las relaciones íntimas no eran egoístas? ¿Y aquellos lugares, aquellos momentos, aquellos olores, aquellas miradas y aquellos poemas que significaban tanto para los dos? ¿Y la rosa en la bandeja de desayuno porque ella había llorado al oír la canción Ya no me regalas flores, y cómo te prometiste que nunca se te olvidarían esos detalles?

¡Recuerda! Recuerda lo que hacías por amor. Quizás pienses ahora de que la magia apareció de repente, pero en realidad creció con los actos de amor. ¡Tú mismo eras la magia! Tus acciones alimentaron el romanticismo; y cuando dejaste de hacerlas, la llama se debilitó. ¡Pero el piloto sigue encendido y al recordar las “cúspides” de la relación, se va a volver a desatar una química positiva, alentada por la fe, que te llevará a hacer cosas que aviven la llama y la conviertan de nuevo en una gran hoguera!
La segunda “R” para renovar tu primer amor es RECTIFICAR.

Cambia de mentalidad y rectifica tu comportamiento y la dirección que has tomado. No se puede resolver un problema con la misma mentalidad y los mismos comportamientos que lo causaron; se necesitan nuevos parámetros. Si tu relación fue vibrante en el pasado, todavía tienes los ingredientes básicos para que vuelva a ser vibrante. Has venido recordando lo que hacías en “los momentos álgidos” de la relación. Has reconocido que tales comportamientos hicieron la relación emocionante y enriquecedora, y también que has dejado de hacer esas cosas y que “has dejado [atrás] tu primer amor”. Ahora estás listo para arrepentirte y rectificar (lo que significa dar un giro de 180o), para regresar al lugar donde la llama del amor ardía con fuerza.

La tercera “R” de la renovación es RECREAR.
“Haz las primeras obras” (Apocalipsis 2:5). Haz una lista de las cosas que solías hacer cuando la relación iba muy bien. Cada cónyuge debería poner esto individualmente en oración y disponerse a poner en práctica un par de las cosas de la lista sin decir al otro cuáles se han elegido. Intenta “pillar” a tu pareja tratando de “recrear las primeras obras” y hazle saber cuánto significa para ti el que te ame lo suficiente para hacerlo. Siempre se obtienen mejores resultados cuando se expresa agradecimiento. Pero una pequeña advertencia: cuando empiezas a recrear esos comportamientos de los primeros tiempos, al principio te sentirás raro, e incluso te puede parecer forzado. Sé paciente, porque esos sentimientos cambiarán, sigue haciéndolo y no esperes a sentirlo. ¡Hazlo hasta que lo sientas, hasta que se vuelva a prender el gozo de la llama del primer amor!

 

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

REFLEXION

El beneficio de las heladas

 

 

Un joven invirtió todo lo que tenía en un huerto de melocotoneros, el cual floreció precioso en la primavera siguiente; pero luego vino una helada y los árboles quedaron completamente desnudos.

El muchacho había asistido a una iglesia con toda regularidad, pero pasaron tres domingos sin que estuviera presente en el servicio. Así que su pastor fue a visitarlo, y durante la conversación hizo notar el hecho de sus ausencias.

- No pienso asistir más a la iglesia – fue la respuesta- ¿Cómo puedo adorar a Dios cuando ha dejado que todos los melocotoneros del huerto se quedaran sin flor?El ministro hizo un gesto inevitable de pena al oír esto, pero luego le dijo con cariño:

- Dios te ama más a ti que a los melocotones. Él sabe que aunque los melocotoneros van mejor sin heladas, es imposible que un hombre crezca en bondad sin sufrir contrariedades que pongan a prueba su fe.A ninguno de nosotros nos gusta pasar por pruebas, nadie espera ansioso que vengan las dificultades; por el contrario, cuando éstas llegan entramos en crisis y solemos desesperarnos buscando una salida.

Sin embargo, es en tiempos de prueba cuando Dios puede trabajar mejor en nuestras vidas. Al principio podemos pelear, enojarnos, reclamar, etc. pero llega un momento inevitable, en el que estamos tan cansados, tan agotados, que solamente nos queda rendirnos a Dios y entregarle nuestras dificultades. Cuando hemos dado ese paso y permitimos que Dios tome el control, es que podemos avanzar.

Muchas veces tenemos la impresión de que Dios no nos escucha, que no responde nuestras oraciones, pero en ocasiones nos hace esperar un poco para que aprendamos a buscarlo a Él sobre cualquier dificultad. Dios no quiere que sólo acudamos en su búsqueda cuando hay problemas o que lo veamos como si sólo estuviera para salvarnos de los apuros, sino que quiere tener una relación cercana con cada uno de nosotros, que lo conozcamos por lo que Él es, no sólo por lo que puede darnos.
“Amados hermanos, cuando tengan que enfrentar cualquier tipo de problemas, considérenlo como un tiempo para alegrarse mucho porque ustedes saben que, siempre que se pone a prueba la fe, la constancia tiene una oportunidad para desarrollarse. Así que dejen que crezca, pues una vez que su constancia se haya desarrollado plenamente, serán perfectos y completos, y no les faltará nada”. Santiago 1: 2-4 (NTV)
Cuando estés enfrentado pruebas, cuando una helada llegue a tu vida, mantente sereno y agradécele a Dios porque sin duda ahí es cuando más crecerás y cada vez estarás más cerca de ser lo que Él planeó para tu vida.

 

 

 


Ana María Frege Issa
CVCLAVOZ