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2 Timoteo 3:16-17 La Biblia de las Américas

 

Comisión a Timoteo

10 Pero tú has seguido mi enseñanza, conducta, propósito, fe, paciencia, amor, perseverancia, 11 persecuciones, sufrimientos, como los que me acaecieron en Antioquía, en Iconio y en Listra. ¡Qué persecuciones sufrí! Y de todas ellas me libró el Señor. 12 Y en verdad, todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús, serán perseguidos. 13 Pero los hombres malos e impostores irán de mal en peor, engañando y siendo engañados. 14 Tú, sin embargo, persiste en las cosas que has aprendido y de las cuales te convenciste, sabiendo de quiénes las has aprendido; 15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden dar la sabiduría que lleva a la salvación mediante la fe en Cristo Jesús. 16 Toda Escritura es inspirada por[f] Dios y[g] útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia[h], 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto[i], equipado para toda buena obra.

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

 

 

REFLEXION

La regla de oro para todo

Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ

Si aun no sabes cuál es la regla de oro, te invito a recordar la lectura de la Biblia. Leer la Escritura inspirada por Dios es nuestro alimento espiritual. Si lo hacemos, entendemos que debemos practicar siempre la regla de oro.

Una regla esencial

Traten a los demás como les gustaría que ellos los trataran a ustedes.

Lucas 6:31 (NTV)

Es una regla esencial en nuestras vidas, porque tiene lógica, tiene sentido y guarda justicia. Cuando somos gentiles, normalmente despertamos gentileza en otros. Y si queremos que nos traten bien, debemos dar ese trato.

No se trata de buscar aprobación, pues eso sería otro tema. Hay personas adictas a la aprobación y por ello muchas veces se hacen excesivamente complacientes y, como todo lo que sobrepasa los límites, es algo dañino. Complazcamos a Dios.

Es sencillamente lo que Jesús nos enseñó y por tanto debemos seguir. Es esencial tratar de semejarnos a Él para poder impactar a otros y guiarlos a creer en Él. Tener gentileza y vivir en armonía, sin necesidad de excedernos.

…mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

Gálatas 5:23 (RVR 1960)

Es la gentileza o mansedumbre que mostró nuestro Rey, Jesús, al lavar los pies de sus apóstoles. Vivamos mostrando esa caballerosidad, sencillez y seamos portadores de paz.

Antes de nada, recuerda esta regla de oro

Recordemos siempre la regla de oro antes de hablar, hacer o incluso pensar. ¿Me gustaría que me trataran así?, ¿me gustaría que pensaran eso de mi?, ¿me gustaría que me dijeran eso?

Por otra parte, nuestras palabras tienen poder, pero más aún, nuestras acciones pueden hablar mucho más fuerte que cualquier sonido que emitamos. Por tanto, cuidemos, pensemos, practiquemos sabiduría, y si no la tenemos, pidámosla a Dios, que la otorga sin problemas.

Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.

Santiago 1:5 (RVR 1960)

Elluz Peraza

CVCLAVOZ

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

 

 

REFLEXION

Renuevo » En Lugares de Delicados Pastos » Hoy… El Señor es Mi Multiplicador y Mi Disminuidor

“El Señor vuelve el desierto en estanques de agua y la tierra seca en manantiales” “ El convierte los ríos en desierto y los manantiales de las aguas en sequedales. Salmo 107:33,35.

Hoy, necesito aceptar que el Señor es mi multiplicador, porque el promete volver el desierto en estanques de agua y la tierra seca en manantiales… pero que también él será mi disminuidor, porque el promete convertir los ríos en desierto y los manantiales de agua en sequedales.

Cuando oí por primera vez de su amor y sentí su amor tocando mi corazón el árido desierto comenzó a reverdecer y a tornarse pastos delicados y verdes. La gente notó el cambio y pudieron palpar la manifestación de Dios en mi vida. Pero, hoy, he comprendido que no sólo el Señor me multiplica y me convierte de Desierto en río, pero también el me disminuye cuando es necesario.

El Señor me disminuye cuando desvío mi camino de él y busco otros dioses, tales como la fama, las riquezas, el placer o quizá el orgullo. Yo puedo ser “placentero” como Nohemi, pero si yo me muevo de la tierra de Dios a Moab, el lugar de los ídolos, mi nombre rápidamente vendrá a ser Mara, esto es “amargura”. Hoy necesito recordar a muchos en la Biblia a quienes Dios disminuyó como un Herodes, Senaquerib, Nabucodonozor, Giezi, Faraón y Ananías y Safira.

Hoy, si estoy continuamente ante su presencia, el multiplicará lo poquito que tengo y convertirá desiertos en ríos, pero si salgo de su presencia y camino por los lugares que no son de su agrado y me vuelvo hacia mis propios caminos, el será mi disminuidor y tornarán mis ríos en sequedales. Y eso no es lo que quiero.

“Señor, No quiero nunca conocerte como y disminuidor, pero siempre como mi multiplicador. Tú eres suficiente para ser mi multiplicador de la fe, de las fuerzas, de la visión y los propósitos nobles. Yo entiendo que quien da el primer paso para verte como el disminuidor, seré yo, si quito mi mirada de ti y me salgo de tu camino y eso no es lo que quiero hoy.

Hoy, me presento delante de ti para caminar con seguridad y contemplarte como mi multiplicador. Nada ni nadie podrá apartarme de tu presencia, sin embargo yo si puedo salir de tu presencia y entrar en una dimensión de tristeza y dolor. No quieres ni la tristeza ni el dolor para mi, por ello quiero ser obediente en este día. Gracias por darme la oportunidad de vivir para verte una vez como mi multiplicador. En el Nombre de Jesús. Amen.

Serafín Contreras Galeano