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      Joel 2 :5-6 La Biblia de las Américas

El día terrible del Señor

Tocad trompeta en Sión,
y sonad alarma en mi santo monte.
Tiemblen todos los habitantes de la tierra,
porque viene el día del Señor,
porque está cercano;
día de tinieblas y lobreguez,

día nublado y de densa oscuridad.
Como la aurora sobre los montes, se extiende
un pueblo grande y poderoso;
nunca ha habido nada semejante a él,
ni tampoco lo habrá después
por años de muchas generaciones.
Delante de él consume el fuego,
y detrás de él abrasa la llama.
Como el huerto del Edén es la tierra delante de él;
y detrás de él, un desierto desolado,
y de él nada escapa.
Como aspecto de caballos es su aspecto,
y como corceles de guerra, así corren.
Como estrépito[a] de carros
saltan sobre las cumbres de los montes,
como el crepitar de llama de fuego que consume la hojarasca,
como pueblo poderoso dispuesto para la batalla.
Ante él tiemblan los pueblos,
palidecen[b] todos los rostros.
Como valientes corren,
como soldados escalan la muralla;
cada uno marcha por su camino,
y no se desvían de sus sendas.
No se aprietan uno contra otro,
cada cual marcha por su calzada;
y cuando irrumpen[c] por las defensas[d],
no rompen las filas.
Se lanzan sobre la ciudad,
corren por la muralla,
suben a las casas,
entran por las ventanas como ladrones.
10 Ante ellos[e] tiembla la tierra,
se estremecen los cielos,
el sol y la luna se oscurecen,
y las estrellas pierden su resplandor.
11 El Señor da su voz delante de su ejército,
porque es inmenso su campamento,
porque poderoso es el que ejecuta su palabra.
Grande y terrible es en verdad el día del Señor,
¿y quién podrá soportarlo?

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

 

REFLEXION

Casos Incurables pero Invencibles

Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ

 

 

J. Kelly Simmons, quien fue editor de la revista California Southern Baptist, escribió en un artículo de fondo, poco antes de morir, que él y su esposa eran “casos incurables pero invencibles”.

Unos años antes a la esposa del señor Simmons se le había declarado una esclerosis incurable.

El Sr. Simmons dijo en el editorial: “Me hice cargo de que tenía que ser el apoyo de ni esposa, pero recientemente soy yo quien me apoyo en ella. Me dijeron que tenía cáncer y que era un caso terminal.

Aquella noche, escribe el editor, en el abismo del sufrimiento físico y la angustia mental, pedí una luz y esta vino. Dios me reveló su palabra y entonces pude conciliar el sueño con la paz del Espíritu Santo en mí.

Las aflicciones que mi esposa y yo sufrimos pueden ser temporalmente incurables, pero no nos vencerán. La verdadera fe en Dios es invencible. Es necesaria la sombra para aprender en la oscuridad e incertidumbre de la vida.

¿Qué sobre el mañana? No tiene sentido sin Dios y su propósito eterno, según se desprende de un estudio bien concertado de las Sagradas Escrituras. Mi esposa y yo nos hemos puesto de acuerdo en servir tanto como podamos en la claridad de cada día que Dios nos concede de vida y dejar el día de mañana completamente en las manos del Padre Celestial. Nuestra oración es: danos hoy nuestro pan diario, no tan solo en el sentido físico, sino también en el de aliento espiritual”.

Mucha gente cree que porque es cristiana ya no debe enfrentar ninguna prueba y menos una enfermedad, y algunas personas, incluso, llegan a juzgar a otros atribuyendo una dolencia a un pecado. Sin embargo, las enfermedades y las pruebas también tienen su propósito.

Estas pruebas demostrarán que su fe es auténtica. Está siendo probada de la misma manera que el fuego prueba y purifica el oro, aunque la fe de ustedes es mucho más preciosa que el mismo oro. Entonces su fe, al permanecer firme en tantas pruebas, les traerá mucha alabanza, gloria y honra en el día que Jesucristo sea revelado a todo el mundo.

1 Pedro 1:7 (NTV)

Como decía el señor Simmons, muchas veces necesitamos “la sombra para aprender en la oscuridad e incertidumbre de la vida”. Posiblemente, si no enfrentáramos problemas en nuestra vida nos olvidaríamos de Dios y dejaríamos de buscarlo. Las crisis nos mueven a depender del Señor.

¿Eres uno de esos casos incurables pero invencibles?

Si bien es cierto que Dios es Todopoderoso para quitar toda enfermedad, y lo ha hecho en innumerables ocasiones, es posible que alguna vez, en su soberana voluntad, decida no hacerlo y es ahí cuando, lejos de resentirnos con el Señor y alejarnos de Él, debemos enfocarnos en ser invencibles con su ayuda y pidiéndole cada día su paz y fortaleza, así como pedimos su provisión diaria.

No permitas que una enfermedad o un problema te alejen del Señor, ten en cuenta que esta vida es pasajera y que nuestro verdadero enfoque debe estar en la eternidad. Recuerda que la verdadera fe en Dios en invencible.

Ana María Frege Issa

CVCLAVOZ

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

 

REFLEXION

Devocionales

Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ

¿Cómo está tu fe en Dios?

 

 

“Manténganse alerta; permanezcan firmes en la fe; sean valientes y fuertes.” 1 Corintios 16:13 (NVI)

Hay muchos que anhelan tener una fe inquebrantable y además es algo que Dios nos manda a desarrollar, pero el problema es que muchas veces no hay la disposición a pagar el precio por obtenerla.

La fe en Dios se va perfeccionado a diario, es el fruto de un trabajo arduo en conocerlo, estar en comunión, guardarse en santidad, y también considerar los desafíos de la vida como escalones hacia una fe firme.

Un ejemplo es de los tres jóvenes judíos, Sadrac, Mesac y Abed-nego, cuando dijeron a Nabucodonosor: “He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado” (Daniel 3:17-18).

Ellos no sabían qué iba a hacer Dios ni cómo los libraría, pero su fe mantuvo su esperanza y aunque no veían la respuesta creyeron que Dios los salvaría porque estaban obedeciendo Su Palabra antes que adorar a otros dioses. No les importó la condición en la que estaban sino en qué iban a hacer para que esa fe que tenían en Dios sea su fortaleza. ¡El Señor los salvó y respaldó su confianza!

Quizás sea fácil hablar de fe cuando todo marcha bien en nuestro alrededor, pero la fe que se desarrolla en medio de la tormenta es la más poderosa, la que te permite crecer espiritualmente, alcanzar los propósitos de Dios y experimentar la respuesta divina.

Tu fe en Dios no sólo debe estar viva cuando todo esté bien, sino también ante las adversidades, porque te unirá al corazón del Señor para que recibas fortaleza.

Soraida Fuentes

CVCLAVOZ