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Jueces 6:11-27  La Biblia de las Américas (LBLA)

 

Llamamiento de Gedeón

11 Y vino el ángel del Señor y se sentó debajo de la encina[g] que estaba en Ofra, la cual pertenecía a Joás abiezerita; y su hijo Gedeón estaba sacudiendo el trigo en el lagar, para esconderlo[h] de los madianitas. 12 Y el ángel del Señor se le apareció, y le dijo: El Señor está contigo, valiente guerrero. 13 Entonces Gedeón le respondió: Ah señor mío, si el Señor está con nosotros, ¿por qué nos ha ocurrido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas que nuestros padres nos han contado, diciendo: «¿No nos hizo el Señor subir de Egipto?». Pero ahora el Señor nos ha abandonado, y nos ha entregado en mano[i] de los madianitas. 14 Y el Señor lo miró[j], y dijo: Ve con esta tu fuerza, y libra a Israel de la mano[k] de los madianitas. ¿No te he enviado yo? 15 Y él respondió: Ah Señor, ¿cómo[l] libraré a Israel? He aquí que mi familia es la más pobre en Manasés, y yo el menor de la casa de mi padre. 16 Pero el Señor le dijo: Ciertamente yo estaré contigo, y derrotarás[m] a Madián como a un solo hombre. 17 Y Gedeón le dijo: Si he hallado gracia ante tus ojos, muéstrame una señal de que eres tú el que hablas conmigo. 18 Te ruego que no te vayas de aquí hasta que yo vuelva a ti, y traiga mi ofrenda y la ponga delante de ti. Y él respondió: Me quedaré hasta que vuelvas.

19 Y Gedeón entró y preparó un cabrito y pan sin levadura de un efa[n] de harina; puso la carne en una cesta y[o] el caldo en un caldero, y se los llevó a él debajo de la encina[p] y se los presentó. 20 Y el ángel de Dios le dijo: Toma la carne y el pan sin levadura, ponlos sobre esta peña y derrama el caldo. Y así lo hizo. 21 Entonces el ángel del Señor extendió la punta de la vara que estaba en su mano y tocó la carne y el pan sin levadura; y subió fuego de la roca que consumió la carne y el pan sin levadura. Y el ángel del Señor desapareció[q] de su vista. 22 Al ver Gedeón que era el ángel del Señor, dijo[r]: ¡Ay de mí, Señor Dios[s]! Porque ahora he visto al ángel del Señor cara a cara. 23 Y el Señor le dijo: La paz sea contigo, no temas; no morirás. 24 Y Gedeón edificó allí un altar al Señor y lo llamó El Señor es Paz[t], el cual permanece en Ofra de los abiezeritas hasta hoy.

Destrucción del altar de Baal

25 Sucedió que aquella misma noche el Señor le dijo: Toma el novillo de tu padre y otro[u] novillo de siete años; derriba el altar de Baal que pertenece a tu padre y corta la Asera[v] que está junto a él; 26 edifica después, en debida forma, un altar al Señor tu Dios sobre la cumbre de este peñasco; toma el segundo novillo y ofrece holocausto con la leña de la Asera que has cortado. 27 Gedeón tomó diez hombres de sus siervos e hizo como el Señor le había dicho; y sucedió, que como temía mucho a la casa de su padre y a los hombres de la ciudad para hacerlo de día, lo hizo de noche.

28 Cuando los hombres de la ciudad se levantaron temprano en la mañana, he aquí, el altar de Baal había sido derribado y cortada la Asera que estaba junto a él, y el segundo novillo había sido ofrecido en el altar que se había edificado. 29 Y se dijeron unos a otros: ¿Quién ha hecho esto? Y cuando buscaron e inquirieron, dijeron: Gedeón, hijo de Joás, ha hecho esto. 30 Entonces los hombres de la ciudad dijeron a Joás: Saca a tu hijo para que muera, porque ha derribado el altar de Baal, y ciertamente ha cortado la Asera que estaba a su lado. 31 Pero Joás dijo a todos los que estaban contra él: ¿Contenderéis vosotros por Baal, o lo libraréis? A cualquiera que contienda por él, se le dará muerte antes de llegar la mañana. Si es un dios, que contienda por sí mismo, porque alguien ha derribado su altar. 32 Por tanto, aquel día Gedeón[w] fue llamado Jerobaal, es decir, que Baal contienda contra él, porque había derribado su altar.

33 Pero todos los madianitas, los amalecitas y los hijos del oriente se reunieron, y cruzaron y acamparon en el valle de Jezreel. 34 Y el Espíritu del Señor vino sobre[x] Gedeón, y este tocó la trompeta y los abiezeritas se juntaron para seguirle. 35 Envió mensajeros por todo Manasés, que también se juntó para seguirle; y envió mensajeros a Aser, a Zabulón y a Neftalí, que subieron a su encuentro.

 

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REFLEXION

Devocionales
Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ


Culto a la personalidad.

 

 

Pedro le dijo: «Levántate Cornelio, que no soy ningún dios.» Hechos 10:26 TLA

Cuando los creyentes pertenecientes a un movimiento cristiano hablan más de su líder que del Señor y su palabra, incurren en la idolatría a la personalidad, lo cual va en contra de lo que la palabra de Dios enseña.

Un pastor está puesto para conducir al pueblo del Señor al conocimiento de la palabra y, además de ser ejemplo en todo, no tiene por qué ser venerado como una estrella del fútbol, de la música o de la moda; ya que es él quien debe impulsar a que le gente le dé la gloria a Dios.

La Palabra nos enseña que cuando Pedro fue a predicar a la casa de Cornelio, el centurión romano se arrodilló ante el apóstol, quien le dijo que no lo hiciera porque no era un dios. Pedro no pidió que le besara las manos, que le otorgara muchos regalos o que lo llenara de riquezas, él tenía una misión que cumplir.

“«¡Oigan! ¿Por qué hacen esto? Nosotros no somos dioses, somos simples hombres, como ustedes. Por favor, ya no hagan estas tonterías, sino pídanle perdón a Dios. Él es quien hizo el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos. ” Hechos 14:15 (TLA)

Bernabé y Pablo pasaban por Listra, este último oró por un paralítico en ese lugar y ese hombre fue sanado y comenzó a caminar. La gente del lugar quería adorar a los varones de Dios porque pensaron que eran Zeus y Hermes; fue complicado persuadir a la multitud de que no lo hiciera, hasta que al fin unos judíos pusieron a la gente en contra de Pablo y lo apedrearon.

Dios puede usar tu vida para bendecir a otras personas, para llevar paz, sanidad y compartir el mensaje de Cristo, eres un instrumento del Señor que ayuda a las personas a confiar en Él, en su Palabra; la gente puede tenerte respeto pero no dejes que te tengan por ídolo ya que no eres tú el que hace la obra sino Dios.

Entonces me arrodillé a los pies del ángel, para adorarlo, pero él me dijo: «¡No lo hagas! Adora a Dios, pues yo también le sirvo, igual que tú y que todos los que siguen confiando en el mensaje que les dio Jesús.» Porque el mensaje que Jesús enseñó es lo que anima a la gente a seguir anunciándolo. Apocalipsis 19:10 (TLA)

Un ángel no quiso ser adorado porque reconoció que de Dios es toda la gloria, entonces ¿quiénes somos nosotros para sentarnos permanentemente en el asiento de nuestro ego? Luzbel quiso tomar el lugar de Dios, ser adorado y fue expulsado del cielo junto con los ángeles rebeldes.

No le des a una persona el lugar que le pertenece a Dios, y si incurriste en esto o en algún momento te dio un ataque de egolatría recuerda que somos polvo y que cada persona será juzgada según sea su obra; reflexiona, cambia tu caminar ya que aún hay tiempo y oportunidad para hacerlo.

Carlos E. Encinas
CVCLAVOZ

 

 

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REFLEXION

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¿Imposible?

En 2 Reyes 6: 1- 7, encontramos el relato de la visita de un grupo de profetas para ver a Eliseo. Como el lugar en el que estaban era pequeño, decidieron bajar al Río Jordán y cortar algunos troncos para poder reunirse ahí.
Mientras estaban en la tarea de cortar los troncos, la cabeza de un hacha cayó al río.
El hombre que la usaba grito:
—¡Ay, señor! —gritó—. ¡Era un hacha prestada!
—¿Dónde cayó? —preguntó el hombre de Dios.
Cuando le mostró el lugar, Eliseo cortó un palo y lo tiró al agua en ese mismo sitio. Entonces la cabeza del hacha salió a flote.
—Agárrala —le dijo Eliseo.
Y el hombre extendió la mano y la tomó.
¿Qué posibilidad hay, lógicamente hablando, de que la cabeza de un hacha flote en el agua? Lo mismo sucede con muchas cosas en nuestra vida, las creemos imposibles pero cuando se las encomendamos a Dios, y confiamos en Él, los milagros comienzan a suceder.
¿Hay alguna cosa que consideras imposible? ¡Entrégasela a Dios!
Sabemos que a veces nuestra fe parece menguar, por eso, queremos apoyarte y orar por ti,

CVCLAVOZ