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Esdras 3:11 La Biblia de las Américas (LBLA)

Restauración del culto

 

 

 

Cuando llegó el mes séptimo, y los hijos de Israel estaban ya en las ciudades, el pueblo se reunió como un solo hombre en Jerusalén. Entonces Jesúa, hijo de Josadac, con sus hermanos los sacerdotes, y Zorobabel, hijo de Salatiel, con sus hermanos, se levantaron y edificaron el altar del Dios de Israel, para ofrecer holocaustos sobre él, como está escrito en la ley de Moisés, hombre de Dios. Y asentaron el altar sobre su base, porque estaban aterrorizados[a] a causa de los pueblos de aquellas[b] tierras; y sobre él ofrecieron holocaustos al Señor, los holocaustos de la mañana y de la tarde. Y celebraron la fiesta de los tabernáculos[c] como está escrito, con el número diario de holocaustos, conforme a lo prescrito para cada día; y despuésofrecieron el holocausto continuo, y los de las lunas nuevas, los de todas las fiestas señaladas del Señor que habían sido consagradas, y los de todos aquellos que ofrecían una ofrenda voluntaria al Señor. Desde el primer día del mes séptimo comenzaron a ofrecer holocaustos al Señor, pero los cimientos del templo del Señor no se habían echado todavía. Entonces dieron dinero a los canteros y a los carpinteros, y alimento, bebida y aceite a los sidonios y a los tirios para que trajeran madera de cedro desde el Líbano por mar hasta[d] Jope, conforme al permiso que tenían de Ciro, rey de Persia. Y en el segundo año de su llegada a la casa de Dios en Jerusalén, en el mes segundo, Zorobabel, hijo de Salatiel, y Jesúa, hijo de Josadac, y los demás de sus hermanos los sacerdotes y los levitas, y todos los que habían venido de la cautividad a Jerusalén, comenzaron la obra y designaron a los levitas de veinte años arriba para dirigir la obra de la casa del Señor. Entonces Jesúa con sus hijos y sus hermanos, Cadmiel con sus hijos, los hijos de Judá[e] y los hijos de Henadadcon sus hijos y sus hermanos los levitas, se presentaron todos a una para dirigir a los obreros en la casa de Dios. 10 Cuando los albañiles terminaron de echar los cimientos del templo del Señor, se presentaron los sacerdotes[f] en sus vestiduras, con trompetas, y los levitas, hijos de Asaf, con címbalos, para alabar al Señor conforme a las instrucciones[g] del rey David de Israel. 11 Y cantaban, alabando y dando gracias al Señor: Porque El es bueno, porque para siempre es su misericordia sobre Israel. Y todo el pueblo aclamaba a gran voz alabando al Señor porque se habían echado los cimientos de la casa del Señor.12 Pero muchos de los sacerdotes y levitas y jefes de casas paternas, los ancianos que habían visto el primer templo[h], cuando se echaban los cimientos de este templo[i] delante de sus ojos, lloraban en alta voz mientras muchos daban gritos de alegría; 13 y el pueblo no podía distinguir entre el clamor de los gritos de alegría y el clamor del llanto del pueblo, porque el pueblo gritaba en voz alta, y se oía el clamor desde lejos.

 

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALBRA

REFLEXION

8 Principios Por Los que Regirse Según La Biblia
Publicado por: Devocionales en Devocional Diario 0

 

 

LOS BUENOS PLANES Y EL TRABAJO DURO CONDUCEN A LA PROSPERIDAD (Proverbios 3:2-22 parafraseado)
Las personas que se proponen metas logran mucho más que otras con la misma educación y capacidades pero que no lo hacen. Con eso en mente, adopta estos ocho principios en tu vida:

1) Decide lo que quieres hacer. Pero primero consulta a Dios.
“Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre, pero el consejo del Señor es el que permanece” (Proverbios 19:21)

2) Escribe tus pensamientos.
Escribir tus metas les da un sentido de permanencia y a ti te motiva. “Los buenos planes y el trabajo duro conducen a la prosperidad” (Proverbios 3:21-22 parafraseado). Las metas poco claras no te llevarán adonde quieres ir.

3) Márcate plazos.
Sin un principio y un fin definidos es fácil dejar las cosas para mañana y no llegar a ninguna parte.

4) Haz una lista de lo que tienes que hacer.
Tenla delante de ti en todo momento; es como una pista por la que tienes que correr.

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5) Haz de tu lista un plan.
Decide lo que tienes que hacer primero y lo que puedes dejar para luego. Un plan organizado es siempre mejor que tratar de llevarlo todo en la cabeza.

6) Pasa a la acción inmediatamente.
“Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos” (Efesios 5:15-16). ¡Haz algo! Un plan mediocre llevado a cabo es mucho mejor que uno maravilloso que no se ha cumplido.

7) Haz algo cada día para avanzar.
Hazlo parte de tu programa. Por ejemplo, lee la Biblia de forma sistemática, llama a un número determinado de clientes, haz ejercicio físico en un tiempo destinado a ello.

8) Proponte una meta a la que estás dispuesto a dedicar tu vida. Y no quites la vista de esa meta en ningún momento.
“Enséñanos de tal modo a contar nuestros días que traigamos al corazón sabiduría”. (Salmo 90:12).

 

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALBRA

REFLEXION

Bendición restituida

 

 

Muchos ya conocemos la historia de Sansón, el hombre más fuerte de la Biblia. Sabemos que fue Dios quien le dio esa gran fuerza incluso antes de que naciera; sin embargo, podemos pensar que la fuerza residía en su cabellera pero, más allá de eso, se encontraba en su obediencia y entrega a Dios, lo que no comprendió Sansón y, por dejarse llevar por la carne, perdió lo se le había otorgado.

Tal vez nosotros también nos hemos alejado de Dios y hemos perdido bendiciones que eran para nosotros. No obstante, Dios nos da una nueva oportunidad para volver, Él puede restituirte lo que perdiste al igual que lo hizo con Sansón, pues él perdió su fuerza y también los ojos, pero cuando le pidió a Dios que le diera nuevamente fuerzas se las dio. Si bien le creció nuevamente el cabello, la fuerza regresó cuando él oró.

No pongas tu confianza en cosas visibles, pasajeras y banales, lo importante está en tu obediencia a Dios y la humildad con que se lo pidas.
No es tarde para que Dios pueda restituir lo que has perdido, puede darte mucho más de lo que tenías, sólo depende de la fe que tengas en Dios.
“Espere Israel a Jehová, porque en Jehová hay misericordia, y abundante redención con él;” Salmos 130:7 (RVR-1960)

Hoy te invito a ponerte a cuentas con Dios, verás que todo lo que perdiste por tu pecado te será restituido con mucha más bendición si lo haces de corazón. Pero es mejor que no esperes a perder lo que tienes para acercarte a Él.

 

 

 


Telma Céspedes
CVCLAVOZ