http://unencuentroconlapalabra1.jimdo.com/

http://unencuentroconlapalbra.blogspot.com.co/

https://www.facebook.com/unencuentroconlapalbra

http://www.amigosporisrael.org/

https://montesioncolombia.org/

 

Mateo 24:4-5 La Biblia de las Américas

 

Señales antes del fin

Y estando Él sentado en el monte de los Olivos, se le acercaron los discípulos en privado, diciendo: Dinos, ¿cuándo sucederá[c] esto, y cuál será la señal de tu venida[d] y de la consumación[e] de este siglo? Respondiendo Jesús, les dijo: Mirad que nadie os engañe. Porque muchos vendrán en mi nombre, diciendo: «Yo soy el Cristo[f]», y engañarán a muchos. Y habréis de oír de guerras y rumores de guerras. ¡Cuidado! No os alarméis, porque es necesario que todo esto suceda; pero todavía no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino, y en diferentes lugares habrá hambre y terremotos. Pero todo esto es solo el comienzo de dolores[g]. Entonces os entregarán a tribulación, y os matarán, y seréis odiados de todas las naciones por causa de mi nombre. 10 Muchos tropezarán[h] entonces y caerán, y se traicionarán unos a otros, y unos a otros se odiarán. 11 Y se levantarán muchos falsos profetas, y a muchos engañarán. 12 Y debido al aumento de la iniquidad, el amor de muchos se enfriará. 13 Pero el que persevere hasta el fin, ese será salvo. 14 Y este evangelio del reino se predicará en todo el mundo[i] como testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin.

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

 

REFLEXION

¿Cómo vencer el pecado?

Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ

El pecado afecta nuestra relación personal con Dios, con nuestro prójimo y con nosotros mismos porque nos aleja de Dios, nos quita la paz y nos hace esclavos de lo malo.

El pecado trae conflictos

El pecado puede generar una batalla en la vida de uno mismo y ganarla sin ningún problema si no hay un poder para luchar contra él. Se puede intentar vencer al pecado humanamente, pero, los esfuerzos serían inútiles.

He descubierto el siguiente principio de vida: que cuando quiero hacer lo que es correcto, no puedo evitar hacer lo que está mal. Amo la ley de Dios con todo mi corazón, pero hay otro poder dentro de mí que está en guerra con mi mente. Ese poder me esclaviza al pecado que todavía está dentro de mí. ¡Soy un pobre desgraciado! ¿Quién me libertará de esta vida dominada por el pecado y la muerte?

Romanos 7:21-24 (NTV)

En estos pasajes vemos al apóstol Pablo que está tratando de ser bueno por sus propias fuerzas, pero fracasa una y otra vez por el poder del pecado que habita en él. Lo que Pablo vivió en ese momento es la batalla que cualquiera de nosotros enfrenta cuando intenta obedecer a Dios en sus propias fuerzas.

¿Cómo vencer el pecado?

Por eso les digo: dejen que el Espíritu Santo los guíe en la vida. Entonces no se dejarán llevar por los impulsos de la naturaleza pecaminosa. La naturaleza pecaminosa desea hacer el mal, que es precisamente lo contrario de lo que quiere el Espíritu. Y el Espíritu nos da deseos que se oponen a lo que desea la naturaleza pecaminosa. Estas dos fuerzas luchan constantemente entre sí, entonces ustedes no son libres para llevar a cabo sus buenas intenciones.

Gálatas 5:16-17 (NTV)

Luego de luchar contra el pecado, con sus propias fuerzas, el apóstol Pablo dice que la única manera de vencerlo es andando en el espíritu. El término andar se refiere a “caminar juntos”, lo que significa, que el Espíritu Santo es la clave para ser libres del pecado.

El Espíritu Santo es quién nos da poder para vencer el pecado. En Mateo 4:1, Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu, ahí estuvo en comunión con su Padre durante cuarenta días y cuarenta noches. Cuando regresó de la presencia de Dios, fue tentado por satanás, quien no pudo vencerlo porque Jesús estaba lleno del Espíritu Santo.

Por lo tanto, para poder ser libre de la esclavitad, debes andar en el Espíritu Santo.

Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

Hechos 1:8 (RVR1960)

Diego Jora

CVCLAVOZ

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

 

 

 

REFLEXION

Renuevo » Crecimiento Personal » Más Grande Que Un Sentimiento

“Aun si nos sentimos culpables, Dios es superior a nuestros sentimientos y él lo sabe todo.”

1 Juan 3.20

Culpa. Este es un tema que para nosotros, surge y resurge una y otra vez. Cada vez que hablamos con gente sobre permitir que Dios sane su pasado, de alguna u otra manera, terminamos señalando la culpa con la que viven por las cosas que hicieron en el pasado. La culpa es una realidad en varios sentidos.

Es real en el sentido de que todos la sentimos. No obstante, en un sentido más poderoso, es real porque es el hecho de haber hecho algo malo. En ese momento, todos la sentimos, porque todos hemos cometido errores, hemos herido a alguien o hemos causado daño. Ese es el hecho. Basado en los hechos, somos culpables de hacer esas cosas.

El problema con todo esto? Es fácil permitir que tu sentimiento de culpa nuble la manera en que te ves a ti mismo y al mundo que te rodea. Se convierte en el lente por medio del cual nos vemos a nosotros mismos. Y cuando nos vemos de esta manera, llegamos a la conclusión de que los demás nos ven de la misma manera, o por lo menos que pueden sentir nuestra culpabilidad.

Por fuera puede que parezcamos ser seguros de si mismos, dotados, exitosos, talentosos, etc. pero por dentro estamos colgando de un hilo. Puede que podamos presentarnos de tal manera que la gente no pueda ver nuestro sentimiento, pero el sentimiento sigue vivo dentro de nosotros.

Esto se traduce fácilmente a nuestra relación con Dios. Él no puede ser engañado por nuestra fachada exterior. Él no se distrae con nuestros logros o bienes materiales. Él ve lo que hay adentro. Ve la culpa y la vergüenza. Entonces ahora veamos el versículo mencionado, “Aun si nos sentimos culpables, Dios es superior a nuestros sentimientos…”

El hecho es que todos somos culpables pero no necesitamos ser dominados por ese sentimiento. Dios es más grande que nuestros sentimientos. Él es capaz de tratar con los sentimientos que pueden habernos tenido atrapados. Es capaz de sanar esos sentimientos, capaz de cambiar nuestra perspectiva y empujarnos a avanzar hacia una vida saludable y efectiva.

Con qué culpa has estado viviendo? Cómo te has estado viendo a ti mismo?

Hoy, lleva tus sentimiento de culpa a Dios y pregúntale cómo te ve Él. La respuesta es perdonado. Siempre ha sido perdonado. No permitas que los sentimientos de culpa te condenen a vivir una vida sin amor. Dios es más grande que tus sentimientos y puede ayudarte a dar y recibir amor de nuevo.

Robert & Rebecca Vander Meer