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1 Crónicas 25:3 La Biblia de las Américas (LBLA)

Organización de los cantores

 

 

25 Además, David y los comandantes del ejército separaron para el servicio a algunos de los hijos de Asaf, de Hemán y de Jedutún, que habían de profetizarcon liras, arpas y címbalos; y el número de éstos[a], conforme a su servicio fue:de los hijos de Asaf: Zacur, José, Netanías y Asarela[b]; los hijos de Asafestaban bajo la dirección[c] de Asaf, que profetizaba bajo la dirección[d] del rey.De Jedutún, los hijos de Jedutún: Gedalías, Zeri[e], Jesaías, Simei[f], Hasabías y Matatías: seis, bajo la dirección[g] de su padre Jedutún con la lira, que profetizaban dando gracias y alabando al Señor. De Hemán, los hijos de Hemán: Buquías, Matanías, Uziel[h], Sebuel[i], Jeremot, Hananías, Hananí, Eliata, Gidalti, Romanti-ezer, Josbecasa, Maloti, Hotir y Mahaziot. Todos éstosfueron los hijos de Hemán, el vidente del rey, para ensalzarle[j] conforme a las palabras de Dios, porque Dios dio a Hemán catorce hijos y tres hijas. Todos éstos estaban bajo la dirección[k] de su padre para cantar en la casa del Señor, con címbalos, arpas y liras, para el servicio de la casa de Dios. Asaf, Jedutún y Hemán estaban bajo la dirección[l] del rey. El número de los que fueron instruidos en el canto al Señor, con sus parientes[m], todos los que eran hábiles,fue de doscientos ochenta y ocho. Y echaron suertes para designar sus cargos, todos por igual, tanto el pequeño como el grande, tanto el maestrocomo el discípulo.

La primera suerte salió para José, de la casa de Asaf; la segunda para Gedalías que con sus parientes e hijos fueron doce; 10 la tercera para Zacur, sus hijos y sus parientes: doce; 11 la cuarta para Izri, sus hijos y sus parientes: doce; 12 la quinta para Netanías, sus hijos y sus parientes: doce; 13 la sexta para Buquías, sus hijos y sus parientes: doce; 14 la séptima para Jesarela, sus hijos y sus parientes: doce; 15 la octava para Jesahías, sus hijos y sus parientes: doce; 16 la novena para Matanías, sus hijos y sus parientes: doce;17 la décima para Simei, sus hijos y sus parientes: doce; 18 la undécima para Azareel[n], sus hijos y sus parientes: doce; 19 la duodécima para Hasabías, sus hijos y sus parientes: doce; 20 para la decimotercera, Subael[o], sus hijos y sus parientes: doce; 21 para la decimocuarta, Matatías, sus hijos y sus parientes: doce; 22 para la decimoquinta, a Jeremot, sus hijos y sus parientes: doce;23 para la decimosexta, a Hananías, sus hijos y sus parientes: doce; 24 para la decimoséptima, a Josbecasa, sus hijos y sus parientes: doce; 25 para la decimoctava, a Hananí, sus hijos y sus parientes: doce; 26 para la decimonovena, a Maloti, sus hijos y sus parientes: doce; 27 para la vigésima, a Eliata, sus hijos y sus parientes: doce; 28 para la vigesimoprimera, a Hotir, sus hijos y sus parientes: doce; 29 para la vigesimosegunda, a Gidalti, sus hijos y sus parientes: doce; 30 para la vigesimotercera, a Mahaziot, sus hijos y sus parientes: doce; 31 para la vigesimocuarta, a Romanti-ezer, sus hijos y sus parientes: doce.

 

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

REFLEXION

¿Sabes a Que Has Sido Llamado Según La Biblia?
Publicado por: Devocionales en Articulos Cristianos 1 Comentario


“VOSOTROS SOIS LA SAL DE LA TIERRA” (Mateo 5:13)
A veces la contribución de alguien no se nota hasta que ya no está ahí para hacer su trabajo. Se dice de un marido que volvió un día a casa del trabajo y encontró su casa en un completo caos. El niño estaba llorando, había platos sucios en la pila y ropa sucia por el suelo. La tele estaba a todo volumen, las camas sin hacer, las moquetas sin limpiar y no estaba lista la cena. Cuando el marido exigió una explicación, su esposa le dijo: ¿Ya sabes cómo siempre preguntas qué he estado haciendo durante todo el día? bueno, pues hoy no lo hice. La Biblia dice: “Pero cada uno viva según los dones que el Señor le repartió” (1 Corintios 7:17). Eso no quiere decir que no aspiremos a cosas mayores. Significa que si no podemos empezar desde donde nos encontramos ahora, nunca podremos empezar.

Un día Jesús sanó a un hombre poseído por los demonios que había pasado años separado de su familia. Después de ser liberado, el hombre quería seguir a Jesús, pero éste le dijo: “Vuélvete a tu casa y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo” (Lucas 8:39). En otras palabras, empieza donde estás, usa lo que tienes y haz lo que puedas. La Biblia dice: “Vosotros sois la sal de la tierra” (Mateo 5:13). La sal no existe para su propio fin. Tiene que ser echada en algo más grande que ella misma; sólo entonces cumple su propósito.

Pero ten cuidado, no seas dirigido por tu ego. El deseo de destacar en algo puede ser engañoso. No puedes hacerlo por ti mismo y para tu propio provecho, sino que debes hacerlo con Dios y para lograr Sus propósitos. ¡Entonces Él te bendecirá!

VOSOTROS SOIS LA SAL DE LA TIERRA (Mateo 5:13)

Cuando Dios llamó a Moisés, una de las preguntas que le hizo fue: ¿Qué es eso que tienes en tu mano? (Éxodo 4:2). Moisés llevaba su cayado de pastor, símbolo de su forma de ganarse la vida; era para lo que valía, representaba su sustento, su rebaño era su riqueza y la seguridad de su familia. Pero Dios le pide que estuviera dispuesto a entregarla. Dios sigue preguntando hoy: ¿Qué tienes en tu mano? ¿Qué te ha sido dado?: Tus dones, tu dinero, tu temperamento, tu experiencia, tus relaciones, tu mente, tu educación. Dios te ha dado lo que el Dr Martin Seligman llama: sellos de calidad.

Éste clasificó las capacidades humanas en varias categorías, las cuales define como: a) sabiduría y conocimiento (en las que se incluyen aspectos como la curiosidad, el gusto de aprender cosas nuevas, el juicio ecuánime y la inteligencia social); b) valentía (perseverancia e integridad); c) humanidad (el ser bondadoso y expresar misericordia); d) justicia (la capacidad de promover la imparcialidad y el liderazgo); e) templanza (cualidades como el dominio propio, la prudencia, la humildad); f) transcendencia (apreciar la belleza, expresar gratitud, la habilidad de tener esperanza, la capacidad de estar gozoso). Todos tenemos la capacidad de cada una de estas cualidades, pero unas son más prominentes en ti que otras; ésas son tus “sellos de calidad”. Si los identificas, comenzarás a entender tu llamado.
Muchas veces pensamos que Dios no puede o no quiere usarnos a causa de nuestras debilidades. Pero es todo lo contrario. Nadie puede hablarle mejor a los que están en duelo que ésos que también han perdido a un ser querido. Chuck Colson fue el abogado en jefe de la Casa Blanca, hasta el escándalo Watergate. Pero hasta que no se encontró en la cárcel no estuvo dispuesto a relacionarse y congregarse con los otros reclusos. Hoy mismo, si se lo permites, Dios te va a usar.

VOSOTROS SOIS LA SAL DE LA TIERRA (Mateo 5:13)

Observa lo siguiente:

1) Tu llamado a veces tiene que ver con eso que te inquieta profundamente.
Para Moisés, era la opresión de su pueblo. Así que Dios usó eso y llamó a Moisés para llevar a su pueblo a la libertad. Para William Wilbeforce era la esclavitud. Dedicó su vida entera a hacer que se erradicara en Inglaterra, lo que ocurrió poco antes de su muerte. Para el Dr. Martín Lutero King fue la injusticia de una sociedad que esclavizaba y oprimía a los negros. Así que soñó y predicó, y se manifestó y organizó y boicoteó y el Movimientos de los Derechos Civiles cobró vida. Si quieres descubrir tu llamado, empieza a orar por aquello por lo que sientes profunda carga. Por lo general tratamos de evitar lo desagradable, pero si sientes que tu llamado tiene que ver con ayudar a los pobres, pasa un tiempo con los que viven en pobreza. Deja que tu corazón sea conmovido, lleva en ti la convicción de que las cosas deben cambiar y sigue orando: “Señor, haz de mi un instrumento de cambio”.

2) Tu llamado demuestra que Dios cree en ti.
Cuando Jesús llamó a sus discípulos, éstos no tenían ninguna apariencia de ganadores. Por lo general, en esos días si alguien iba a a ser el discípulo de un rabino, tenía que empezar mucho más jóven. Además, los rabinos no reclutaban, sino que escogían entre los que lo solicitaban. Pero no así Jesús. Él escogió a un médico, un recaudador de impuestos y unos pescadores y dijo: “Creo en vosotros, y lo que yo sé os lo voy a enseñar. Y les prometió: “El que en mí cree, las obras que yo hago, él también las hará” (Juan 14:12). ¡No es de sorprender que dejaran sus redes! Jesús dio el poder a sus seguidores de ir y vivir como Él vivía. Hoy, a ti te está llamando a hacer lo mismo.

 

 

 

 

LUN ENCUENTRO CON LA PALABRA

REFLEXION

Antes te vi...

 

 

Felipe halló a Natanael, y le dijo: Hemos hallado a aquél de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret. Natanael le dijo: ¿De Nazaret puede salir algo de bueno? Le dijo Felipe: Ven y ve.

Cuando Jesús vio a Natanael que se le acercaba, dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño. Le dijo Natanael: ¿De dónde me conoces? Respondió Jesús y le dijo: Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi. 47-48.

Respondió Natanael y le dijo: Rabí, tú eres el Hijo de Dios; tú eres el Rey de Israel. Respondió Jesús y le dijo: ¿Porque te dije: Te vi debajo de la higuera, crees? Cosas mayores que estas verás. Y le dijo: De cierto, de cierto os digo: De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre. Juan 1:45-51.

Natanael era un hombre íntegro y sabio. Felipe le hace la invitación de acercase a Jesús para que compruebe quién es Él y a pesar que al comienzo desvaloriza su procedencia decide conocerlo.

Para Jesús la llegada de Natanael no fue una sorpresa, lo vio antes de que él tomara la decisión de acercarse, la sorpresa fue para Natanael. Entonces, le declara palabras que dejan una huella en el corazón: “Antes que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi” en otras palabras: “antes que te acerques, te estaba esperando” “antes que vengas a conocerme, yo ya te conocía”

Varias personas no deseaban acercarse a Cristo por los conceptos equivocados que tenían con respecto a la iglesia, los cristianos o la palabra de Dios, sin embargo, cuando decidieron hacerlo ellos mismos fueron sorprendidos por el amor del Señor. Si aún no te has acercado a Jesús te extiendo la invitación, comprueba quién es Él y lo que tiene preparado para ti, te aseguro que te sorprenderás.

Natanael, no se imaginó que la mirada de Jesús estaba sobre su vida, y así es Dios quién te ve cuando nadie lo hace. Así como con Zaqueo que, aunque había mucha gente y era criticado por muchos, fue visto y llamado por Jesús. Es posible que estés viviendo en pecado y por eso tengas vergüenza en acercarte a Cristo, pero ten presente que Él sabe, te conoce y no ha quitado su mirada de ti. Acepta su invitación.

No importa dónde estés, el Señor te ve y te ha observado; no para criticarte, no para reclamarte por los pecados que has cometido, sino para dejarte saber que Él sabe sobre ti. Aunque para los demás seas indiferente, Él te mira, aunque lo desvalorices Él sabe quién eres y está pendiente de ti.
Si esto te sorprende ¡Aun desea que veas cosas mayores!

 

 

 

 

Shirley Chambi
CVCLAVOZ