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1 Juan 2:15-16 La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

No améis lo que está en el mundo

 

 

12 Os escribo a vosotros, hijos[g], porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre. 13 Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que ha sido desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os he escrito a vosotros, niños, porque conocéis al Padre.14 Os he escrito a vosotros, padres, porque conocéis al que ha sido desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes y la palabra de Dios permanece en vosotros y habéis vencido al maligno. 15 No améis al mundoni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. 16 Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne, la pasión de los ojos y la arrogancia de la vida[h], no proviene del Padre, sino del mundo. 17 Y el mundo pasa, y también sus pasiones, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

 

 

Jovenes Cristianos – MURIO Y LO EXTRAÑO MUCHO

Pasaje clave: Juan 11:33-36.

 

 

A nadie le gusta sufrir o experimentar dolor. Y pocos cristianos saben cómo hablar de sus sentimientos de enojo, dolor, depresión o angustias cuando la muerte y las tragedias inesperadas llegan a sus vidas. Cualquiera puede ser víctima de una pérdida. Y existen pérdidas de todo tipo. Un amigo muere en un accidente de auto. Un amigo contrae SIDA. Un amigo elige suicidarse. Una amiga queda embarazada y se hace un aborto a escondidas. Alguien de la familia muere de cáncer. Un amigo adolescente muere a golpes en la puerta de un boliche bailable. Una sobredosis mata a tu compañera del colegio. ¡Te sientes destrozada!

Hacer frente al dolor y al sufrimiento de la vida será uno de tus desafíos más difíciles. De hecho, es el desafío más difícil del ser humano. ¿Cómo puedes salir adelante? ¿De dónde puedes sacar fuerzas?

Veamos cómo podemos responderte estas preguntas.

1. Es perfectamente normal que sientas pena y dolor frente a una pérdida. No escondas el dolor ni lo niegues. Siéntelo y exprésalo, porque es normal hacerlo. ¿Cómo reaccionó Jesús ante la tumba de su amigo Lázaro? ¿Cómo expresó su dolor? (Juan 11:33-36).

2. No reprimas tu dolor ni trates de reemplazar lo perdido. Hacer esto no sirve. Déjalo salir. No actúes como si no hubiera pasado nada.

3. Tienes que entender (aunque no sea fácil aceptarlo) que la muerte es inevitable. Tus seres queridos morirán. Tú y yo moriremos. (Eclesiastés 3:2).

4. Necesitas hacer ciertas declaraciones emocionales importantes. “Te amé siempre”. “Sentí que fuiste egoísta conmigo”. “Te extraño mucho”. “Nunca te voy a olvidar”. “Gracias por el tiempo que estuvimos juntos”. Y poder decir también: “Te odiaba, te odié toda mi vida, me arruinaste la vida…”. Necesitas decirlo para sacarlo de adentro, porque si te queda adentro te terminarás enfermando.

Por eso tienes que decirle esas cosas que quedaron pendientes y que no le pudiste decir en su momento. Porque se fue y no tuviste tiempo, porque cuando se lo quisiste decir, tal vez ya no te escuchaba, no tuviste la oportunidad, o no te atreviste por temor a su reacción.

5. Cuando no le encuentres explicación a tu dolor te refugiarás en Dios. El dolor podrá tapar tu fe pero no podrá robártela ni quitártela. No escapes del dolor ni lo culpes a Dios, métete más con Él.

6. Confiar en Dios renovará tus fuerzas. Pedirle su ayuda y esperar en Él te permitirá descansar del dolor. Dios te dará consuelo y te ayudará a salir adelante. La fuerza que Dios te da alienta tu espíritu y tu cuerpo más allá de lo normal. “Levantarás alas como las águilas” (Isaías 40:25-31).

Él te dará una razón para seguir adelante y estará allí amándote y sosteniéndote.

Piénsalo.

¿Qué tipo de dolor estás experimentando en tu vida ahora mismo?

Escríbele una carta a esa persona que has perdido. ¿Qué le dirías? ¿Qué emociones y pensamientos necesitas soltar definitivamente para cerrar ese capítulo de tu vida? Escríbelos.

 

 

Por Edgardo Tosoni

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

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REFLEXION

¿Estás listo?

 

 

 

No podemos ignorar que estamos viviendo tiempos difíciles y de mucha adversidad, las señales de los tiempos del fin se están cumpliendo. En nuestra sociedad la maldad de los hombres ya no sorprende, pareciera como el pan de cada día. Matrimonios que se divorcian, hijos maltratados, asesinatos por simple placer, niños abandonados en las calles, adolescentes y jóvenes que deciden abortar, el libertinaje sexual. Y es que a lo malo se lo ha llamado la imagen de la nueva generación, aceptándolo como normal o uno debe acostumbrarse a lo que está sucediendo. Muchos han dejado de creer y seguir a Dios.

La palabra de Dios también nos advierte de lo que está sucediendo. “Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre” (Mateo 24:37-39).

Estos tiempos son los que el Señor anunciaba como un preámbulo para su segunda venida y por eso versículos más adelante nos exhorta a que debemos estar en estado de vigilia, es decir atentos a lo que está sucediendo “Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor…(Mateo 24:42)
Sabiendo de estas cosas, ¿Cómo está tu relación con Dios?, ¿Cuidas de tu salvación?, ¿Estás listo para encontrarte con tu Señor?, ¿Estás preparado como la novia que esforzada y cuidadosamente se arregla para su boda?

Alguien dijo: “Sé exactamente lo que voy a decir cuando esté en su presencia. Cuando mire el maravilloso rostro de Jesús, tendré sólo una cosa para decir: “Lo intenté”. Me entregué lo mejor que pude…” ¿Sabes cuáles serán tus palabras cuando veas a tu Salvador cara a cara?

Te animo a que cada día permanezcas vigilando y cuidando tu corazón, porque el Señor no te pedirá cuentas de tus riquezas, éxito, por el dinero que tuviste o los carros que llegaste a comprar; a Él simplemente le interesará el estado de tu corazón.

 


Claudia Carvajal
CVCLAVOZ