Isaías 41:17 La Biblia de las Américas (LBLA)

Promesa de ayuda a Israel

 

 

41 Guardad silencio ante mí, costas[a],
y renueven sus fuerzas los pueblos;
acérquense y entonces hablen,
juntos vengamos a juicio.
¿Quién ha levantado del oriente
al que El llama en justicia a sus pies[b]?
Ante El entrega naciones,
y a reyes somete.
Los deja como polvo con su espada,
como hojarasca dispersa con su arco.
Los persigue, pasando seguros
por una senda por donde no habían andado[c] sus pies.
¿Quién lo ha hecho y lo ha realizado,
llamando a las generaciones desde el principio?
Yo, el Señor, soy el primero, y con los postreros soy.

Las costas[d] han visto y temen,
tiemblan los confines de la tierra,
se han acercado y han venido.
Cada uno ayuda a su prójimo,
y dice a su hermano: Sé fuerte.
El artífice anima al fundidor,
y el que alisa a martillo al que bate el yunque,
diciendo de la soldadura: Está bien.
Entonces[e] asegura su obra con clavos,
para que no se mueva.
Pero tú, Israel, siervo mío,
Jacob, a quien he escogido,
descendiente[f] de Abraham, mi amigo;
tú, a quien tomé de los confines de la tierra,
y desde sus lugares más remotos te llamé,
y te dije: “Mi siervo eres tú;
yo te he escogido y no te he rechazado:”
10 No temas, porque yo estoy contigo;
no te desalientes[g], porque yo soy tu Dios.
Te fortaleceré, ciertamente te ayudaré,
sí, te sostendré con la diestra de mi justicia.
11 He aquí, todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y humillados[h];
los que contienden contigo serán como nada y perecerán.
12 Buscarás a los que riñen contigo, pero no los hallarás;
serán como nada, como si no existieran, los que te hacen guerra.
13 Porque yo soy el Señor tu Dios, que sostiene tu diestra,
que te dice: “No temas, yo te ayudaré.”
14 No temas, gusano de Jacob, vosotros hombres de Israel;
yo te ayudaré —declara el Señor— y tu Redentor es el Santo[i] de Israel.
15 He aquí, te he convertido en trillo nuevo, cortante, de doble filo;
trillarás los montes y los harás polvo,
y los collados dejarás como hojarasca.
16 Los aventarás, el viento se los llevará,
y la tempestad los dispersará;
pero tú te regocijarás en el Señor,
en el Santo de Israel te gloriarás.

17 Los afligidos[j] y los necesitados buscan agua, pero no la hay,
su lengua está reseca de sed.
Yo, el Señor, les responderé,
yo, el Dios de Israel, no los abandonaré.
18 Abriré ríos en las alturas desoladas,
y manantiales en medio de los valles;
transformaré el desierto en estanque de aguas,
y la tierra seca en manantiales.
19 Pondré en los desiertos el cedro,
la acacia, el mirto y el olivo[k];
pondré en el yermo el ciprés,
junto con el olmo y el boj,
20 para que vean y entiendan,
consideren y comprendan a una
que la mano del Señor ha hecho esto,
que el Santo de Israel lo ha creado.

21 Presentad[l] vuestra causa —dice el Señor.
Exponed vuestros fuertes argumentos
—dice el Rey de Jacob.
22 Que expongan y nos declaren lo que ha de suceder.
En cuanto a los hechos anteriores, declarad lo que fueron,
para que los consideremos[m] y sepamos su resultado,
o bien, anunciadnos lo que ha de venir.
23 Declarad lo que ha de venir después,
para que sepamos que vosotros sois dioses.
Sí, haced algo bueno o malo, para que nos desalentemos[n] y temamos a una.
24 He aquí, vosotros nada sois,
y vuestra obra es vana;
abominación es el que os escoge.

25 Del norte levanté a uno, y ha venido;
del nacimiento del sol invocará mi nombre,
y vendrá sobre los gobernantes, como sobre lodo,
como el alfarero pisotea el barro.
26 ¿Quién lo anunció desde el principio, para que supiéramos,
o desde tiempos antiguos, para que dijéramos: Tiene razón?
Ciertamente no había quien lo anunciara,
sí, no había quien lo proclamara,
ciertamente no había quien oyera vuestras palabras.
27 Dije primero a Sion: “Mira, aquí están”,
y a Jerusalén: “Os daré un mensajero de buenas nuevas.”
28 Pero cuando miro, no hay nadie,
y entre ellos[o] no hay consejeros
a quienes, si les pregunto, puedan responder.
29 He aquí, todos ellos son falsos[p];
sus obras inútiles,
viento y vacuidad sus imágenes fundidas.

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

REFLEXION

¿Estás Huyendo de Dios?
Publicado por: Devocionales en Preguntas y Respuestas Cristianas, Respuestas Cristianas 0

 

 

PERO JONÁS SE LEVANTÓ PARA HUIR A TARSIS (Jonás 1:3)
La ciudad de Nínive estaba a unos 880 kilómetros al este del lugar donde se encontraba Jonás. Tarsis, a más de 4.000 kilómetros al oeste. Pero en lugar de hacer 880 kms en la voluntad de Dios, Jonás decidió recorrer 4.000 fuera de ella. ¿Has hecho eso alguna vez? Dios dice: “Ven aquí” pero tú decides ir allá. Lo malo es que no sólo vas a tener que hacer de vuelta los 4.000 kms que fuiste en la dirección opuesta, sino que también tendrás que recorrer los 880 que Dios te indicó al principio. Y además, siempre que huyes de Dios, tendrás que pagar el precio del pasaje.

Encontró una nave que partía para Tarsis; pagó su pasaje (Jonás 1:3). Lo bueno de ir a Nínive es que Dios pagará el pasaje. Lo malo de ir a Tarsis es que a ti te pasarán la factura. Muchos de nosotros estamos pagando un precio muy alto por nuestro viaje a Tarsis, mientras que si hubiéramos escogido la voluntad de Dios, Él lo habría pagado. Y date cuenta de algo más: cuando desobedeces al Señor, no sólo te perjudicas a ti mismo, sino también a los que te rodean. Los pobres soldados del barco donde iba Jonás no merecían lo que les sucedió por culpa de éste, pero tuvieron que sufrir las consecuencias. ¿Estás perjudicando a otros con tu rebeldía? Piénsalo bien; si el viento, el mar y la ballena tuvieron que obedecer a Dios, ¿qué posibilidades de escapar tenía Jonás? Éste no cayó en cuenta de eso hasta que no fue tragado por la ballena, y muchos de nosotros no vamos a hacer la voluntad de Dios hasta que no nos encontremos en circunstancias similares. A veces Dios permite situaciones tan adversas que nuestra única alternativa es acudir a Él, en lugar de huir de Él. ¿Te está hablando hoy Dios al respecto?.

EL SEÑOR SE DIRIGIÓ POR SEGUNDA VEZ A JONÁS (Jonás 3:1)
Jonás oró fervientemente dentro del vientre de la ballena; se arrepintió de sus prejuicios y aprendió a amar a la gente que despreciaba. Fue allí donde se dispuso a predicar un mensaje que la gente no quería escuchar. Y fíjate en algo más: Dios no intervino hasta que no se arrepintió. Casi todos queremos que Dios actúe antes de que nosotros actuemos. Pero no es así; Jonás dio el primer paso y entonces Dios respondió. Le dio órdenes al gran pez y éste vomitó a Jonás en la arena, desde donde el profeta fugitivo preguntó el camino a Nínive. A veces, por culpa de nuestro espíritu rebelde, no acertamos hasta el segundo matrimonio. O hasta que tenemos cincuenta años. O no superamos nuestras adiciones hasta después de pasado el tiempo, cuando bien podríamos haberlo hecho mucho antes. Al igual que Jonás, tenemos que tocar fondo. Pero Dios hará lo que sea necesario para sacarnos; puedes ir a Nínive por ti mismo o Dios te llevará allí. Aunque es mucho más fácil obedecer a la primera.

La historia de Jonás es una prueba de que el Señor es un Dios de las segundas oportunidades. El Señor se dirigió por segunda vez a Jonás (Jonás 3:1). Lo bueno es que aunque hayas huido de Dios, hecho de tu vida un total fracaso y te sientas como que te estás hundiendo, Dios te redimirá y restaurará si te vuelves a Él. Te dará una segunda oportunidad en tu matrimonio, tu ministerio o tu vocación. Sólo hay una condición: Dios no va a cambiar de planes para acomodar tus deseos, así que tú tendrás que cambiar tu forma de pensar y tus actitudes y hacer lo que Él te pida. ¿Estás dispuesto?

 

 

 

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

REFLEXION

¿Ser libre o tener un padre que controle?

 

 

La mayoría de los adolescentes anhelan independizarse con ansias, piensan que saliendo de sus hogares podrán disfrutar de la libertad que desean, puesto que no seguirán reglas que constantemente son repetidas por sus padres, no tendrán que pedir permiso o tolerar las llamadas de atención a causa de su desobediencia.

La realidad es que los adolescentes que no tuvieron el privilegio de vivir con sus padres, han sufrido de muchas carencias, entre las principales el afecto y las necesidades básicas como ser: alimentación y vestimenta. Muchos han tenido que trabajar desde niños para su propio sustento, por lo que hubieran deseado tener una familia que se preocupe por ellos.

Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. Josué 1:7

A veces una persona no desea seguir a Jesús porque tiene conocimiento de que será necesario que se esfuerce y sea valiente para obedecer la palabra de Dios; entonces, prefiere seguirlo de lejos, pero cuando recapacita y decide acercarse, existe un sentimiento de arrepentimiento por el tiempo perdido lejos de Él. 
Por el contrario, un creyente puede pensar que las personas que no conocen a Dios viven mejor porque no tienen que preocuparse por obedecer y cambiar su vida, pero cuando deja de seguir a Cristo reconocen que sin Él nunca podrán llegar lejos.

La realidad es que los mandamientos de Dios son para cuidarnos, prosperarnos y salvar nuestras vidas. Es posible que quieras hacer las cosas a tu modo, a pesar de que son desagradables para Dios, sin darte cuenta que estás actuando como un niño o adolescente que en su tiempo recibirá las consecuencias de sus decisiones. Recuerda que es mejor obedecer y estar en casa que en la calle sin saber a dónde o a quién acudir.

Por este motivo te animo a levantarte y pedirle a Dios que sea tu Padre, recíbelo en tu corazón, toma la decisión de esforzarte y ser muy valiente para obedecer su palabra, pedir perdón o perdonar, apoyar al prójimo, no mentir, robar, anunciar el mensaje de salvación, orar, y estudiar su palabra porque entonces serás prosperado en todas las cosas que emprendas.
¡Es mejor estar en los brazos del padre!

 

 


Shirley Chambi
CVCLAVOZ