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2 Samuel 7:10 La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

Promesa del Señor a David

 

 

 

Sucedió que cuando el rey ya moraba en su casa, y el Señor le había dado descanso de sus enemigos por todos lados, el rey dijo al profeta Natán: Mira, yo habito en una casa de cedro, pero el arca de Dios mora en medio de cortinas. Entonces Natán dijo al rey: Ve, haz todo lo que está en tu corazón, porque el Señor está contigo. Y sucedió que esa misma noche la palabra delSeñor vino a Natán, diciendo: Ve y di a mi siervo David: “Así dice el Señor: ‘¿Eres tú el que me va a edificar una casa para morar en ella? ‘Pues no he morado en una casa desde el día en que saqué de Egipto a los hijos de Israel hasta hoy, sino que he andado errante en una tienda, en un tabernáculo[a].‘Dondequiera que he ido con todos los hijos de Israel, ¿hablé palabra a alguna de las tribus de Israel, a la cual haya ordenado que pastoreara a mi pueblo Israel, diciendo: “¿Por qué no me habéis edificado una casa de cedro?”’”Ahora pues, así dirás a mi siervo David: “Así dice el Señor de los ejércitos: ‘Yo te tomé del pastizal, de seguir las ovejas, para que fueras príncipe sobre mi pueblo Israel. ‘Y he estado contigo por dondequiera que has ido y he exterminado[b] a todos tus enemigos de delante de ti, y haré de ti un gran nombre como el nombre de los grandes que hay en la tierra. 10 ‘Asignaré también un lugar para mi pueblo Israel, y lo plantaré allí a fin de que habite en su propio lugar y no sea perturbado de nuevo, ni los aflijan más los malvados[c]como antes, 11 y como desde el día en que ordené que hubiera jueces sobre mi pueblo Israel; te daré reposo de todos tus enemigos, y el Señor también te hace saber que el Señor te edificará una casa[d]. 12 ‘Cuando tus días se cumplan y reposes con tus padres, levantaré a tu descendiente[e] después de ti, el cual saldrá de tus entrañas, y estableceré su reino. 13 ‘El edificará casa a mi nombre, y yo estableceré el trono de su reino para siempre. 14 ‘Yo seré padre para él y él será hijo para mí. Cuando cometa iniquidad, lo corregiré con vara de hombres y con azotes de hijos de hombres, 15 pero mi misericordia no se apartará de él, como la aparté de Saúl a quien quité de delante de ti. 16 ‘Tu casa y tu reino permanecerán para siempre delante de mí[f]; tu trono será establecido para siempre.’” 17 Conforme a todas estas palabras y conforme a toda esta visión, así habló Natán a David.

18 Entonces el rey David entró y se sentó delante del Señor y dijo: ¿Quién soy yo, oh Señor Dios[g], y qué es mi casa para que me hayas traído hasta aquí?19 Y aun esto fue insignificante ante tus ojos, oh Señor Dios, pues también has hablado de la casa de tu siervo concerniente a un futuro lejano. Y esta es la ley de los hombres[h], oh Señor Dios. 20 ¿Y qué más podría decirte David? Pues tú conoces a tu siervo, oh Señor Dios. 21 A causa de tu palabra, conforme a tu propio corazón, tú has hecho toda esta grandeza, para que lo sepa tu siervo.22 Oh Señor Dios, por eso tú eres grande; pues no hay nadie como tú, ni hay Dios fuera de ti, conforme a todo lo que hemos oído con nuestros oídos. 23 ¿Y qué otra nación en la tierra es como tu pueblo Israel, al cual viniste[i] a redimir para ti[j] como pueblo, a fin de darte[k] un nombre, y hacer grandes cosas a su favor y cosas portentosas para tu tierra, ante tu pueblo que rescataste para ti de Egipto, de naciones y de sus dioses? 24 Pues tú has establecido para ti a tu pueblo Israel como pueblo tuyo para siempre, y tú, Señor, has venido a ser su Dios. 25 Y ahora, oh Señor Dios, confirma para siempre la palabra que has hablado acerca de tu siervo y acerca de su casa, y haz según has hablado. 26 Y sea engrandecido tu nombre para siempre, al decirse: “El Señor de los ejércitos es Dios sobre Israel”; y que la casa de tu siervo David sea establecida delante de ti. 27 Porque tú, oh Señor de los ejércitos, Dios de Israel, has revelado a[l] tu siervo, diciendo: “Yo te edificaré casa”; por tanto, tu siervo ha hallado ánimo para elevar[m] esta oración a ti. 28 Ahora pues, oh Señor Dios, tú eres Dios, tus palabras son verdad y tú has prometido[n] este bien a tu siervo. 29 Y ahora, ten a bien bendecir la casa de tu siervo, a fin de que permanezca[o] para siempre delante de ti; porque tú, oh Señor Dios, has hablado y con tu bendición será bendita para siempre la casa de tu siervo.

 

 

 

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

Rompiendo El Ciclo De La Aprobación
Publicado por: Devocionales en Devocionales 0

 

 

“SI DIOS ES POR NOSOTROS, ¿QUIÉN CONTRA NOSOTROS?” (Romanos 8:31b)

La ensayista Joan Didion dijo: “El respeto a uno mismo no tiene nada que ver con la reputación o con la aprobación de otros”. ¿Sabes una cosa? Vivir para dar gusto a la gente es una forma lamentable de vivir. Te esfuerzas todo lo que puedes por ella y justo cuando piensas que has conseguido complacerla, cambia de parecer. Además de robarte la paz, el buscar la aprobación de otros te hace imposible seguir las directrices del Señor, y a la larga, ésa es tu perdida más grande. Pero no es fácil cambiar las costumbres de toda una vida; se requiere un acto de auténtica fe y pedirle a Él que te dé la valentía para conseguirlo. David dijo: “Esto sé: Dios está a mi favor. No temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre?” (Salmo 56:9b,11b). Y Pablo preguntó: “Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?” (Romanos 8:31b). Debes entender dos cosas:

(1) Romper el ciclo de la aprobación significa arriesgarte a ser rechazado diciendo/por decir que no cuando otros esperan oír sí.

Cuando las personas están acostumbradas a una respuesta mansa y dócil, reaccionarán negativamente hasta que se acostumbren a tu nueva actitud. Está claro que “navegar por aguas inexploradas” intimida bastante, ¿pero es eso realmente peor que vivir el resto de tu vida con miedo a las reacciones de los demás?

(2) A lo mejor has de explicar a otros que en el pasado necesitabas su aprobación porque te sentías inseguro, pero que éste ya no es el caso.

Lo importante es actuar ahora. Romper cualquier adicción conlleva malestar y sufrimiento, pero la única alternativa es pasarte la vida sintiéndote atrapado. Puedes elegir entre un sufrimiento a corto plazo camino hacia la libertad o sufrir indefinidamente, atrapado en la lucha por complacer a los demás. Pues bien, ¿qué eliges?


“…VI QUE EL PUEBLO SE DESBANDABA…” (1 Samuel 13:11)

La búsqueda de aprobación le costó a Saúl su reino. El Señor le había dicho que esperara a Samuel antes de ofrecer los sacrificios vespertinos, pero como Samuel no llegaba y la gente se impacientaba, Saúl desobedeció (lee 1 Samuel 13:8-9). Y cuando Samuel le preguntó por el motivo, él respondió: “…vi que el pueblo se desbandaba y… me vi forzado a ofrecer el holocausto” (versículos 11b,12b). Samuel dijo: “Locamente has actuado; …El Señor habría confirmado tu reino… Pero ahora… no será duradero” (1 Samuel 13:13-14). Saúl comprometió su futuro al temer más al hombre que a Dios.

Pablo dijo: “…siguiendo la verdad en amor…” (Efesios 4:15). Básicamente, la búsqueda de aprobación es deshonesta, porque los que la buscan no son sinceros acerca de sus sentimientos. Le dices a la gente lo que quiere oír en vez de lo que tienes que decirle. No tienes por qué ser grosero pero tampoco un pelele. Sólo porque alguien no quiera oír la verdad no te exime de la responsabilidad de decirla.

¿Alguna vez te has sentido dividido por algo que alguien te ha pedido que hagas? Una de las formas en la que el Señor nos dirige es por medio de una sensación de paz. Isaías nos habló de ser acompañado por la paz (lee Isaías 55:12), y Pablo dijo: “…sigamos lo que contribuye a la paz…” (Romanos 14:19). Cuando no estás tranquilo a la hora de hacer algo, es bueno decirlo. De hecho, la gente no debería esperar que prosigas hasta que lo estés. Pero esto raramente sucede cuando requiere tu ayuda para cumplir su agenda. Jesús dijo a sus discípulos que si la gente no recibe ni escucha sus palabras, se fueran de aquella casa o ciudad y se sacudieran el polvo de sus pies (Mateo 10:14). Por lo tanto, si la reacción de alguien implica el peligro de dejar de hacer lo que Dios quiere que hagas, “sacúdetela” y sigue tu camino.

 

 

 

                                           

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

La casa en llamas

 

 

Se cuenta que hace muchos años la flota pesquera de un pueblo se hizo a la mar. Esa tarde se levantó una gran tempestad y para cuando llegó la noche ni uno de los barcos había podido llegar al puerto.

Toda la noche las angustiadas esposas, madres, los hijos, las novias y los amigos de los pescadores la pasaron en la playa, orando a Dios por la vida de los marineros.

Para mayor tragedia, la casa de una de las atribuladas esposas se incendió y quedó totalmente destruida sin que se pudiera hacer nada para salvarla.
Cuando se hizo de día, no obstante, con alegría vieron acercarse al puerto a todos los barcos de la flota. En la playa sólo había una cara triste: la esposa del pescador cuya casa se había incendiado. Al ver a su marido le dijo
- ¡Querido, estamos arruinados! La casa y todo lo que teníamos ha quedado completamente destruido por el fuego.Pero un pescador contestó:
- ¡Gracias a Dios que se incendió! La luz de las llamas guió a la flota al puerto, y no sólo tu marido, sino muchos otros se hallan aquí y no cubiertos por las olas gracias a eso.Hay ocasiones en nuestra vida en las que parece que todos los problemas vienen juntos sin darnos un respiro para recuperarnos; sin embargo, aún en las circunstancias más adversas Dios está en control.

Las pruebas sirven para forjar nuestro carácter, para ver realmente en quién creemos, en qué se basa nuestra fe, para acercarnos más a Dios. Un grave error sería que las pruebas te alejen de Él porque así solamente estarías empeorando las cosas y no serás capaz de ver el propósito de Dios.

Seguramente la esposa del pescador pensaba que no podían estar peor las cosas, no tenía noticias de su marido y había perdido todas sus posesiones, todo en un solo día. Sin embargo, de no haber sucedido el incendio, tampoco su esposo habría retornado.

Recuerda lo que dice Romanos 8:28: “Y sabemos que Dios hace que todas las cosas cooperen para el bien de quienes lo aman y son llamados según el propósito que él tiene para ellos”. (NTV)

Tu casa en llamas podría ser tu trabajo, familia, economía, salud u otras cosas más que ante tus ojos se están consumiendo. Quizás ahora sólo estés viendo las cenizas de tu casa y no entiendes cómo es que eso te puede estar sucediendo, cómo es posible que Dios permitiera un incendio así cuando estás tratando de lidiar con otros problemas; pero no saques conclusiones apresuradas ni juzgues o culpes a Dios porque aún no has visto los propósitos que Él tiene para ti. Recuerda que si la casa no se hubiera incendiado, posiblemente ninguno delos pescadores estaría de regreso.

Dale gracias a Dios siempre, porque sus planes son de bien para tu vida y Él no te abandonará ni te dará una carga más pesada de la que puedas llevar. Aunque ahora no lo entiendas, agradécele por las pruebas y prepárate para ver las bendiciones que están por llegar.

 

 

 

 

Ana María Frege Issa 
CVCLAVOZ