Jeremías 3:22 La Biblia de las Américas

Infidelidad de Israel y de Judá

¹⁸En aquellos días andará la casa de Judá con la casa de Israel, y vendrán juntas de la tierra del norte a la tierra que di en heredad a vuestros padres.

¹⁹Yo había dicho:
«¡Cómo quisiera ponerte entre mis^[j] hijos,
y darte una tierra deseable,
la más hermosa heredad de las naciones!».
Y decía: «Padre mío me llamaréis,
y no os apartaréis de seguirme».
²⁰Ciertamente, como una mujer se aparta pérfidamente de su amado^[k],
así habéis obrado pérfidamente conmigo,
oh casa de Israel —declara el Señor.

²¹Se oye una voz sobre las alturas desoladas,
el llanto de las súplicas de los hijos de Israel;
porque han pervertido su camino,
han olvidado al Señor su Dios.
²²Volved, hijos infieles,
yo sanaré vuestra infidelidad.
Aquí estamos, venimos a ti,
porque tú, el Señor, eres nuestro Dios.
²³Ciertamente engaño son las colinas,
y el tumulto sobre los montes;
ciertamente, en el Señor nuestro Dios
está la salvación de Israel.

UN ENCUENTRO CON LA PALABRA

REFLEXION

Con lentes de eternidad

Reflexiones cristianas diarias por CVCLAVOZ

Todo depende del color del cristal con que se mira, es un dicho interesante. Y la verdad es que en la vida podemos ver cada reto, cada cambio, cada pérdida, cada error, como algo para aprender. Si nos colocamos al despertar los lentes de eternidad, viviremos más contentos.

Una mejor perspectiva

Siempre he dicho que la felicidad es una decisión. Nunca es permanente. Pero si estamos claros en cuanto a que esta vida es un período corto de tiempo, una preparación, tal vez, viviremos menos estresados. Enfocados en la eternidad, en una vida mejor y para siempre nos da otra perspectiva.

No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús.

Filipenses 4:6-7 (NTV)

Veamos claro con esos lentes

Por lo general, en la medida en la que vamos creciendo y tomando responsabilidades, nos preocupamos por cuestiones económicas. Hacemos los compromisos y queremos obtener y llenarnos de cosas. Todo eso se queda, no nos llevamos nada. Nos vamos tal cual llegamos.

Todos llegamos al final de nuestra vida tal como estábamos el día que nacimos: desnudos y con las manos vacías. No podemos llevarnos las riquezas al morir. Esto es otro problema muy serio: las personas no se van de este mundo mejor de lo que llegaron. Todo su esfuerzo es en vano, como si trabajaran para el viento.

Eclesiastés 5:15-16 (NTV)

Disfrutemos de la vida, sí, tratemos de lograr objetivos, de ayudar a otros. Eso trae mucha satisfacción. Crezcamos espiritualmente, seamos mejores seres humanos y dejemos que Dios nos transforme a lo que Él desea llevarnos a ser y nunca olvidemos que al morir, estaremos con Él.

Cuando nos escuchemos quejándonos por algo, reemplacemos lo que dijimos con agradecimiento por algo. ¡Tenemos tanto qué agradecer! Si miramos lo que tenemos con lentes de eternidad, seremos más agradecidos, tendremos mejor disposición para el perdón y para servir.

Elluz Peraza

CVCLAVOZ