Hechos 14: 11-15  La Biblia de las Américas (LBLA)

 

 

 

 

 

 

Pablo y Bernabé en Listra

 

 

 

Y había en Listra un hombre que estaba sentado, imposibilitado de los pies, cojo desde el seno de su madre y que nunca había andado. Este escuchaba hablar a Pablo, el cual, fijando la mirada en él, y viendo que tenía fe para ser sanado[e]10 dijo con fuerte voz: Levántate derecho sobre tus pies. Y él dio un salto y anduvo. 11 Cuando la multitud vio lo que Pablo había hecho, alzaron la voz, diciendo en el idioma de Licaonia: Los dioses se han hecho semejantes a hombres y han descendido a nosotros.12 Y llamaban a Bernabé, Júpiter[f], y a Pablo, Mercurio[g], porque éste era el que dirigía la palabra. 13 Y el sacerdote de Júpiter, cuyo templo estaba en las afueras de[h] la ciudad, trajo toros y guirnaldas a las puertas, y quería ofrecer sacrificios juntamente con la multitud. 14 Pero cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus ropas y se lanzaron en medio de la multitud, gritando 15 y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis estas cosas? Nosotros también somos hombres de igual naturaleza que vosotros, y os anunciamos el evangelio para que os volváis de estas cosas vanas[i] a un Dios vivo, que hizo el cielo, la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay16 el cual en las generaciones pasadas permitió que todas las naciones[j] siguieran sus propios caminos;17 y sin embargo, no dejó de dar testimonio de sí mismo, haciendo bien y dándoos lluvias del cielo y estaciones fructíferas, llenando vuestros corazones de sustento y de alegría. 18 Y aun diciendo estas palabras, apenas pudieron impedir que las multitudes les ofrecieran sacrificio.

 

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

 

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Con frecuencia pensamos que Dios nos ha olvidado, cuando Él solo nos está dando tiempo para que entendamos lo que verdaderamente queremos y darnos lo mejor.

 

 

 

Salmos 68:19
Bendito sea el Señor, que cada día lleva nuestra carga, el Dios que es nuestra salvación.

Salmos 55:22
Echa sobre el SEÑOR tu carga, y El te sustentará; El nunca permitirá que el justo sea sacudido.

1 Pedro 5:7
echando toda vuestra ansiedad sobre El, porque El tiene cuidado de vosotros.

Salmos 37:5
Encomienda al SEÑOR tu camino, confía en El, que El actuará;

Salmos 37:24
Cuando caiga, no quedará derribado, porque el SEÑOR sostiene su mano.

Salmos 112:6
Porque nunca será sacudido; para siempre será recordado el justo.

Proverbios 16:3
Encomienda tus obras al SEÑOR, y tus propósitos se afianzarán.

 

 

 

 

Un Encuentro Con la Palabra

REFLEXION

Reflexiones - No temas, Dios te cuida!

 

 

 



En la Gran Isla de Hawai crece una pequeña planta delicada cuyo nombre es Sensitiva, miembro de la familia de Mimosa.

Su nombre se debe a un movimiento que hace cuando algo, incluso un cambio en el viento, la roza o atraviesa. 

En ese instante, la planta tropical americana, con tronco y espinas, se pega a la tierra.

A menos que la estés observando directamente, no podrás distinguirla de la hierba o la maleza del área y puede ser aplastada con facilidad debajo de nuestros pies.

Cuando el sol se levanta en el pacífico sur, la diminuta Sensitiva se abre tan amplia como le es posible y se eleva hacia la calidez de los rayos nacientes del sol.

Esta minúscula y plegable planta, tiene un mecanismo inherente que causa que se doble con facilidad y se recoja, resguardándose de cualquier cosa que pueda causarle daño.

Sin embargo, la Sensitiva no puede distinguir entre un segador de césped que viene hacia ella para cortarla, o el hombre que se acerca para protegerla.

Cada uno de nosotros posee la innata necesidad de guardarnos del daño y de aquellos que podrían lastimarnos.

Dios nos ofrece Su Palabra como manual para equiparnos, con el fin de estar alertas a los designios del enemigo y prepararnos para saber cómo protegernos.

Podemos despertar mañana, aun cuando llueva o la nieve caiga y recibir Su calidez, amor, protección y Su unción en el día que comienza para nosotros.

Dios nos bendijo con Su sensibilidad, pero debemos estar alerta, usando las herramientas que proveyó para nosotros sus hijos.

Salmo 105:15

No toquéis a mis ungidos.